Elon Musk no sabe qué hacer con Twitter. El magnate de Tesla y SpaceX, de historia atribulada y pasado tormentoso, compró la red social por 44.000 millones de dólares hace unos meses, y desde entonces, busca cómo rentabilizar su inversión y monetizar al pájaro azul. Con los empleados en pie de guerra, una constante pelea con los desarrolladores de apps de terceros y una intentona de estrujar a las grandes empresas verificadas, sus decisiones no parecen tener resonancia ni resultados. Ahora, obsesionado por su popularidad y la cantidad de personas que leen sus tuits, habría convocado una reunión con ingenieros de la compañía para encontrar respuestas. Y éstas no le han gustado ni un pelo.
Elon Musk despide a un ingeniero de Twitter por decirle una dolorosa verdad: es cada vez menos popular en la red social
Musk, explican en medios como Platformer y Gizmodo, está enfadado porque sus tuits tienen cada vez menos repercusión. "Es ridículo que mis tuits solo tengan decenas de miles de impresiones cuando me siguen más de 100 millones de usuarios", llegó a explicar.
Los empleados, en un principio, estuvieron investigando si había una restricción artificial o los ingenieros estaban conspirando contra él para restarle visibilidad. Tras no encontrarla, uno de los programadores se atrevió a contradecirle delante de todos y le sugirió que había otra explicación: su popularidad había descendido.
Para ello, y en base a Google Trends, estuvo comprobando que en abril de 2022, la popularidad de Musk estaba en máximos históricos, con un interés de 100 en la escala de Google y siendo uno de los grandes nombres propios dentro del imaginario popular. Ahora, poco menos de un año después, se encuentra en mínimos: apenas registra un 9. Este ingeniero remarcó que ya no era popular. Al parecer, según el citado medio, a Musk no le sentó nada bien la respuesta del profesional, y lo despidió en el momento. "Lo siento, estás despedido, estás despedido", dijo delante de todos.
Elon Musk ha intentado ajustar la red social a sus propios designios, con las impresiones en formato público para demostrar que Twitter estaba más viva de lo que decían, pero no le ha salido bien: la mayoría de los tuits llega a muy pocas personas, y la plataforma es cada vez menos usada por el público. Se han registrado descenso de hasta el 9% en los usuarios activos de Estados Unidos, según un estudio reciente, y los consumidores no están conformes ni contentos con los ajustes de Musk. A nivel profesional y comercial, hay que destacar que la inversión en publicidad ha caído un 70% y que Twitter Blue, su suscripción para usuarios de 8 dólares al mes, apenas ha conseguido atraer a 300.000 usuarios en todo el mundo.