Los fans de los RPG tácticos con Nintendo Switch están de enhorabuena en este principio de 2022. Al esperado remake Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp, que recuperará en primavera la querida y abandonada saga de Intelligent Systems, hay que sumar uno de los títulos sorpresa del Nintendo Direct de febrero de 2021: Triangle Strategy. Con cierto aroma a Final Fantasy Tactics y Tactics Ogre, el estudio japonés Artdink y Square Enix traerán el 4 de marzo a la consola híbrida un SRPG donde mezclan un combate repleto de variables a tener en cuenta, un precioso apartado artístico HD-2D al estilo Octopath Traveler, y una historia densa y maleable por nuestras decisiones.
Tras jugar los tres primeros capítulos, hay que resaltar especialmente esto último: la importancia de la trama. Los combates por turnos son un gran pilar de Triangle Strategy, pero si nuestras tres primeras horas de juego con una versión final son representativas del conjunto, los enfrentamientos representan un pequeño porcentaje de la aventura. En ese tiempo solo hemos participado en tres contiendas, y apenas habrá durado 20 minutos la más larga. El resto de la partida se ha centrado en leer mucho y en dialogar con personajes en pequeñas fases de exploración. No decimos esto como algo negativo, sino para advertir a aquellos que lleguen buscando un SRPG centrado en los combates. Por suerte, todos podéis probar lo mismo que nosotros hemos jugado con una nueva demo que ya está disponible en la Nintendo eShop.
Mucho texto en un mundo interesantísimo
Si el juego ha conseguido que ni se nos pase por la cabeza omitir las escenas o avanzar rápidamente los textos es gracias a lo interesante de su planteamiento. La obra de Artdink es una fantasía medieval que nos lleva a Norselia, un continente que aún se está curando las heridas de una guerra por el control de los recursos en la que participaron las tres grandes naciones: el Archiducado de Fraguahelada, la Sacra Sede de Dunálgida y el Reino de Glaucoburgo (dividido a su vez en varias casas vasallas).
Los primeros controlan el hierro, los segundos la imprescindible sal y los terceros las vías de comercio. La aventura nos pone a los mandos de Serinoa de Wolffort, representante de Glaucoburgo, quien se ha prometido con Frederica, de la familia noble de Fraguahelada, una unión que causa conflicto en Dunálgida por la etnia a la que pertenece esta última. Las disputas entre las naciones están en pausa por un proyecto conjunto que beneficia a todas las naciones, pero las primeras horas de juego van calentando a fuego lento la inevitable irrupción del conflicto.
Tan a fuego lento que tiene el riesgo de que algunos jugadores acaben pasando de la trama si el ritmo continúa así durante las próximas horas. Hasta el momento todo ha sido presentarnos un personaje tras otro (hay tantos que se da la opción de ver un precioso arte de los personajes importantes cuando están hablando para recordarnos quiénes son); dejarnos claras las costumbres, los conflictos y la ideología de cada una de las naciones; y poner sobre la mesa el interesante sistema de decisiones morales con el que cuenta Triangle Strategy.
Hay fases en las que podemos explorar pequeños escenarios para hablar con los personajes y encontrar objetos ocultos útiles en los combates. Hay unos que simplemente nos cuentan su vida, otros que nos dan información útil más adelante y algunos que nos plantean dudas o dilemas. Ahí tendremos tres opciones para responder que se alinean con tres valores fundamentales: el pragmatismo, la libertad y la moralidad. Elegir una u otra marcará la ideología de Serinoa, y aunque no hay ningún indicador que represente si nuestro Serinoa se guía por la moralidad o por la libertad, esa estadística oculta sí que afecta, por ejemplo, a los aliados que se unan a nuestras filas en el futuro.
También hay decisiones que afectan de manera inmediata al progreso de la historia, aunque optar por un camino u otro no depende solo de nosotros, sino que se trata de una votación democrática entre todo el grupo. En la demo, la decisión en cuestión trataba sobre visitar el archiducado o la nación eclesiástica. Algunos de los miembros de nuestro equipo querían ir al primero y otros al segundo. Sin embargo, se puede hablar con todos ellos para tratar de convencerlos, y para ello viene muy bien haber obtenido información en las secciones previas de exploración, por lo que será importante hablar con todos los personajes.
