Jeff Bezos ha decidido demandar a la NASA por irregularidades en el contrato de la fabricación de los módulos lunares de las Misiones Artemis. No es algo nuevo, en Vandal Random ya avisamos de las quejas de varias empresas aeroespaciales, que afirmaban que había irregularidades y posible trato de favor con respecto a Space X. Según Bezos, responsable de Blue Origin, compañía que completó su primero vuelo tripulado hace semanas, la NASA se decantó por SpaceX sin tener en cuenta múltiples factores más allá del económico, poniendo en riesgo a los astronautas. Por eso, ha decidido llevar el asunto a los tribunales.
Blue Origin contra la NASA
Blue Origin fue una de las tres empresas que se ofrecieron a la NASA de cara a la construcción del módulo de aterrizaje lunar, un sistema que pondrá a los astronautas de nuevo en la superficie de nuestro satélite. El empresario, que llegó a ofrecer 2000 millones de euros de su bolsillo, diseñó un sistema que en muy pocos viajes permitía hacer lo mismo que la solución de Musk aunque con un presupuesto considerablemente mayor. Al parecer, los 5900 millones de dólares que tenía la NASA como partida económica para estos menesteres quedaron en el olvido cuando SpaceX y Elon Musk afirmaron que podían construir esas naves por 2900 millones. Sin más dilación, la NASA le concedió a SpaceX el contrato y dejó a las otras empresas fuera de la competición.
Blue Origin's next attack targets SpaceX's Starship system, which NASA picked over Blue's Blue Moon lunar lander.
— Joey Roulette (@joroulette) August 4, 2021
"There are an unprecedented number of technologies, developments, and operations that have never been done before for Starship to land on the Moon," company says. pic.twitter.com/v3qMyhRdYd
Esto enfadó especialmente a los responsables de Blue Origin -como explican en The Verge-, ya que los eliminaba directamente de la competición y no les permitía mostrar diseños conjuntos o posibilidades más sólidas en aspectos menos trabajados dentro de la solución de SpaceX, que han tachado de insegura. Bezos cree que la Starship de SpaceX es poco eficiente, pues requiere más de 10 lanzamientos de prueba hasta que sea viable para un despegue tripulado, mientras que su lander sólo requiere de tres.
También afirman desde la compañía que en la Starship los astronautas están a unos 38 metros de altura del suelo mientras que en su lander la escotilla está a apenas 9,5 metros. La NASA se ha defendido de las acusaciones afirmando que, pese a lo que se cree, no hay presupuesto suficiente como para financiar a dos empresas, alegando a un recorte constante de los fondos suministrados por el Congreso de Estados Unidos. Tras la elección de SpaceX, desde Blue Origin pusieron una queja formal ante las autoridades estadounidenses.
Alegando irregularidades en el proceso de elección -la NASA generalmente escoge dos o más empresas a fin de garantizar la seguridad y un Plan B en cualquier caso-, la demanda afirma que los contratos libres favorecen la competencia, el rendimiento y las innovaciones tecnológicas en una carrera especial completamente renovada en los últimos años. Pero como explican desde varios medios, esta demanda está logrando lo contrario: posponer unas misiones que ya de por sí van con mucho retraso.
Si el tribunal acepta la demanda de Blue Origin, hablamos de varios meses de investigación y quizás un año hasta que se produzca una resolución. Como remarcan desde The Verge, la primera queja de Blue Origin llevó a que el proyecto se paralizara por completo durante al menos 90 días. Muchos creen que el rechazo de la NASA a aceptar los 2000 millones de euros del bolsillo de Bezos y los constantes desplantes de la agencia aeroespacial al fundador de Amazon han creado "un ambiente poco saludable" en la construcción de los módulos lunares. Parece que la nueva carrera especial se podría resolver en los tribunales.