Microsoft comenzó a duras penas la generación de consolas con su Xbox One, un sistema que tuvo que enderezar su rumbo tras la llegada de Phil Spencer como máximo responsable de la división de videojuegos. Tras cancelar algunos títulos, retrasar otros y desarrollar casi desde cero algunos exclusivos, Redmond tomó nota de lo que había que hacer: comprar estudios que desarrollasen los juegos del mañana. Así nacía la renovada Xbox Game Studios, una enorme división de videojuegos con equipos first party de primer nivel. Sin embargo, según Jonathan Cooper, antiguo animador del estudio de juegos como Uncharted, no pueden hacerle sombra a Sony.
'Ninguno de los estudios comprados por Microsoft está al nivel de los de Sony'
Así de tajante se ha mostrado Cooper, que dejó escrito un mensaje afirmando que los esfuerzos de Microsoft estaban siendo en vano. "Ninguno de los estudios comprados está al mismo nivel que los first party de Sony, y solo llegarán allí con apoyo y contratación a largo plazo y soporte financiero. Sin embargo, prefiero esta nueva filosofía a la de crear estudios completamente nuevos que no tengan una cultura compartida", añade el animador, que también ha participado y trabajado en BioWare en proyectos como la saga Mass Effect.
None of the purchased studios are at the same level as Sony 1st party, and will only get there with support and long-term hiring and financial support. I do prefer this route to creating entirely new studios that have no shared culture though.— Jonathan Cooper (@GameAnim) December 16, 2019
Xbox Game Studios es el ejemplo perfecto del cambio de la filosofía vivido a nivel interno por parte de Microsoft, que decidió cambiar la estrategia con la que diseñar sus exclusivos para Xbox y PC. Para ello, planificaron una ruta de compra y financiación, que les llevó a adquirir distintos equipos de renombre que pronto pasaron a ser first party, con videojuegos que vendrían firmados por equipos como los de Ninja Theory, inXile, Playground Games, 343i, The Coalition, Obsidian o Double Fine. No obstante, la idea es ofrecer juegos exclusivos para sus sistemas cada tres o cuatro meses, combinando títulos de gran presupuesto, otros de mediano y algunos más pequeños, todos ellos pensados para llegar sus consolas actuales y futuras y a servicios como Xbox Game Pass. El refuerzo ha sido notorio, aunque como explicaba Matt Booty, máximo responsable de Xbox Game Studios, la fase de adquisición ya ha pasado y ahora hay que desarrollar y publicar.
"Desde hace unos meses hemos estado cambiando nuestro enfoque dentro de Xbox Game Studios de la adquisición y el crecimiento, a una fase de ejecución y entrega", comentaba hace unas semanas, coincidiendo con el pasado X019. "Tras una reunión, me di cuenta que estaba sentado junto a 15 líderes creativos que representan más de 300 años de experiencia en diseño y producción de juegos en total", afirmaba.
"Desde Brian Fargo en InXile a Bonnie Ross que dirige Halo, pasando por Tim Schafer en Double Fine, o Helen Chang que dirige Minecraft... Cuando uno ve a estos líderes reunirse para compartir ideas y experiencias realmente me da confianza en saber que lo que estamos haciendo es lo correcto", puntualizaba.
Sony, por su parte, ha demostrado en esta generación que su filosofía de construir grandes videojuegos first party es la ideal. Títulos como Marvel's Spider-Man, God of War y Horizon Zero Dawn, unidos al citado Uncharted 4, han construido un catálogo grande procedente de equipos que comparten una única filosofía -que se mantendrá al largo plazo-, y que se ayudan los unos a los otros para diseñar los juegos e historias del futuro. Microsoft quiere comenzar en esa división, desechando sus carencias anteriores y preparándose para la nueva generación con Xbox Series X y un catálogo de juegos exclusivos completamente nuevo del que ya conocemos el primero: Hellblade 2.
