Bethesda está a punto de comercializar Fallout 76, la nueva entrega de la saga de rol postapocalíptica que en esta ocasión apunta al multijugador y un entorno online permanente. El título está siendo un caos técnico en múltiples aspectos, pero en la empresa siguen creyendo el el motor propio de la casa, Creation Engine, todavía tiene mucho que decir. Todd Howard, lo ha confirmado a Forbes: será el motor encargado de dar vida a The Elder Scrolls VI y Starfield.
Mejorado y pensado para el futuro
Tener un motor propietario permite a los estudios crear herramientas y universos pensados desde cero, sin limitaciones autoimpuestas por engines externos como pueden ser Unreal Engine o Unity.
Bethesda es conocedora de la importancia de controlar todo el proceso creativo de un videojuego, y el más reciente ejemplo es Fallout 76, que usa este mismo motor citado unas líneas más arriba, Creation Engine. Sin embargo, pese a los avances mostrados con respecto a juegos pasados, Howard cree que es un primer paso.
"En Fallout 76 usamos un nuevo sistema de renderizado, un nuevo tipo de iluminación y un sistema de creación de horizontes completamente nuevo. Para Starfield tendremos más cambios. Y con The Elder Scrolls 6, que está ahí en el horizonte, incluso más", relataba Howard a Forbes, confirmando que estos dos videojuegos usarán el mismo engine en sus tripas. "Nos gusta nuestro editor. Nos permite crear mundos realmente rápido y los modders lo conocen muy bien. Hay algunas formas elementales con las que creamos nuestros juegos y vamos a continuarlas porque nos permiten ser eficientes y creemos que funcionan mejor", concluía.
De momentos, estos dos nuevos proyectos de Bethesda, presentados en el pasado E3, no tienen fecha. De Starfield se espera que llegue en 2020 según algunas predicciones. El caso de The Elder Scrolls VI es más complicado, pues la propia empresa llegó a pedir paciencia.