De alguna manera, ser Yuji Naka debe tener su lado difícil. Aunque para todos es "el padre de Sonic", Naka-san ya había trabajado antes en juegos tan importantes como las dos primeras partes de Phantasy Star o la versión de Mega Drive de Ghouls’n Ghosts, además del originalísimo Girl’s Garden, el que se considera uno de los precursores de las visual novels.
Pero todo cambió para él en el momento en que una de sus creaciones, Sonic, se convirtió no sólo en la mascota de la empresa, sino en uno de los íconos más importantes que ha habido en la historia de los videojuegos. Un personaje, además, que una vez Yuji Naka abandonó el barco, y a diferencia de lo que ha pasado con Mario, se fue distanciando cada vez más de sus jugadores primigenios, de manera que a pesar de que aún es una marca conocida y que se asocia por un cliente ocasional a títulos de calidad, no está tan bien vista por parte de los jugadores de toda la vida.
A pesar de eso, Yuji Naka trabajó en varias obras importantes antes de dejar SEGA. La más conocida es Nights, pero también han tenido el respeto de los jugadores el tremendo Burning Rangers, el adictivo Chu Chu Rocket, el divertidísimo Samba de Amigo o el curioso Billy Hatcher and the Giant Egg. Peor suerte ha corrido al dejar SEGA, con juegos que, si bien no son malos, han pasado bastante de lado entre el gran público, como Let’s Tap, Ivy the Kiwi o el desconocido Fishing Resort, además de ese DLC de pago de Mii Plaza que es Monster Manor para Wii U.
Todos los juegos anteriores no recordaban mucho a los trabajos que hicieron famoso a Yuji Naka. Pero en 2010 se anunció un juego que sí que nos recordaba a sus grandes obras. Sin hacerse un espacio demasiado grande entre sus competidores, apareció el anuncio de Rodea the Sky Soldier, un juego que iba a aparecer para Nintendo Wii, y que de hecho se anunció como estaba terminado a finales de 2011, pero entonces ya se vio que era difícil que apareciese debido a las escasas ventas que se estaban viendo en la mayoría de juegos que aparecían para la consola de Nintendo por esas fechas.
Tras un periodo de silencio (en el que se creía que el juego estaba cancelado), el presidente de Kadokawa dijo que no, que se estaba convirtiendo a Nintendo 3DS. Y finalmente, se ha convertido a Nintendo Wii U también. El juego, de hecho, lleva desde marzo en la calle en Japón (con unas críticas que lo dejan en bueno, pero sin pasarse), y nosotros hemos podido probarlo en la gamescom 2015, ya en su versión en inglés.
Rodea the Sky Soldier es un juego en el que manejamos a Rodea, un robot humanoide con capacidad de volar que intenta evitar, junto a la princesa Cecilia, que su padre, el emperador Geardo, invada Garuda. Lo consiguen, pero para evitar males mayores teletransportan a Rodea hacia el futuro, que se despierta 1000 años más tarde, y ahora Garuda se vuelve a enfrentar a una nueva amenaza del imperio Naga.
Toda la historia y personajes de Rodea the Sky Soldier nos recuerdan a juegos y anime más propios de los 90 que de ahora. Nos pueden venir a la cabeza títulos como Grandia, Skies of Arcadia o el propio Nights, además de series de anime como Nadia: El secreto de la piedra azul o incluso algo de Nausicaa. Unos personajes con pinta de inocentes y aniñados, cielos más o menos azules, y como poco infinitos, antiguas civilizaciones, gigantes protectores, etcétera. Todo esto ya lo hemos visto antes, pero personalmente estoy encantado de volver a verlo.
Ponerse a los mandos de Rodea the Sky Soldier es un poco coger una mezcla de Sonic (curiosamente, alguno de los últimos más que los originales) y Nights. Rodea puede saltar, y puede quedarse en pantalla girando (lo que recuerda a Sonic), hasta que apuntamos a alguna dirección a la que se pondrá a volar en línea recta (que vendría a ser la parte de Nights), pudiendo modificar la trayectoria gracias al stick de dirección.
Al principio cuesta mucho entenderlo, y personalmente, tras ver jugar a quién me estuvo explicando cómo funcionaba el sistema, llegué a la conclusión incorrecta de que lo comprendería en seguida. Tras fallar en repetidas ocasiones, al final más o menos me hice con el control de la situación, y pude terminar la demo sin demasiados problemas.
Durante esta demo se me explicó que Rodea puede volar una cantidad determinada de tiempo, que aparece en pantalla, pudiendo recoger unos ítems llamados gravitons, con los que mejoramos nuestra distancia de vuelo instantáneamente, y también realizar combinaciones, lo que de nuevo, viene a recordar el sistema empleado en Nights. Como también lo recuerda su ataque básico, una carga que podremos realizar en vuelo.
No creáis que Rodea, como le pasaba básicamente a Nights, se pasa todo el tiempo volando, pero sí que es cierto que la gracia del juego, y la mejor manera de desplazarnos, es por el aire. Eso sí, Rodea, como buen robot, puede mejorar sus piezas, y eso incluye alguna que puede ser aprovechada mejor desde tierra, como la inclusión de algún ataque que necesita que Rodea aterrice sobre el enemigo.
A nivel visual, y a falta de jugarlo mucho más, lo cierto es que da una impresión agridulce. Dulce porque evidentemente es el tipo de juego que nos gustaba hace tiempo, con personajes simpáticos, aventuras y mundos de ensueño. Y agrio porque si comparamos con los buenos lanzamientos que ha tenido Nintendo Wii U, sus gráficos se quedan muy atrás, evidenciando de manera notable su origen en Wii.
A pesar de esto, le tengo muchas ganas a este Rodea the Sky Soldier. Aunque se ha ido retrasando levemente a lo largo de este año, la primera edición física vendrá con la versión de Nintendo Wii incluida en un disco aparte, lo que me parece un detalle muy romántico y tierno, acorde con el tono general del juego, y su lanzamiento. Esperamos a noviembre con los brazos abiertos, y deseamos que no se retrase mucho más.