Aunque nos declaramos amantes de los Tomb Raider de los 90, unas aventuras tan desafiantes como inmersivas que nos metieron en la piel de un Indiana Jones virtual como nunca antes otro videojuego había logrado, tenemos que reconocer que el reinicio de 2013 a cargo de Crystal Dynamics, aunque poco tiene que ver con aquellos juegos, nos gustó mucho, y nos pareció una manera muy acertada de modernizar y acercar al gran público una saga mítica.
Por eso cuando se anunció su secuela, Rise of the Tomb Raider, nos frotamos las manos, ya que no dudamos ni un segundo de que íbamos a estar nuevamente ante un gran juego, del que hemos tardado mucho en saber qué novedades relevantes tendría respecto al primero. Ni los tráilers ni las presentaciones en las ferias nos lograron sacar de dudas, y no ha sido hasta ahora, que hemos podido jugar sus primeras horas, cuando ya tenemos bastante claro qué ofrece esta nueva aventura: mucho más y mucho mejor de lo mismo, un juego más ambicioso y grande, como se suele decir una secuela de manual.
Todo lo bueno del anterior juego lo potencia y lo amplía de manera muy acertada, y se nota que en Crystal Dynamics tienen bastante claro qué os lo que gustó de aquella aventura, y en qué se quedaron un poco a medias o que directamente no gustó. Por ejemplo nos referimos a la supervivencia, con la caza y el sistema de crafting o construcción, algo que planteaba en sus primeras horas pero que luego se volvía prescindible, y que en que Rise of the Tomb Raider se ha potenciado notablemente.
Podemos cazar diferentes tipos de animales para utilizar sus pieles, recoger recursos como madera y plantas, y todo sirve para crear objetos como flechas de diferentes tipos, o mejorar nuestras herramientas y armas, en un sistema de progresión bastante completo y con muchas posibilidades, el apropiado para una aventura que parece mucho más grande y ambiciosa que el juego de 2013. Si entonces el mapa se dividía en varias aéreas más o menos amplias y conectadas entre sí, ahora la sensación de mundo abierto está más lograda, con escenarios mejor conectados y sobre todo mucho más grandes.
Por ejemplo uno de los detalles más criticados, como que Lara Croft no pudiera nadar y por tanto no hubiera secciones acuáticas, se ha solucionado, aunque tampoco esperéis secciones bajo el agua tan elaboradas como en los primeros Tomb Raider, ya que no tenemos completa libertad de movimientos para bucear, al menos no en las primeras horas. Sí que hemos vivido algún puzle con el agua como protagonista bastante interesante, y sin duda era algo lógico incorporar esta característica a la secuela.
Se nota en muchos detalles que han escuchado a los fans, creemos que sobre todo en que ahora la vida no se regenera automáticamente, y tenemos que curarnos, lo que nos gusta mucho, ya que tiene sentido dentro de la supervivencia. Para crear objetos curativos tenemos que recoger plantas, y hacen que los combates contra los enemigos, ya sean humanos o animales, tengan más sentido y sean más emocionantes, todo un acierto.
Como amantes de los primeros Tomb Raider, una de las partes que más nos gustó del reinicio fueron las tumbas opcionales, unos escenarios que mezclaban de manera interesante puzles y plataformeo, y que aunque no eran un reto demasiado difícil, nos parecieron partes muy entretenidas, que nos dejaron con ganas de más. Ahora hay muchas más tumbas y están mejor integradas en los escenarios, ya no son solo cuevas ubicadas en los rincones del mapa, y de manera natural en el camino principal nos podemos encontrar con algunos de estos desafíos, que ofrecen suculentas recompensas si los superamos.
Esto ya de por sí va a gustar mucho a los antiguos fans de la saga, y más todavía cuando descubran que la exploración se ha visto muy potenciada, al ser los escenarios más amplios, y que hay más puzles y plataformeo, no solo como algo secundario. No podemos saber hasta qué punto estas dos o tres primeras horas serán representativas de un juego que al parecer también será bastante más largo que su predecesor (nos hablaron de unas 40 horas para completarlo al 100%), pero lo cierto es que de momento Rise of the Tomb Raider es una aventura de acción muy variada y que mezcla perfectamente sus ingredientes. Nos hemos encontrado hasta misiones secundarias como si de un sandbox se tratara, algo que nos ha sorprendido, y creemos que todavía nos queda mucho por ver.
