El último lanzamiento de SpaceX se saldó con la explosión de la avanzada nave de Elon Musk, la Starship. Aunque Musk está centrado en el desarrollo de la IA y parece obsesionado con su imagen pública en redes sociales, el primer gran vuelo de la Starship no fue un fracaso como muchos creen: fue el primer gran paso hacia el éxito de la conquista del espacio. Sin embargo, la conquista de la Luna junto a la NASA aún está muy lejos. Y ahora, un grupo de ecologistas, que ha puesto demanda medioambiental por los daños causados por el cohete, podría paralizar el próximo lanzamiento.
El cohete SuperHeavy en el punto de mira: Elon Musk se enfrentan a los ecologistas por el impacto medioambiental del lanzamiento de la Starship
SpaceX se encuentra en un monto un tanto extraño, ya que cuando solucionan un problema aparece otro o se topa con un nuevo error o impedimento en el camino. A finales de abril, se probó el SuperHeavy, el gigantesco cohete propulsor que ayuda a la Starship a despegar. Desde Boca Chica, lugar escogido para el despegue, se observaron varios problemas y errores en este vuelo de pega. No se cumplieron con las expectativas de SpaceX, el cohete no se desacopló y explotó a los pocos segundos de elevarse desde el suelo de la Tierra. Y es precisamente esta ignición la que han señalado varios grupos ecologistas, que piensan que el SuperHeavy no cumple con la normativa y es un auténtico daño medioambiental a todas luces.
Un grupo de asociaciones ecologistas ha acudido a la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, acusándolos de no analizar correctamente el daño que el lanzamiento del cohete más grande jamás fabricado ha ejercido sobre la flora y fauna de la zona.
En el informe suministrado, se hace especial alusión a la explosión expansiva, llena de ceniza y otros materiales propulsados por los motores, con capacidad suficiente para alterar los ecosistemas de la zona en la que se lanzó el cohete.
Este aspecto fue criticado incluso por algunos ingenieros, que alertaron que no había estructuras capacitadas para redistribuir el fuego lanzado por los motores del cohete, y que la estructura de SpaceX en Boca Chica era muy deficiente. Las imágenes filtradas, con un gran socavación y restos de metal, hormigón y otros materiales dispersos en kilómetros a la redonda, demuestran que las voces criticas llevaban razón. SpaceX no puede permitirse errores así. Para Musk, la Starship es el eje de todo. Es la nave escogida por la NASA para sus futuras misiones Artemisa y para la futura conquista de Marte, un planeta que no deja de sorprendernos.
Mientras los astrónomos miran a nuevos planetas lejanos y distantes de la Tierra, la NASA reconstruye su plan de conquista de nuestro satélite, con ajustes en el plan de lanzamiento. Sea como sea, el futuro del ser humano está entre las estrellas, ya que a nuestro hogar le han puesto fecha de caducidad. En estos momentos, la compañía de Elon Musk está a la espera de lo que decida la FAA y de la posible sanción que pueda producirse en un futuro.