Saints Row 3 es uno de los juegos que más nos ha sorprendido en el E3. Sigue siendo de acción en mundo abierto, al estilo de los anteriores y siguiendo el modelo de GTA, pero ahora es una auténtica locura. Si Saints Row 2 os pareció extremo, y el más reciente Just Cause 2 un homenaje a la destrucción, Saints Row 3 es un monumento a la violencia gratuita tomada con sentido del humor. Un juego con el que desestresarse entre carcajadas.
Nos presentaron el juego con maestría en un teatro que THQ montó para la ocasión en su stand del E3, enseñándonos rápidamente muchas de las nuevas y salvajes posibilidades del juego.
Controlando a nuestro personaje, un miembro de la banda de los Saints con gran reputación, en apenas unos minutos nos enseñaron varias cosas del mundo abierto del juego que vamos a enumerar como si fuese una lista de hechos de Chuck Norris, en versión muy macarra:
Hasta aquí lo que nos mostraron sobre las posibilidades del mundo abierto. Luego nos enseñaron una misión propiamente dicha, de las que formarán la historia de Saints Row 3, que de nuevo vuelve a transcurrir en la ciudad de Stillwater, aunque muy cambiada respecto a lo visto en la segunda parte. Nuestro personaje, junto con otros amigos de la banda, participaba en el atraco a un banco, todos ellos ataviados con la misma máscara. Cuando entramos en el banco y todo parece pan comido, resulta que todos tienen armas y era una trampa.
Por supuesto, las cosas no iban a quedar así. Comienza un tiroteo, tirando una estrafalaria estatua de un caballo sobre las cajas del banco, y nos internamos en el edificio yendo tiroteo tras tiroteo, avanzando por secuencias de acción en una oficina bancaria en la que todo el mundo parece tener un arma preparada. Finalmente, un ligero desliz de uno de los miembros del grupo hace que venga la policía por tierra y aire, lo que hace que tengamos que huir. Un helicóptero de policía nos dispara por los tejados del edificio y, aunque nosotros podemos devolverles los disparos, la superioridad numérica es evidente.
La demostración finaliza con nuestro personaje en lo alto de una plataforma sostenida por una grúa, a la que están lanzando misiles los helicópteros. La grúa se mueve, mientras disparamos a la gente que está en las azoteas, y finalmente derribamos a un helicóptero, que con sus hélices corta un cable de la grúa, lo que hace que se vaya cayendo la plataforma en la que estamos... aunque finalmente nos agarramos a un saliente de un edificio. Sin embargo, al lograr levantarnos, nos encontramos rodeados por la policía.
La misión no era nada realmente novedosa, aunque nos daba una idea de cómo los desarrolladores han implementado mucha más interactividad en el mundo del juego, y las posibilidades del mundo abierto son realmente salvajes y prometen ser desternillantes. El juego, obviamente, será para mayores de 18 años, aunque algunas de sus posibilidades parece que piden a gritos un reportaje de esos de alarma social. Técnicamente Saints Row 3 nos ha sorprendido bastante. En toda la demostración pasaban muchas cosas, siempre había vehículos y personajes en movimiento, y el juego no se resentía lo más mínimo y seguía mostrando la ciudad con gran nivel de detalle, independientemente de la velocidad de nuestro coche o avión, y aunque hubiese dos helicópteros en pantalla disparándonos en las alturas. Saints Row 3 no será el juego del año, pero la diversión y la locura que ofrece son arrolladoras. Llegará este mes de noviembre.