Como veis, el juego está tan centrado en la historia y en los diálogos que por momentos se percibe como una novela visual. No le vendría mal un ritmo más ágil y es cierto que hay muchas redundancias en los diálogos, pero lo cierto es que los conflictos geopolíticos que trata, la riqueza en cuanto a contexto argumental de cada una de las naciones, lo bien dibujados que están muchos de los personajes a pesar de los clichés, y los conflictos personales nos han dejado con muchísimas ganas de continuar con la aventura.
Combate profundo con excesiva tutela
El combate ocupa una pequeña parte de las aproximadamente tres horas que hemos podido jugar, pero desde el primer momento se percibe que tendrá profundidad y no tarda en ir introduciendo nuevas mecánicas. Las batallas estratégicas de Triangle Strategy beben de los clásicos del género, como Fire Emblem y el mencionado FF Tactics, pero cuenta con muchísimos más elementos que habrá tener en cuenta si no se quiere morder el polvo; en la dificultad normal las pasamos canutas en uno de los enfrentamientos, pero hay un modo fácil y otro centrado en la historia, además de otro más difícil.
En el primer combate ya deja claro la importancia de la posición en el campo de batalla: hay que aprovechar la verticalidad de los escenarios para restar unos puntos de vida extra a las duras unidades y colocarse detrás de los adversarios para asestar golpes críticos, a la vez que debemos evitar que ellos hagan lo mismo a nuestros personajes. Asimismo, también influye la colocación a la hora de hacer combos, pues los enemigos que reciban daño frontal y tengan a su espalda otra unidad nuestra serán doblemente atacados. Además, hay que gestionar con cabeza los puntos de técnica (se restaura uno cada turno) para utilizar las habilidades de cada unidad y no olvidarse de las habilidades potenciadoras de los personajes de apoyo.
No tardan en introducirse otras mecánicas como una unidad tanque capaz de atraer los ataques del resto de los enemigos, otro personajes que se hace invisible, unidades voladoras o que avanzan más rápido a caballo, ataques que envenenan, aturden, paralizan y otros muchos efectos… Las magias prometen mucho en ciertos escenarios. Por ejemplo, algunas de las cuadrículas de uno de los campos de batalla se quedaban congeladas tras usar magia de hielo, lo que ralentizaba a las unidades que pasaban por ahí. El sistema permitirá, entre otras cosas, aprovechar los charcos del entorno para que la magia eléctrica se extienda.
Y aunque aún no hemos podido trastear mucho con estos sistemas, hay mecánicas de mejoras de armas, de evolución de rango de unidades y de creación de poderosos hechizos que se pueden utilizar una vez por combate. Lo interesante es que la divisa utilizada para comprar o aprender todo ello, además de los materiales que obtengamos en la batalla y adquiramos de los comerciantes, se consigue simplemente jugando bien, aprovechando las mecánicas explicadas más arriba. Tenemos la certeza de que no hemos hecho más que rozar la superficie de un sistema de combate muy profundo. La única duda que nos genera es la importancia que tendrá el combate en sí en el conjunto general.
Una evolución del HD-2D de Octopath Traveler
En cuanto a lo visual, apenas hemos visto en un puñado de escenarios y ya nos han sorprendido con multitud de detalles y efectos. Sin duda, el estilo HD-2D (la utilización de sprites bidimensionales en un mundo tridimensional con efectos visuales modernos) está aquí mejor llevado que en Octopath Traveler en la mayoría de las escenas. En otras, sin embargo, hay fallos: en los combates la cámara no es todo lo fina que debería y al colocarla en posición cenital la colocación de las unidades sobre el mundo es extraña. Además, en las partes en las que exploramos escenarios libremente, el avatar de Serinoa parece flotar sobre el entorno y su control es poco preciso. Pero en general son asperezas nimias de un apartado gráfico precioso que se complementa con una banda sonora, de momento, excelsa.
Triangle Strategy ya ha captado por completo nuestro interés, pero estas primeras horas de juego también han despertado dudas que no estaban ahí. El contexto argumental nos parece apasionante, pero habrá que ver hasta qué punto mantiene este ritmo tan pausado y la sobrexplicación constante. El sistema de decisiones nos plantea dilemas morales grises y augura que nuestra partida (y su final) será distinta a la vuestra, pero está por ver hasta qué punto nos permitirán decidir en situaciones clave. Y el sistema de combate tiene los elementos para ser uno de los más complejos del SPRG japonés, pero a la vez nos planteamos qué peso total tienen los enfrentamientos en el conjunto del título. Lo sabremos cuando se acerque la fecha de lanzamiento el próximo 4 de marzo.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código de la versión final facilitado por Nintendo España.