Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty, o su versión Substance, es uno de los primeros clásicos de los 128 bits. El juego de sigilo y acción de Hideo Kojima profundizó en la historia de la saga, presentó a Raiden, y el salto gráfico respecto al primero permitió incluir multitud de detalles gráficos y easter egg que eran imposibles en anteriores generaciones. En nuestro último vídeo repasamos 30 detalles que quizás pasaste por alto mientras jugabas.
En su lanzamiento original, a principios de los 2000, dividió a muchos fans por la decisión de hacer protagonista a Raiden durante casi todo el juego. Con el tiempo, este episodio de la saga ha ganado más fans que han visto cómo muchas de las predicciones del argumento, sobre todo en temas relacionados con avances tecnológicos y la sociedad de la información, son ahora más reales que nunca. El inicio, con el capítulo a bordo de un barco protagonizado por Solid Snake de aproximadamente dos horas que fue utilizado para demo, todavía es recordado como una de las mejores secciones de toda la saga. Su historia no continuaría hasta años más tarde con el lanzamiento de Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, pues Metal Gear Solid 3: Snake Eater era una precuela.
Un juego que fue remasterizado, aunque en la pasada generación
Tras su debut original Konami lanzó Substance, una versión que ampliaba el contenido con nuevas misiones de entrenamiento o los Snake Tales, pequeñas aventuras donde podíamos controlar a Snake en escenarios de la planta depuradora -la parte en la que, durante la historia, sólo manejamos a Raiden-, además de un minijuego de skateboarding en su versión de PS2. Años más tarde BluePoint Games remasterizó el juego para PS3, Xbox 360 y PS Vita. También fue adaptado a cómic por Ashley Wood, y éste a un cómic digital con Metal Gear Solid 2: Bande Dessinée.
