La tercera temporada de The Last of Us suma otra pieza movida antes incluso de ponerse a rodar: la serie tendrá que reemplazar a Manny, uno de los aliados clave de Abby, después de que Danny Ramirez haya abandonado el reparto por un conflicto de agenda. El recasting todavía no tiene nombre ni fecha oficial, pero en HBO ya se da por hecho que el personaje volverá con otro actor.
La salida no es menor porque Manny no es un secundario de paso. En la temporada 2, la serie lo colocó como parte del círculo de Abby (Kaitlyn Dever), un perfil con peso dentro de su grupo y con margen para crecer cuando la historia cambie de foco. Precisamente por eso, el cambio de cara obliga a la producción a recalibrar algo delicado: continuidad emocional, química de grupo y la “sensación” del personaje.
Un recasting con efecto dominó
Este movimiento llega, además, en un contexto de bajas creativas que llevan meses alimentando titulares. Neil Druckmann —cocreador del videojuego y pieza central en las dos primeras temporadas— se apartó de su rol en la serie, y la guionista Halley Gross también anunció su marcha, dejando a Craig Mazin como principal arquitecto del viaje televisivo.
En paralelo, HBO ya ha ido preparando al público para un giro de perspectiva. Tras el final de la temporada 2, la conversación oficial apunta a que la historia se abrirá para contar “la otra cara” del conflicto, con Abby ganando protagonismo y nuevas relaciones entrando en juego. Es una apuesta arriesgada, pero coherente con el material original y con la forma en que la serie ha ido tensando la idea de héroes y villanos.
Calendario largo, presión alta
A esa reconfiguración narrativa se suma el calendario: desde la cúpula de HBO se ha deslizado que la temporada 3 está prevista para 2027, y que incluso se valora si el cierre será en dos temporadas más o en una última más larga. Traducido: queda camino, y cada ajuste de casting o de equipo pesa más cuando el reloj corre lento. Por ahora, la incógnita es sencilla y muy práctica: quién será el nuevo Manny y cómo encajará en un tramo en el que la serie necesita estabilidad para mantener el pulso.
