Activision Blizzard ha comunicado sus beneficios del último trimestre, terminado a fecha del 30 de junio, y al igual que Electronic Arts y otras compañías, ha experimentado un gran éxito por los efectos indirectos del COVID-19, que obligó al confinamiento en muchos países -y por tanto, un mayor consumo de videojuegos y ocio doméstico-. Sus ingresos netos alcanzaron los 1.930 millones de dólares, una subida respecto a los 1.400 millones del mismo trimestre en 2019, convirtiéndose en el mejor trimestre de la historia. Aun así, las acciones han bajado ligeramente tras el anuncio, quizás porque los inversores esperaban algo mejor.
Call of Duty fue uno de los motores del éxito de estos meses, sobre todo el battle royale gratuito Call of Duty: Warzone que acumula más de 75 millones de jugadores hasta la veta. La atracción de CoD se multiplicó por ocho respecto al segundo trimestre -el año fiscal de Activision coincide con el natural- de 2019, gracias a aquellos que jugaron Warzone y dieron el salto al juego premium, Modern Warfare; CoD vendió más copias en este último trimestre que en cualquier otro trimestre de su historia, excluyendo los de lanzamiento -el cuarto trimestre de cada año-.
Pero hay muchos otros juegos que han notado este crecimiento, como World of Warcraft de Blizzard, con 461 millones de dólares en ingresos netos, un buen resultado que anticipa el lanzamiento de la expansión Shadowlands. King, dedicada a juegos móviles, ha logrado 553 millones de dólares con Candy Crush.
Tony Hawk, Crash Bandicoot y Call of Duty para el resto del año
Activision todavía tiene varios lanzamientos para otoño de los que se espera que sean superventas. Está Call of Duty: Black Ops Cold War de Treyarch y Raven Software, el remake Tony Hawk's Pro Skater 1 + 2 que actualiza una saga de mucho éxito a finales de los 90 y principios de los 2000, o el regreso de Crash con un juego completamente original, Crash Bandicoot 4: It's About Time.
