Al parecer la agresiva política de adquisiciones de Microsoft no es nada nuevo: aunque en 2020 nos sorprendiera comprando ZeniMax y Bethesda para sus Xbox Game Studios, la compañía ya intentó absorber grandes empresas de videojuegos hace un par de décadas. Así lo han desvelado dos altos cargos de Microsoft por aquel entonces en un reciente artículo publicado por Bloomberg.
Concretamente ha sido Bob McBreen, antiguo jefe de desarrollo comercial en Microsoft, quien ha ido desvelando qué empresas quiso adquirir su compañía hace 20 años: "La primera compañía con la que contactamos para comprar fue Electronic Arts. Dijeron ‘no, gracias’, así que fuimos a por Nintendo", explica en el artículo, aunque un colega de aquellos tiempos ha ampliado la historia desvelando que el final fue más amargo de lo que cabe esperar.
"Imagina una hora de alguien simplemente riéndose de ti"
Es decir, ya sabemos que Microsoft no llegó a comprar Nintendo pero, ¿cómo fue aquella reunión? Kevin Bachus, director de relaciones con third-parties por aquel entonces, cuenta que básicamente Nintendo se rió de Microsoft por intentar comprarles: "Steve [Ballmer] nos hizo ir a reuniros con Nintendo para ver si considerarían ser adquiridos. Se rieron en nuestra cara", explica el directivo.
"Imagina una hora de alguien simplemente riéndose de ti. Eso fue más o menos lo que ocurrió en aquella reunión", asegura Bachus, antes de que McBreen explique que dicha reunión se produjo en enero de 2000 en las oficinas de Microsoft. Los de Xbox les mostraron sus intenciones y su hardware, les trataron de convencer de que era más potente que el de PlayStation: "La idea era ‘oye, sois mucho mejor en la parte de los juegos con Mario y todas esas cosas, ¿por qué no nos dejáis ocuparnos del hardware? Pero no funcionó".
La negativa de la gran N no impidió que Microsoft siguiera tratando de comprar estudios: tras eso lo intentó con Square Enix, que se negó porque la cifra que le ofrecían era demasiado baja, y con la editora Midway Games, a la que descartaron porque el acuerdo no tenía sentido. Al final acabaron comprando un pequeño equipo de desarrolladores de juegos para PC, Bungie, en un movimiento por el que se rieron de ellos en el sector.
