Para muchos, The Witcher 3: Wild Hunt sigue siendo el mejor juego de rol de la última década, uno de los mejores de la historia y de lo mejorcito de la pasada generación de consolas. CD Projekt RED alcanzó las expectativas en 2015, e incluso las superó, con un RPG que ha establecido ciertos estándares: en lo que se pide de la narrativa en un juego del género, en la importancia de las decisiones y en el diseño de las misiones secundarias.
Es, sin duda, un título influyente, algo que se ve en juegos actuales de rol y de otros géneros. Pero en los últimos años, la trayectoria del estudio polaco no ha sido tan exitosa. Mientras la sombra de The Witcher 3 se veía sobre casi cualquier superproducción, el desarrollo del esperado Cyberpunk 2077 se alargaba más y más. De su desastroso estreno en consolas no hay mucho más que decir; la reputación de CD Projekt quedó muy dañada.
A la vez, millones de personas conocían a Geralt de Rivia y la saga The Witcher con la exitosa adaptación de las novelas de fantasía oscura de Andrzej Sapkowski a la televisión. Este año, la increíble serie de animación Cyberpunk: Edgerunners ha ayudado a corregir el aura que rodea al videojuego en el que se inspira, a lo que también aportó una gran actualización gratuita para las consolas de última generación que ha animado a muchos a (re)descubrir el título.
El anuncio de múltiples proyectos relacionados con The Witcher, la expansión Phantom Liberty para el RPG futurista y la confirmación de que Cyberpunk como saga no se abandonará son algunas de las noticias que han ayudado a cambiar la percepción general del estudio polaco en apenas unos meses. La actualización next-gen para The Witcher 3: Wild Hunt va en el mismo sentido. Corregir el rumbo del barco, devolver CD Projekt RED a la ruta anterior, aquella en la que cada uno de sus anuncios generaba ilusión y altas expectativas.
Por ello, esta actualización gráfica y jugable para PlayStation 5, Xbox Series X, Xbox Series S y PC es gratuita para quienes tengan el juego en PS4, Xbox One u ordenador. Después de que Saber Interactive (quienes hicieron el asombroso port de Switch) comenzara el desarrollo a principios de 2021, CD Projekt RED recogió el testigo el pasado febrero; aunque la charla con Philipp Weber, acting narrative director y lead quest designer no nos aclaró por qué se tomó esa decisión, sin duda servirá para que la firma polaca se apunte el tanto de esta revisión.
Una revisión que, gracias a la inclusión selecta de múltiples mods creados por la comunidad para la versión de PC, a los retoques ligeros de gameplay, a las mejoras de calidad de vida y al arreglo de multitud de errores, ha logrado modernizar The Witcher 3: Wild Hunt. Tras probar versiones en desarrollo de las ediciones de PS5 y Xbox Series X, nos ha dejado la sensación de que el título se ve y se juega como un RPG de mundo abierto de 2022.
Ray tracing, 60 FPS y otros grandes cambios visuales que no sorprenden
En PlayStation 5 y Xbox Series X los jugadores se encontrarán con dos modos. El modo rendimiento prioriza la fluidez y funciona a 60 fotogramas por segundo. Y aun con esas, se aprecia una mejora visual considerable respecto a las versiones de consola que conocíamos: la mayor densidad de la vegetación y la iluminación mejorada dan más empaque al mundo (que ahora parece aún más amplio gracias a la mayor distancia de dibujado), los pequeños bugs visuales se han corregido con la inclusión de mods creados por la comunidad y con arreglos adicionales del estudio, las texturas y los modelados a 4K en personajes y monstruos dan más detalle y nitidez a la imagen, y los retoques en los efectos especiales del mundo y en cómo reacciona el agua y la hierba al paso de Geralt contribuyen a incrementar la inmersión.
Son muchos cambios pequeños que, en suma, consiguen el objetivo del estudio, según nos explicó Weber: que The Witcher 3: Wild Hunt se vea tan bien como lo recordamos. Sin embargo, las mejoras también sacan a relucir el contraste entre lo que se ha retocado y lo que no. Ciertas texturas se perciben extrañas cuando otros objetos tienen una calidad mucho mayor, y es fácil apreciar que estamos ante un juego que tiene siete años al fijarnos en las animaciones, sobre todo cuando están rodeadas de sombras y efectos lumínicos mucho más modernos.
Esto último resalta todavía más en el modo ray tracing, que en PS5 y Xbox Series X añade iluminación global y oclusión ambiental por trazado de rayos. Si bien es cierto que da más cohesión al mundo, y que mejora todavía más esos paisajes capaces de dejarnos boquiabiertos, la diferencia que hemos visto no nos parece suficiente para prescindir de los 60 FPS. Además, los 30 FPS son inestables y hay más popping, aunque como avisamos antes, lo que hemos jugado es una versión en desarrollo que todavía se estaba puliendo. Por cierto, la versión de Xbox Series S (que no hemos probado) tendrá un modo rendimiento a 60 FPS y un modo calidad sin trazado de rayos, pero con mejores texturas y resolución, a 30 FPS.
