Australia es el único mercado occidental que no tiene calificación de producto recomendado para mayores de dieciocho años en los videojuegos (aunque sí en otros productos de ocio, como el cine), algo que se debe, principalmente, a la firme oposición del fiscal general, que ha rechazado todas las propuestas, enmiendas y modificaciones presentadas de manera popular, o directamente desde el parlamento del país.
Ahora, la patronal de los videojuegos australiana, la iGEA (Interactive Games & Entertainment Association), ha mandado una petición formal al departamento del fiscal general solicitando la introducción de una clasificación por edades para productos recomendados para mayores de 18 años en los videojuegos. El sistema actual sólo permite clasificar hasta los quince, y esto ha impedido la publicación de múltiples videojuegos aplicando una censura de facto.
"Australia necesita una clasificación adulta para que los adultos puedan jugar con videojuegos que son apropiados para su edad y para que los padres puedan realizar elecciones educadas para sus familias basándose en un sistema claro y consistente", ha afirmado Ron Curry, director ejecutivo de la iGEA.
