Dentro de muy poco, el 19 de abril, Square Enix celebrará un evento evento en directo para conmemorar el 15.º aniversario de la saga NieR, donde muchos esperan que se anuncie la continuación del aclamado y exitoso NieR: Automata (2017).
Ahora Shuhei Yoshida, el exejecutivo de PlayStation, ha hecho unas sorprendente declaraciones en las reflexionó sobre el impacto de NieR: Automata en el desarrollo de videojuegos en Japón, diciendo que marcó un antes y un después, ayudando a que los estudios japoneses recuperaran confianza en su identidad creativa y dejaran de imitar tendencias occidentales.
Un antes y un después en el desarrollo japonés
En una entrevista con VWatch, Shuhei Yoshida explicó que, durante la era de PlayStation 3, muchos estudios japoneses intentaban replicar el estilo de los juegos extranjeros, lo que los llevó a una pérdida de rumbo. Pero NieR: Automata, sin preocuparse por agradar al público internacional, logró conquistar audiencias de todo el mundo.
"Desde ese momento, quedó claro que los creadores japoneses estaban haciendo ‘cosas japonesas’ y que esas cosas se estaban vendiendo en el extranjero", dijo Yoshida. "Todo el mundo se dio cuenta de eso con NieR".
"Solo era cuestión de decir ‘está bien hacerlo así’, pero también ‘tenemos que hacerlo así’", continuó Yoshida. "Entonces la dirección de los creadores japoneses pasó a ser: ‘dejemos de imitar a los países del extranjero’, ‘si creamos cosas con nuestra propia cultura y que nosotros entendemos, ellos también lo entenderán allá afuera’".
"Creo que la industria japonesa del videojuego se revitalizó después de NieR, tanto que diría que hay un antes y un después de NieR", afirmó Yoshida. "En pocas palabras, creo que NieR: Automata fue el título que hizo que la gente pensara: ‘vamos a hacer algo japonés’".
Desde su lanzamiento en 2017, NieR: Automata ha sido un éxito para Square Enix, con más de 9 millones de copias vendidas y con adaptaciones al anime y múltiples apariciones del personaje 2B en otros juegos.
Estas declaraciones de Shuhei Yoshida se alinean con lo dicho hace poco por Masahiro Sakurai, el creador de Super Smash Bros., quien afirmó que los juegos japoneses no deberían adaptarse al gusto occidental, y deberían apostar por su propia identidad.