El próximo 9 de septiembre nuestras Nintendo Switch se volverán a llenar de tinta con el lanzamiento de Splatoon 3, la nueva entrega de una de las sagas con más personalidad de la firma japonesa. El juego de disparos de Nintendo sigue siendo una aproximación innovadora al género siete años después del estreno de la primera entrega, tanto por su desbordante estética como por su propuesta jugable.
Ha pasado un lustro desde que Splatoon 2 llegó a Switch. Aunque añadía la portabilidad, un frenético modo cooperativo y muchos contenidos, fue considerada bastante continuista —aunque hay sagas anuales que venden como churros que cambian mucho menos—. Tras probar durante algo más de una hora el modo historia, el combate territorial en multijugador local y el Salmon Run, Splatoon 3 no parece que vaya a reinventar la rueda, pero sí que tendrá muchísimo contenido desde su estreno y mejoras en prácticamente todos sus apartados.
Un multijugador mejorado que conocéis de buena tinta
Cualquiera que haya jugado a Splatoon o su secuela se sentirá como en casa nada más entrar al Combate territorial de Splatoon 3, el modo principal y el único que pudimos probar. El objetivo es el de siempre: partidas frenéticas de tres minutos en las que dos equipos de cuatro jugadores compiten por pintar una porción del mapa mayor que la de su rival. Para ello cuentan con armas tradicionales y otras más curiosas, distintos tipos de granada y armas especiales que se recargan entintando el escenario.
Sigue siendo tan divertido, accesible y profundo como siempre, pero se han añadido varios elementos que aumentan las posibilidades. En primer lugar, un par de movimientos. Los inklings y los octorianos pueden transformarse en calamar para moverse más deprisa en la tinta de su color y para escalar.
Ahora podemos cargar un salto en una superficie vertical que tiene varias utilidades, como sorprender a nuestros rivales. Más importante aún es la esquiva direccional en forma de calamar, que ejecutada con tino permitirá evitar los proyectiles más lentos del rival y sufrir menos daño de los que impactan.
También hay dos armas nuevas con distintas variantes, cada una con más profundidad de lo que parece. El Acromatizador es un arco que dispara tres flechas: cuanto más se tensa la cuerda, tienen más alcance y se lanzan más juntas. Además, las flechas explotan tras un tiempo, lo que abre muchas posibilidades. Más complejidad aún: el arco dispara las flechas en horizontal o vertical dependiendo de si disparamos desde el suelo o saltando, y quienes dominen este movimiento podrán disparar con tino en diagonal. Por otro lado está el Azontitador, básicamente una divertida katana muy rápida en el cuerpo a cuerpo que también sirve para entintar en línea recta un área larga con su ataque cargado. Y por supuesto, estarán todas las armas ya conocidas.
Hay varias armas especiales nuevas. El Tanque cangrejo ayuda a dominar una zona pequeña del mapa, pero es menos contundente de lo que parece por su tamaño. El Emiteondas es una torreta que pinta el área a su alrededor con ondas expansivas que se pueden esquivar saltando, algo que en el frenetismo de la batalla es más difícil de lo que parece. Lamentablemente, en nuestras partidas no vimos el Dispensabebidas, que potencia a los compañeros, ni el Flotiburón, un tiburón kamikaze con el que lanzarse a lo loco y explotar pasado un tiempo.
Por supuesto, se añadirán nuevos mapas. Los dos que probamos, Callejones Crustáceo y Desfiladero Fumarola, nos parecieron muy bien diseñados. En el lanzamiento habrá que sumar otros dos inéditos y ocho retocados de las anteriores entregas, para sumar un total de 12. Como nos tienen acostumbrados con los juegos previos, no se quedarán ahí. Durante dos años añadirán totalmente gratis mapas nuevos, armas y también modos, aunque aún no se han desvelado modos que no conociéramos de la anterior entrega.
Pero más allá de las nuevas categorías del Combate caótico, del competitivo y lo repasado anteriormente, la otra novedad más importante es una gran mejora de calidad de vida, que adecúa el juego online de Splatoon 3 a la de un título de 2022. El lobby tanto para el modo local como para el online es un espacio físico en el que podemos probar armas y practicar contra muñecos mientras se busca partida o se preparan el resto de compañeros. Ya no hace falta salir de la sala de espera para cambiar de arma y personalizar el personaje, algo que se aplica también al Salmon Run.
Un modo historia mucho más ambicioso
A los fans de Splatoon les encantará leer esto: el modo campaña, El regreso de los mamiferoides, se inspira mucho en la Octoexpansión lanzada para la segunda entrega, aunque sin ser tan difícil y con mayor libertad. Es decir, a lo largo de sus niveles nos encontraremos con secciones de plataformas, con rompecabezas, con enemigos variados a los que derrotar, y de vez en cuando, con jefes finales con mecánicas únicas.
