En la última década y media, sobre todo con el estallido de las producciones independientes, el JRPG se ha ampliado. Las siglas de japanese role playing game han pasado de utilizarse como una etiqueta para designar el origen de un juego de rol, a hablar de un género, de igual modo que en el último lustro lo souls no hace referencia a los títulos recientes de FromSoftware sino a una manera muy concreta de entender el RPG de acción.
De Kickstarter a Xbox Game Pass
Desde que el pequeño equipo de Midgar Studio anunciara Edge of Eternity ha llovido mucho, lo suficiente para que en Steam y en muchas otras tiendas digitales haya decenas de JRPG de estudios muy lejanos a Asia. El estudio francés, de cuatro personas en aquel momento, intentó financiar el proyecto en Kickstarter en 2013, vendiendo la idea de una mirada al pasado del género con las tecnologías actuales, pero sin éxito; volvieron a intentarlo acompañados de una demostración en 2015, esta vez triunfando, y ha estado en desarrollo desde 2016 por un equipo de alrededor de 15 integrantes.
En enero de 2019 se estrenó en Acceso Anticipado de Steam y desde entonces se ha ido publicando en formato episódico, modificando y mejorando todo tipo de cosas teniendo en cuenta las opiniones de una comunidad tan apasionada como la de los fans de los JRPG. Tras un largo camino, que se podría tachar de odisea, el 8 de junio se estrenará en PC y en el último trimestre de 2021 en PS5, PS4, Xbox Series X/S y Xbox One; en estas últimas plataformas estará incluido en Xbox Game Pass.
En este contexto, el equipo de id@Xbox ha invitado a este medio a acudir a una presentación digital donde nos han mostrado más de diez minutos de gameplay narrado por Micah Solusod, el actor que pone voz al protagonista de la aventura, y presentado por Guillaume Veer, productor y diseñador narrativo del proyecto, quien tuvo a bien explicar los pormenores de Edge of Eternity y responder las preguntas de los asistentes.
Contar como japoneses, pensar como franceses
Uno de los comentarios más interesantes que dejó Veer tiene relación con la trama; parafraseando, "contar como japoneses con las sensibilidades de los franceses". La trama llevará a los jugadores al mundo de Heryon, donde una guerra contra unas fuerzas alienígenas asolaron el mundo con una pandemia llamada la Corrosión. La madre de los protagonistas, Daryon y Selene, padece la enfermedad, y se embarcan en una gran aventura para encontrar una cura y salvarla (y de paso, a la humanidad).
A ellos se irá uniendo un grupo cada vez más amplio de personajes que prometen ser profundos, con sus metas, sus esperanzas y sus tormentos. Así, la historia se contará con un tono y unos ritmos (por supuesto que han prometido plot twists) dignos de los JRPG, pero como apuntó Veer, se tratarán temas sociales complejos como una crisis de refugiados o las vicisitudes de la propia Corrosión.
Esto es algo que se verá representado en la propia construcción del mundo. La primera zona que nos mostraron era un lugar montañoso y gris donde se usaron armas biológicas durante la guerra: un entorno digno de la Destrucción de Pompeya donde aún se veían los cuerpos de quienes no sobrevivieron. Este lugar oscuro es solo una de las muchas zonas que nos han enseñado de un juego que promete ser muy diverso en sus espacios: costas, llanuras, junglas, aldeas con construcciones de madera, grandes ciudades futuristas e incluso naves espaciales estrelladas durante el conflicto donde viven algunos.
Es un mundo que, salvando las distancias, recuerda al de Xenoblade Chronicles a nivel de escala: espacios naturales enormes por los que nos movemos libremente y por donde transitan otras criaturas, algunas de las cuales pasarán de nosotros y otras que nos atacarán en cuanto nos vean. Aunque nos podremos mover a pata, también contaremos con la ayuda de una mezcla de gato y león en el que podremos montar para desplazarnos más rápido. Con su ayuda también se pueden seguir rastros, encontrar tesoros y otras actividades secundarias; por supuesto, se lo podremos recompensar acariciándolo. Cuando la distancia sea demasiado larga se podrán usar los portales de teletransporte repartidos aquí y allá para pasar instantáneamente de una zona a otra.
Combate con turnos, pero con alguna vueltecita
Es inevitable ver referencias a JRPG clásicos en el sistema de combate de Edge of Eternity. Los cristales, con los que desbloqueamos habilidades y mejoras estadísticas para los personajes y que colocamos en las armas, se parecen mucho a las materias de Final Fantasy VII. Las ramificaciones del árbol en las que colocamos esos cristales recuerdan mucho a los tableros de Final Fantasy X. Veer no esconde que han mirado a muchos y cita títulos como Lost Odyssey, Xenogears y Breath of Fire.
Los combates se desarrollan por turnos y hay personajes (las armas que encontramos y fabricamos, al menos las mostradas en el gameplay, son específicas de cada coprotagonista de la aventura) más centrados en los ataques mágicos, en aguantar golpes, en pegar rápido y fuerte, en sanar… El grupo podrá contar con hasta seis integrantes; el número de miembros del equipo habrá que tenerlo en cuenta incluso antes de entrar en batalla, especialmente por el sistema de hexágonos.
Desde el menú asignamos las posiciones de los personajes en los enfrentamientos. El hexágono central estará ocupado por el enemigo y podremos asignar a cuál de los hexágonos circundantes se irá cada uno de los integrantes del grupo. Una vez en la batalla podremos gastar un turno en moverlos. La colocación afectará a cada tipo de ataque o magia.
Además, en los combates habrá elementos (como una ballesta gigante) que podremos usar si nos desplazamos hasta ellos. También se podrá intentar llevar al enemigo hasta un hexágono concreto para que caiga en una trampa o para que sea afectado por algún elemento del entorno. El sistema climatológico del juego también influirá en el combate, lo que añade una capa extra de profundidad a un sistema que parece que habrá que estudiar muy bien durante las 40 o 50 horas de juego (sin completar todas las secundarias) que prometen los desarrolladores.
Con un pie en la era de PS3 y Xbox 360
Obviamente no podemos entrar mucho en detalle sobre el apartado técnico de un gameplay que hemos visto en una presentación en streaming, con los saltos de calidad que eso implica, pero sí que nos ha llamado la atención que recuerda mucho a los JRPG lanzados durante la era de Xbox 360 y PlayStation 3. Obviamente, los efectos de las magias, el detalle de los escenarios, las sombras, la iluminación y otros aspectos son los que cabe esperar de un juego de tamaño medio para PS4 / Xbox One, pero hay algo en el diseño artístico, en la estética de los personajes, en sus animaciones y en la paleta de colores que nos recuerda al ya mencionado Lost Odyssey o a títulos como Star Ocean: The Last Hope; y no lo decimos para mal, por cierto, pues está claro que es una decisión tomada a conciencia.
En definitiva, estamos ante un título que los fans de los JRPG clásicos harían bien en seguir, así como aquellos que tengan ganas de un juego del género con una vuelta de tuerca (aquí representada en su sistema de combate y una trama que parece que tocará temas poco habituales). En poco más de un mes comprobaremos de primera mano si el resultado final alcanza la buena pinta que tiene, pero que las críticas de Steam en el Early Access sean "muy positivas" da esperanzas.
Hemos realizado estas impresiones tras acudir a una presentación del juego invitados por Xbox España.