Chinatown Wars tenía una estructura tan directamente ligada a Nintendo DS, por sus limitaciones y posibilidades técnicas, inteligente (y continuo) uso de la pantalla táctil, el micrófono o su filosofía liviana que resultaba imposible imaginarlo trasportado a otra plataforma sin perder parte de su esencia.
PSP es una plataforma indudablemente más capaz y con sus peculiaridades, como la pantalla panorámica.
Las dos entregas publicadas hasta el momento (Grand Theft Auto Liberty City Stories y Vice City Stories) representan una adaptación casi literal de los universos creados en Rockstar para GTA III y Vice City, sin perder apenas detalle y convirtiéndose en dos de las aventuras más completas jamás diseñadas en un sistema portátil.
En resumen, Rockstar ha demostrado saber potenciar las virtudes y minimizar los defectos de dos plataformas tan dispares como originales pero, ¿cómo se puede traspasar la frontera de Chinatown Wars a PSP sin que desmerezca la obra original y sin decepcionar a los jugadores de Sony? Con inteligencia y sin histrionismos.
Una vez más, nos pondremos en la piel de Huang Lee, hijo de un patriarca en la mafia china de Liberty City, asesinado por una vendeta construida sobre una mentira (una reliquia sin ningún valor). La historia nos sitúa en un universo de drogas y corrupción en la línea de GTA IV, sin perder referencias ni la ambición de universo vivo del clásico de Rockstar.
El videojuego original funcionó, entre otras muchas cosas, por devolver a la franquicia sus derroteros originales, inclusive, ese aura de comedia negra jocosa, sin mayores pretensiones que el de recrear un conflicto entre bandas simplificado, el monopoly de las infraestructuras ilegales. Conducción, acción y ciertas dosis de juego de rol convergen en una aventura sólida y de una complejidad en cuanto a historia, diversidad de misiones y duración prácticamente inigualable a la de ningún otro título del catálogo de Nintendo DS.
¿Qué oferta ofrece esta edición? La primera gran diferencia es el apartado técnico. Aunque respeta el estilo gráfico caricaturesco del original (semejante a las propias ilustraciones de la saga desde GTA III) sí que evoluciona sensiblemente respecto a la versión para NDS.
Los pequeños detalles, como la composición de los edificios, el modelado de los coches (donde se diferencian mucho mejor unos de otros, el cuidado especial en los brillos y texturas, reflejos, etc.) han evolucionado favorablemente debido a la omnipresente potencia de PSP. Los efectos de luces generales, transiciones climatológicas o las animaciones también han mejorado, por no mencionar la resolución y el nuevo aspecto panorámico del juego.
El gran interrogante, los minijuegos continuos que marcaban el contrapunto con los GTA habituales, se han adaptado con maestría y ofreciendo una gran ventaja. Los movimientos con el stylus desaparecen para dar paso a secuencias de botones más tradicionales. Aunque pierda espectacularidad, ofrece un ritmo de juego más trepidante y mucho más "portátil" si cabe al no tener que depender de la dualidad lápiz-botones.
La interfaz del propio juego se ha adaptado a PSP, desplegando por la pantalla el mapa y toda la información necesaria para no entorpecer al jugador y evitar así la doble pantalla del original. Aunque en Nintendo DS el resultado era prácticamente perfecto, resulta especialmente sincero el que en apenas unos minutos, nos olvidásemos del formato original de información a doble pantalla.
Esta versión incluirá novedades para aquellos que hayan disfrutado del original. Se han ampliado misiones, tanto secundarias como de la historia principal: lejos de ser nuevas persecuciones clásicas o una extensión simple del juego, incluye un nuevo patrón inusitado en esta versión portátil de mafia y acción: misiones interiores. No significan (evidentemente) el grado de profundidad e inmersión de un tiroteo en GTA IV, pero sí que representa de forma original la diferencia de espacios y la efectividad de las distintas armas (que abarcan desde un bate de béisbol a un lanzallamas "extermina plantas de marihuana"...).
PSP (y en el futuro iPhone y iPod Touch) podrán presumir de tener en su catálogo uno de los mejores juegos de la historia reciente en el terreno portátil. Chinatown Wars en PSP convence por su accesibilidad y por respetar de forma prácticamente intacta, los principales valores que consiguieron postrar a la crítica una vez más ante los pies de Rockstar. Un buen trabajo de adaptación, lejos de ser una conversión inánime, que esperamos tenga una buena acogida por parte del gran público.