Sigue habiendo acción claro, entretenidos y espectaculares tiroteos con un correcto sistema de coberturas contextual, pero ahora también podemos resolver muchas de estas situaciones con sigilo, algo con lo que ya coqueteaba el anterior Tomb Raider, ahora mucho mejor realizado, aunque todavía lejos de grandes juegos basados en la infiltración.
Seguimos sin entender demasiado bien por qué casi todas las demostraciones que ha mostrado Square Enix desde su anuncio se han centrado siempre en mostrar acción, e incluso en este evento solo nos dejaron capturar vídeo de una parte muy concreta del juego, que también era de acción. Rise of the Tomb Raider es mucho más que tiroteos y espectaculares escenas guiadas por scripts, y os aseguramos que os va a sorprender con su variedad de situaciones.
Para dejarlo claro y sin ignorar la polémica, si el Tomb Raider de 2013 tenía enormes similitudes con la saga Uncharted, que no se podían obviar, esta secuela se aleja bastante de la obra de Naughty Dog, y es un juego que ofrece muchas más cosas, habiendo encontrado su propia personalidad. Mezclando momentos lineales y espectaculares, que no faltan, con una parte muy aventurera de exploración, que abraza la archiconocida fórmula metroidvania. Los escenarios están repletos de secretos con todo tipo de coleccionables, como tesoros, recursos y documentos, invitándonos a volver sobre nuestros pasos para aprovechar las nuevas habilidades y herramientas.
Rise of the Tomb Raider es un bueno ejemplo de juego en el que el resultado es mejor que la suma de sus partes por separado. Con esto queremos decir que las secciones de plataformas no son las mejores que nos hemos encontrado en una aventura, siguen siendo bastante sencillas y guiadas, los tiroteos están bien y son divertidos, aunque tampoco nos parecen sobresalientes, y el sigilo es un tanto rudimentario, con una inteligencia artificial de los enemigos bastante floja. La exploración y recolección de objetos y secretos es demasiado sencilla, gracias al instinto de supervivencia, que nos muestra todos los objetos en los escenarios, y los puzles aunque ingeniosos, no parece que vayan a ser nunca demasiado complicados.
Por separado quizás ninguno de sus ingredientes jugables sea excelente, pero todos juntos, y bien mezclados, sí que nos ofrecen un cóctel sobresaliente, nos atreveríamos a decir incluso irresistible, que va a encantar a los amantes de las aventuras. Un género en el que caben muchos tipos de propuestas, pero del que si tuviéramos que mencionar qué es una aventura por excelencia, pondríamos como ejemplo este Rise of the Tomb Raider, un juego terriblemente entretenido y variado, que te está poniendo a prueba constantemente con nuevas situaciones, consiguiendo que no veas el momento de soltar el mando.
Todo esto se ve potenciado por un apartado gráfico que te deleita constantemente con sus escenarios repletos de detalles y su buen gusto artístico, con un acertado uso de la iluminación, el viento y todo tipo de efectos atmosféricos, o las geniales animaciones de Lara y su complejo modelado. Ya el anterior juego en unas veteranas X360 y PS3 era un portento gráfico, y en este gracias a la potencia de la nueva generación han conseguido crear unos escenarios preciosos, de esos que te obligan de vez en cuando a pararte a admirarlos. Hay algunos defectillos por aquí y por allá, como texturas que no están a la altura o aparición repentina de elementos, pero esto no llega a empañar nunca unos gráficos tan vistosos y realizados con buen gusto.
En un juego que vuela tan alto en todos sus apartados el sonido no podía ser menos, y también los efectos de sonido y la banda sonora son muy buenos, así como el doblaje al castellano, que nos ha sorprendido con su calidad. En la versión española repite Guiomar Alburquerque en el papel Lara Croft, pero también han cuidado mucho las voces de los personajes secundarios, y se nota el mimo de Square Enix en este producto.
Lara vuelve por todo lo alto
Es posible que Rise of the Tomb Raider no vaya a competir por el simbólico GOTY, en un año de títulos que están haciendo mucho ruido, pero de manera más sigilosa tenemos a la vuelta de la esquina un auténtico juegazo, que se va a convertir en uno de los títulos que más vamos a disfrutar los amantes de las aventuras en este 2015. Divertido, variado, muy completo y siempre espectacular, el 10 de noviembre va a ser la guinda de la inmejorable campaña navideña que se le presenta a Xbox One, que a golpe de buenos juegos va a convencer hasta a los más escépticos.