La división australiana de la cadena de videojuegos GAME ha comenzado un proceso legal para declararse insolvente, pasando ahora mismo a estar bajo administración judicial. Una de las consecuencias más inmediatas será no vender Diablo III debido a problemas económicos con las compañías de servicios postales.
A través de un mensaje de texto, los clientes que habían reservado una copia de Diablo III han sido avisados de que ninguna de sus tiendas recibirá el susodicho título. Además, el mensaje señalaba "Por esto, desgraciadamente no podremos completar ninguna reserva. Así, no podremos devolver ninguna señal pagada para reservar Diablo III. Por favor, si necesita más información contacte con el servicio de atención al cliente vía email".
GAME Australia planea seguir con sus tiendas abiertas y mantener un estilo de negocio similar al que ha tenido hasta ahora, mientras "intentan obtener una visión más clara de la situación actual con el objetivo de asegurar su futuro". En febrero de este mismo año, Paul Yardley, director de GAME Australia ya señaló que buscaba un comprador que tomase el relevo de la compañía.
