Warner se encuentra en una situación complicada. La major, que está en un proceso de reestructuración interna tras su fusión con Discovery y su separación del gigante AT&T, tiene varios frentes abiertos. Mientras decide qué hacer con DC Cómics y sus películas, el actor Ezra Miller ha protagonizado una espiral de arrestos, acusaciones de abusos a menores y huidas de la justicia. Mientras Miller, considerado un icono de la masculinidad no tóxica durante años, sigue haciendo de la suyas, el estudio teme que The Flash acabe perjudicada por su comportamiento. ¿Qué hará Warner y el nuevo consejero delegado del estudio David Zaslav? Según Deadline, despedirlo una vez se estrene el caramelo envenenado protagonizado por el actor.
Warner tiene un problema y su nombre es Ezra Miller
Si Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore fue un fracaso para el estudio, The Flash apunta a ser un título con el que poder sacar tajada de DC Cómics y sus personajes. O al menos, eso pretendían. El carísimo filme, con Ezra Miller como gran protagonista, iba a explorar el pasado, presente y futuro del superhéroe mostrado en cintas como Batman v Superman y Liga de la Justicia, dándole la oportunidad de cimentar su propia carrera en secuelas y otros spinoff, así como ofreciendo en bandeja de plata el tema de los multiversos a los espectadores.
La cinta contará con Ben Affleck como Batman para una despedida por todo lo alto, también regresará Michael Keaton como el hombre murciélago y se especula con la aparición del Zod de Michael Shannon y sabemos que estará nueva Supergirl interpretada por Sasha Calle.
En estos momentos, la película de Warner está prevista para un estreno en cines el próximo junio de 2023, pero se abren varios escenarios. El actor tiene varias causas judiciales pendientes y la cinta de Andy Muschietti es un caramelo envenenado para el estudio. Es un problema enorme, pues la estrella principal está siendo protagonista de varios incidentes polémicos con la justicia y eso nunca beneficia al recorrido comercial de un filme, y menos de uno destinado al gran público y las familias. La única baza de Warner es que Miller no siga protagonizando escándalos y se mantenga en un perfil bajo. "No hay forma de ganar para Warner Bros. Es un problema heredado por Zaslav. La esperanza es que el escándalo se mantenga a un nivel bajo antes del estreno de la película y esperar un poco de suerte", han informado desde el estudio.
Lo que sí se sabe es que Warner no quiere continuar con Ezra Miller. The Flash será su última película y como ya os contábamos hace unos meses, ya tienen sustitutos y posibles candidatos. La idea de Warner en estos momentos es estrenar la película con la promoción más básica, esquivando el problema como buenamente puedan y evitando pérdidas masivas. La otra, un estreno directo en HBO Max esperando que todo pase y quitándose el marrón del medio y la última, por la que parece haber optado en un principio, dejar todo a un lado y estrenar el filme en cines con la máxima maquinaria de merchandising y publicidad -aunque sin contar con Miller en los grandes eventos-.
Los tres escenarios son complicados e implican riesgos que Warner no sabe si merece la pena asumir. Lo que sí saben es que tienen que distribuir un filme que, en otras circunstancias, habría sido un auténtico bote salvavidas para una saga o licencia como la de DC.