Durante años, la legislación australiana no ha conseguido modificar la ley sobre la clasificación por edades de los videojuegos debido al bloqueo sistemático al que el fiscal general del Sur de Australia, Michael Atkinson, ha sometido a esta ley.
Cada vez que el país ha intentado modificar la legislación vigente, se ha encontrado con el apoyo de cinco de los seis fiscales generales, pero estos cambios, según su sistema, exige unanimidad por parte de los fiscales generales.
Ahora, Atkinson, que ha criticado duramente a los videojuegos, y ha intentado criminalizar en múltiples declaraciones a aficionados, ha promovido leyes para la censura al acceso a webs de videojuegos en Australia, así como para impedir la importación desde otros mercados, y ha sido investigado por fraude fiscal, se retira de la vida política.
"Creo que es la hora de una renovación", ha dicho Atkinson. "Llevo 20 años en el Parlamento", y ha expresado su deseo de apostar por una vida más familiar. Eso sí, su retirada no será completa hasta el año 2014.
Le legislación actual en Australia sólo permite que los videojuegos sean clasificados hasta recomendados para mayores de 15 años, dejando fuera toda clasificación de títulos para mayores de 18 años que, por supuesto, sí existe en otras industrias del ocio, como el cine.