CD Projekt RED ha conseguido alcanzar una alta resolución incrementando enormemente el detalle del juego gracias a la tecnología de reescalado por inteligencia artificial AMD FSR 2.1. Además, hay otra novedad importante en lo referente a lo visual: un modo Foto (con muchas opciones para ajustar el FOV, rotar la imagen, modificar la profundidad de campo con muchas variables, alterar los efectos de la imagen y usar viñeta) que lamentablemente no se puede activar en las escenas cinematográficas, que ahora se pueden pausar.
No son estos los únicos cambios referentes a lo técnico. Las mejoras en los tiempos de carga se dejan notar sobre todo en el viaje rápido, que es prácticamente inmediato. También hay mejoras en el sonido, que ahora es compatible con el audio 3D. Y es más que digno de mención el uso del DualSense en PS5, tanto de los gatillos adaptativos (cuya intensidad se puede ajustar), como sobre todo de la respuesta háptica al lanzar señales, al subir escaleras, con el trote de Sardinilla y muchas otras acciones; los desarrolladores están estudiando la posibilidad de incluir compatibilidad con DualSense en la versión para PC también. Para terminar con lo referente a lo técnico, algo raro en un third party: en PS5 se utiliza el menú de actividades y las tarjetas de ayuda.
Multitud de ajustes jugables y una misión inspirada por la serie de Netflix
En cuanto a las mejoras jugables de esta versión, empezamos por lo que más bombo ha tenido: la misión inspirada en la serie de Netflix. Está ubicada en la Fosa del Diablo, un lugar en el que los jugadores siempre han pensado que debería haber algo, por lo que la actividad también funciona como guiño a los veteranos. Se trata de una misión corta, de apenas unos 20 minutos, que trata sobre la peste y que tiene cierto toque terrorífico. Se puede abordar desde más o menos el principio de la aventura (los enemigos tienen nivel 14) y es en las recompensas donde queda la referencia a la producción televisiva: podemos conseguir los planos para construir las armaduras de Geralt de las dos primeras temporadas, además de conseguir nueva espadas de acero y de plata. También se añade un traje alternativo para Dandelion que lo asemeja a Jaskier en la serie, y los caballeros de Nilfgaard tienen armaduras similares a las de la serie.
Sin embargo, no es esa la adición jugable importante, sino los muchos cambios realizados y la inclusión de algunos mods. Hay un par de ellos que contribuyen muchísimo a que The Witcher 3 se perciba más actual. El primero es la cámara cercana, que se puede activar por separado para la exploración, para el combate y al montar sobre Sardinilla; es una cámara sobre el hombro al estilo de God of War o Resident Evil 2 Remake que da una nueva perspectiva al juego y que, al menos en nuestro caso, se ha convertido en la mejor manera de jugar (a excepción de en el combate). El segundo es la interfaz dinámica, que permite que el minimapa y otros elementos de la pantalla desaparezcan y se puedan mostrar de nuevo brevemente con una pulsación del gatillo, por lo que la pantalla queda limpia para sumergirnos todavía más en el mundo.
No quedan ahí los cambios. El uso de señales es más inmediato, pues se ha incluido una opción para usarlas pulsando el gatillo junto a otro botón, sin necesidad de abrir el menú radial, que ahora se puede personalizar ágilmente. El mapa está menos congestionado de iconos de manera predeterminada, aunque se pueden mostrar todos con una opción; además, refleja mejor el mundo gracias a un mod. El daño de caída se ha reducido, las hierbas se recogen sin abrir el inventario, se puede andar a paso lento moviendo levemente la palanca del mando, podemos correr con R3 o RS, y se puede cambiar el tamaño de los subtítulos y de otros textos. Además, se ha adaptado el mod FCR3 (se ha ido más allá en algunos de sus cambios y se han omitido otros), que ajusta estadísticas de habilidades y objetos, a la vez que soluciona algunos errores.
Cabe destacar que todos los ajustes jugables que no afectan a lo visual (no es el caso de las nuevas cámaras) también se han incluido en las versiones de PS4 y de Xbox One, además de en la edición de Switch más adelante. Asimismo, se ha incluido progreso cruzado entre todas las versiones al utilizar una cuenta de GOG.
Sin ray tracing (pinchar para ampliar).
Con ray tracing (pinchar para ampliar).
Un remozado para un nuevo público y para los veteranos
Como veis, son muchos los cambios visuales y jugables que introduce la actualización gratuita para PC y las consolas de última generación de The Witcher 3: Wild Hunt. El objetivo queda claro: aprovechar que muchísimas más personas que en 2015 conocen la saga gracias a la serie para introducirlas en uno de los mejores RPG de mundo abierto de la historia, con los retoques suficientes para que se perciba como un juego actual tanto en los gráficos como a los mandos. Pero, sin duda, también es un manifiesto de que, tras el tropiezo del estreno de Cyberpunk 2077, CD Projekt RED sigue siendo ese gran estudio de juegos de rol que cuida como pocos a sus jugadores, y que quiere seguir ilusionando con cada nuevo proyecto.
Hemos realizado estas impresiones tras probar las versiones en desarrollo para PS5 y Xbox Series X en las oficinas de CD Projekt RED en Varsovia invitados por Ziran Comunicación.