Apenas han pasado un par de días desde que supimos que Arabia Saudí había aumentado su inversión en Nintendo y de nuevo el Public Investment Fund un fondo de inversiones del príncipe heredero Mohammed bin Salman, ha adquirido más acciones de la compañía de videojuegos. El miércoles desveló que el fondo de inversión pública ya poseía el 7,08 % de las acciones de Nintendo, y hoy Associated Press informa de que Arabia Saudí ya tiene el 8,26 % de la compañía.
Con esta nueva adquisición, Arabia Saudí se convierte en el mayor accionista extranjero de Nintendo, tal y como la propia compañía ha confirmado en un documento registrado hoy mismo.
Esta no es la primera vez que el príncipe heredero Mohammed bin Salman compra acciones de Nintendo, pero sí parece que cada vez reduce el tiempo que pasa entre una inversión y otra: la anterior adquisición se produjo el mes pasado, cuando el Public Investment Fund se hizo con el 6,03 % de Nintendo. Hasta entonces, Arabia Saudí tenía el 5,01 % adquirido en mayo del año pasado.
Arabia Saudí y sus múltiples inversiones millonarias
El fondo de inversión pública del príncipe heredero Mohammed bin Salman no es una entidad enfocada exclusivamente en el sector del videojuego, sino que también ha invertido en la industria cinematográfica de Hollywood y el deporte -compraron al club Newcastle United y han puesto un pie en la Fórmula 1 o las carreras de caballos-, y además es la que suele estar detrás de esos peculiares y ambiciosos proyectos urbanísticos como The Line, la ciudad lineal que querían construir en Arabia Saudí.
Sin embargo, parece que la industria del videojuego llama especialmente su atención: el PIF del príncipe Mohammed bin Salman ha adquirido potentes porcentajes de acciones en compañías como SNK o Embracer Group, así como en Activision Blizzard. Su estrategia pasa por continuar invirtiendo en la industria, según supimos en septiembre del año pasado, aunque sus movimientos están rodeados de polémica: el propio príncipe heredero Mohammed bin Salman está acusado de crímenes de asesinato y tortura al periodista Jamal Khashoggi en 2018, además de las constantes violaciones de derechos humanos en el país.