Los Premios PlayStation celebrarán en diciembre su séptima entrega y entre los 21 juegos que optan a los distintos galardones están los dos en los que han trabajado este año los alumnos del Centro Tecnológico Digital U-tad: Naamu: The Lost Essence y Shards of Hope. En los últimos años casi todos los juegos salidos de los tres másteres en videojuegos de U-tad: han estado presentes en la gala de los premios y han obtenido varios premios, uno de ellos como mejor juego del año, Intruders: Hide and Seek, que venció en la edición de 2016 y se convirtió en un juego comercial, pero ni fue el primer juego nacido en U-tad: en salir al mercado (Rolling Bob ganó en 2015 y salió a la venta en 2016) ni el único; son varios los juegos que están en el mercado, como Khara, Rascal Revolt o Inglorious, y los que está a punto de salir(caso de Windfolk).
Exploración fluida en un mundo que apetece recorrer
Shards of Hope, obra de Banana Crunch es un metroidvania 2.5 con mecánicas bullet hell del que hemos probado la demo que está disponible en Itch.io. Allí hemos encontrado un juego atractivo. Los primeros pasos por Oneiros son algo liosos porque el tutorial es un poco confuso, pero el diseño y los distintos movimientos del personaje conforman un juego fluido y un mundo que apetece recorrer. Kyr puede saltar, ir trepando por una pared a base de saltos y darse un impulso en mitad de un salto para llegar a la siguiente plataforma, y en algunos puntos esto requiere bastante habilidad. En este sentido coincidimos con la opinión del director de Proyectos de Videojuegos de U-tad: y CEO de Fakto Studios Franciso JavierMaki Soler, quien afirma que el universo de Shards of Hope es "cautivador desde el primer minuto. Sin menospreciar el trabajo de personajes, creo que el mundo es su mayor baza estética".
El mapa está dividido en zonas más pequeñas y para pasar de una a otra hay que encontrar una esfera luminosa, lo que lleva a explorar el mapa. En el camino se encuentran, además de enemigos que tienen distintos patrones que hay que observar antes de ver en qué momento hay que atacar, fuentes que sirven para rellenar una vez la barra de vida y las botellas que lleve el personaje y para acceder al árbol de habilidades y emplear los recursos que se van consiguiendo. Las tres ramas que tiene actualmente este árbol son atrayentes y logran que se sienta rápido el avance del personaje, que no tarda en recibir su primera arma, unas garras rojas que sirven para atacar a los enemigos que sean blancos y los rojos, ya que el juego sigue un sistema de colores para el combate.
Buenas sensaciones en los enfrentamientos
Naamu: The Lost Essence es un hack and slash con un peculiar sistema de combate. La protagonista recibe la esencia de un bosque que intenta así desesperadamente acabar con la corrupción que lo ha invadido y emprende la tarea de acabar con los núcleos de los que parte el mal.
El mundo de Naamu está lleno de vida y energía, aunque inicialmente el peligro y la muerte está en todos los rincones, y la protagonista tiene fuerza y estilo en sus movimientos. El prototipo tiene algunos problemas con la cámara y la exploración puede causar cierto mareo, pero transmite buenas sensaciones en cuanto a los enfrentamientos,que no son fáciles ya que obligan a ir equilibrando el ataque con la necesidad de mantener a la protagonista viva y supone más que golpear.
Hay dos tipos de ataque básico, uno de ellos de área, y luego una especie de liberación de energía acumulada. El concepto del que parte el juego es un poco complicado de entender inicialmente: Naamu tiene una sola barra, la esencia, que baja tanto cuando ataca a la corrupción como cuando recibe daño de un enemigo o, por ejemplo, de veneno. Para subir esa única barra puede recurrir a unas plantas revitalizadoras o mediante el Eco, que va aumentando cuando la protagonista golpea a un enemigo; si este se debilita lo suficiente, ella puede reclamar el Eco y recuperar parte de la esencia que haya perdido y, de esta forma, se evita que atacar sea equivalente a morir siempre y el juego sea demasiado difícil. Es una base que el equipo de desarrollo, Anotter Studio, puede pulir para mantener al jugador siempre alerta y que ataque con una estrategia en mente.
La estela azulada de los ataques de Naamu queda realmente bien y da un toque mágico a un frondoso bosque. Maki destaca del aspecto visual del juego "el carisma de su personajes y el ritmo estético de su combate, sin dejar atrás la frondosidad y encanto de sus entornos, que son la base".
La pandemia como dificultad añadida a la presión del desarrollo
Los alumnos de postgrado en videojuegos de U-tad: han tenido este año 10 meses tras crear dos grupos multidisciplinares procedentes de los másteres en Arte y Diseño Visual, en Programación y en Game Design de videojuegos para crear un concepto de juego, definirlo y producir una demo que constituye su TFM y que es la que han presentado a los Premios PlayStation. Los alumnos de este año han debido enfrentarse a la dificultad añadida de la presión de trabajar contrarreloj al hecho de que la pandemia ha obligado a que gente que no había trabajado junta ni tenía experiencia haya tenido que crear el juego a distancia. Maki confiesa que esperaban una caída del rendimiento en marzo, "y, sin embargo, no ha sido tanto el desfase", dice, y destaca el esfuerzo que los dos equipos han realizado por adaptarse a la no presencialidad, de forma que "los resultados apenas se han visto mermados. La manera de superar estos retos es mediante una constante y fluida comunicación, un trabajo de exploración muy intenso y muchísimo ensayo y error", afirma Maki.
En diciembre tendrá lugar la gala virtual de entrega de los premios PlayStation. Además de Mejor Juego del Año hay seis categorías: premio al Juego más Innovador, premio al Juego con Mejor Narrativa, premio al Juego con Mejor Arte, premio a la Mejor Banda Sonora Original, premio al Mejor Juego para la Prensa y premio Especial Compromiso PlayStation. El jurado lo componen 36 personas procedentes tanto del desarrollo como del marketing y de Sony (entre ellos el jefe de la Iniciativa Indie de Sony Interactive Entertainment, Shuhei Yoshida) e incluso músicos como Xabi San Martín, miembro del grupo La Oreja de Van Gogh. El premio de la Prensa lo decidirán los votos de 17 periodistas especializados en videojuegos y tecnología.
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