El juego The Elder Scrolls: Legends se lanzó en julio de 2017 como resultado del trabajo del estudio Dire Wolf Digital, pero ahora Bethesda ha decidido que sea otro estudio el que se encargue del mantenimiento del juego: Sparkypants Studios.
Bethesda ha transferido el control del título a este estudio, que es conocido por su juego Dropzone. Según ha señalado Pete Hines, de Bethesda, esto se debe a que la compañía consideraba que había mucho potencial sin explorar en el juego y creen que este cambio puede reavivar el título.
Entre los cambios que se están preparando es una revisión de la interfaz del juego. Pete Hines considera que "el diseño general del juego y sus mecánicas son sólidas", y que eso no va a cambiar.
Por tanto, no está previsto introducir cambios en cómo se juega o cómo progresa el usuario.
Dire Wolf Digital, por su parte, trabaja en su propio videojuego de cartas coleccionables, Eternal Card Game. Eso sí, Hines indica que esta no ha sido la razón para cambiar el juego de Bethesda de manos