PlayStation 5 no permitirá ampliar su almacenamiento interno SSD cuando llegue a las tiendas españolas el 19 de noviembre (una semana antes en siete países). Sony ha confirmado al medio tecnológico The Verge que su consola de nueva generación tendrá que actualizarse en el futuro para usar su ranura de ampliación de almacenamiento, compatible con unidades SSD de tipo M.2 muy concretas.
La noticia no es totalmente nueva, ya que Mark Cerny, arquitecto de hardware responsable del diseño de la consola, aseguró en una presentación en marzo que la funcionalidad de expansión de la memoria llegaría "un poco después" del lanzamiento de PS5. En ese momento se dijo que serían compatibles los SSD de tipo M.2 que tuvieran una conexión PCIe Gen4 con una velocidad igual o mayor de 5,5 GB por segundo (para igualar la velocidad del SSD interno).
Sin embargo, hay otras características de esos SSD que hay que tener en cuenta más allá de la velocidad, como el tamaño de la unidad (algunas de ellas vienen con soluciones de refrigeración que aumentan el tamaño) y la compatibilidad con el controlador de entrada y salida de datos de Sony.
La marca japonesa hará pruebas a finales de este año, pero un par de fabricantes de SSD han asegurado al mencionado medio que esos test no han comenzado.
Los fabricantes de SSD no saben si sus unidades funcionan en PS5
Esto supone que los pocos fabricantes que han comenzado a lanzar SSD que cumplen, en teoría, con los requisitos de Sony, no sepan si realmente sus unidades de almacenamiento van a funcionar con PS5 hasta que Sony comience su programa de pruebas. En octubre vimos la consola desmontada y cómo se añade un SSD: al quitar una de las tapas blancas, hay un hueco donde conectar fácilmente un SSD que cumpla con los requisitos.
PS5 llegará a las tiendas en menos de dos semanas en dos modelos distintos: uno con lector de discos por 499 € y otro solo digital por 399 €. En ambos, el almacenamiento interno será de 825 GB, que según una filtración se quedan en 664 GB de espacio útil.