En varias de las zonas del juego encontrarás Tumbas de Desafío. Estos lugares, una especie de "mazmorras opcionales" son los sitios en los que te encontrarás con los puzzles más complejos del juego. Como resolverlos puede darte algunos dolores de cabeza, te contamos cómo superarlos y las recompensas que conseguirás.
- Si puedes entrar en la Tumba, puedes resolverla. No hacen falta herramientas especiales para resolver una tumba, sólo para acceder a ella. En la inmensa mayoría de casos, no hace falta nada más que la flecha con cuerda.
- En las Tumbas hay coleccionables.
Estos coleccionables cuentan para el 100% de la zona.
- Los campamentos de las tumbas son independientes a los de la zona y no cuentan para el 100% de la zona en que se encuentran.
- Es bastante fácil morir en las tumbas: saltar mal, caer en una trampa... ten cuidado si juegas en la dificultad máxima.
- Al terminar las tumbas consigues habilidades exclusivas, bloqueadas en el menú de habilidades.
Todas las Tumbas de Desafío
- Portal del Inframundo (Selva peruana): en la Selva peruana, un grupo de exploradores se encontró con algo desconocido... y letal.
- Mirada del juez (Selva peruana): para poder conseguir la recompensa, debemos conseguir justicia o equilibrio. Un equilbirio físico, no filosófico.
- Cuevas ululantes (Kuwaq Yaku): la naturaleza puede ser un terrible enemigo para el aventurero despistado.
- Camino de batalla (La ciudad oculta): en Paititi, los mejores guerreros son puestos a prueba en un circuito de muerte.
- Acueducto antiguo (La ciudad oculta): los antiguos mayas construyeron grandes cosas. Pero algunas quedaron abandonadas... e infestadas.
- Templo del Sol (La ciudad oculta): uno de los lugares de culto originales al Sol, oculto bajo el mismo templo de Kukulkán.
- San Córdoba (Cenotes): ¿hasta donde llegaron realmente los conquistadores españoles?.
- Dioses sedientos (Misión de San Juan): cuenta la leyenda que cerca de la Misión hay unas viejas ruinas, completamente olvidadas, pero llenas de tesoros.
- Árbol de la vida (Misión de San Juan): bajo tierra puede haber mucha vida. Pero también mucha muerte.