El gran cambio será que la campaña, que pondrá fin a la historieta que se comenzó a narrar en el juego de Wii U, no será lineal. Hay un overworld (que no os podemos enseñar) que permite ir desbloqueando zonas en el orden que queramos. Ese mundo general, además, está repleto de coleccionables y potenciadores del personaje, que conseguimos lanzando a nuestro compañero, Cenutrio, quien también tendrá importancia para abrirnos camino dentro de los niveles.
Hay cierto componente RPG. Con uno de los objetos que conseguimos abrimos áreas del árbol de habilidades, y con otro de los ítems desbloqueamos las habilidades concretas de dicha área. Así, se dibuja una campaña más ambiciosa que en anteriores entregas, que ofrece una experiencia distinta al modo principal, a la vez que sirve de tutorial para las armas y el movimiento (el giroscopio opcional sigue requiriendo un tiempo para habituarse). Aunque tan solo hemos jugado tres niveles, nos ha dejado con muy buen sabor de boca con y ganas de más.
Un cooperativo muy frenético: vuelve Salmon Run
La principal adición de Splatoon 2 fue el modo cooperativo por oleadas Salmon Run, que en la tercera parte vuelve con el mismo frenetismo de siempre. Cuatro jugadores deben cooperar para acabar con los salmónidos y hacerse con el caviar que sueltan los más grandes, que debe llevarse a una cesta antes de que se acabe el tiempo para pasar a la siguiente ronda. Es un modo en el que la pantalla se llena de enemigos, en el que reina el caos tras las primeras rondas, y donde la coordinación con los compañeros es esencial a poco que se suba el porcentaje de dificultad.
La novedad principal es que se podrá jugar siempre que se quiera: no está atado a horarios como en el juego anterior. Además, al menos en el modo multijugador local, se puede elegir que las armas sean aleatorias o seleccionar la que más nos guste. Pudimos probar el nuevo mapa que llegará de lanzamiento (habrá tres en el estreno), un pequeño islote con varios niveles de verticalidad que se reduce a un tamaño ínfimo conforme pasan las oleadas y sube el nivel del mar.
No faltarán tampoco nuevos enemigos salmónidos, que aparecen de manera aleatoria y que agitan cada partida. Sus puntos débiles no están del todo claros nada más verlos (y menos en el frenetismo de la contienda), por lo que, al menos en las primeras partidas, supondrán un reto. Aunque no pudimos probar este modo, también se ha anunciado el evento Big Run: cada ciertos meses los salmónidos invadirán Tintelia, y la gran ciudad de Splatoon 3 se convertirá en el escenario de un gran Salmon Run.
Tintelia es increíble
Splatoon destaca, además de su particular aproximación a los shooters, por la personalidad de su apartado artístico. La ciudad en la que se ambientaron las anteriores dos entregas, Cromópolis, deja paso aquí a Tintelia, una urbe inspirada en varias grandes ciudades asiáticas, con enormes rascacielos, callejones, plazas y mucho buen rollo. El menú nos permitirá ir de un lugar a otro, pero es un placer ir a pie de una tienda de ropa a otra, del espacio de las batallas online a la alcantarilla que nos lleva a la campaña, del área donde se juega al puzle con cartas Lucha carterritorial (que tampoco probamos)...
Todo gracias a la ambientación y a un apartado técnico, estético y musical que no solo sigue siendo deslumbrante, sino que va incluso más allá que en los anteriores juegos: habrá quien saque muchísimo partido del modo foto. Por supuesto, la saga brilla también por las posibilidades de expresión que da a los jugadores mediante las vestimentas, los dibujos que podemos compartir en Tintelia, la nueva decoración de taquillas, los gestos y banners… Todos estos elementos cosméticos serán gratuitos: durante los dos años de actualizaciones se añadirán catálogos de objetos con los que personalizar a nuestro inkling u octoriano; también habrá un gran DLC de pago cuyo contenido se desconoce.
Aunque todavía nos falta mucho por ver y jugar de Splatoon 3, esta primera sesión a los mandos nos ha dejado claro que el título tiene muy buena pinta, que vendrá repleta de contenidos nuevos y retocados, y que probablemente hará las delicias de los fans de la serie, pero también, de quienes se adentren en ella por primera vez, pues se encontrarán con un shooter innovador, magistral y con muchísima personalidad que ha sido pulido y repulido durante dos entregas, y que ofrecerá un paquete completísimo y en constante crecimiento. El próximo 27 de agosto se podrá probar gratis (incluso si no se tiene Nintendo Switch Online) el primer Splatfest del nuevo juego, por lo que es una oportunidad perfecta para ver si el shooter de Nintendo es para vosotros.
Hemos realizado estas impresiones tras haber sido invitados a un evento por Nintendo.