La IGDA (International Game Developers Association), patronal estadounidense del videojuego que agrupa varias asociaciones internacionales, está trabajando en crear grupos de apoyo para desarrolladores acosados por aficionados, situación que últimamente han hecho pública varios miembros de la industria. Kate Edwards, directora ejecutiva de la asociación, ha explicado que desde la IGDA creen que el abuso ocasionado por algunos colectivos de aficionados agresivos hacia miembros de la industria puede dañar la industria.
Nathan Fisk, profesor del departamento de Ciencia y Tecnología del Instituto Politécnico de Rensselaer, afirma que "los aficionados acosan a los desarrolladores por múltiples razones, pero como siempre sucede, es una cuestión de poder y posición". Para Fisk "los aficionados están inmersos en las historias y mundos que los desarrolladores crean, y algunas decisiones en su diseño pueden ser vistas por los aficionados como una amenaza a esas historias y mundos. El acoso silencia y recoloca a los creadores de los contenidos de manera que se protegen los intereses que se crean ciertos grupos de aficionados, lo que una vez más no es justificación para las conductas abusivas y el lenguaje que se ve hoy en día en la red".
Por supuesto, como señala Fisk, esto se potencia por el anonimato de la red. "Además, los desarrolladores de juegos se están convirtiendo, en muchos sentidos, en personajes públicos que interactúan abiertamente con las comunidades de jugadores".
Esto no afecta solo a grandes personajes de la industria, o a representantes de grandes compañías, sino también al sector de las compañías y creadores independientes. "Creo que los desarrolladores independientes están enfrentándose ahora al hecho de convertirse en personajes públicos", apunta Fisk.
