Los amantes de los juegos de acción van a tener unos primeros meses del año atareados, con títulos como Crackdown 3, Far Cry: New Dawn, Metro Exodus, Anthem, Tom Clancy's The Division 2 y finalmente Rage 2, que llegará el 14 de mayo a Xbox One, PS4 y PC, y que ya hemos podido probar durante un par de horas para comprobar qué va a ofrecer exactamente este nuevo título de Bethesda.
Anunciado en el pasado E3, a muchos nos pareció una gran idea el concepto de esta secuela: coger lo mejor de los juegos de acción en primera persona de id Software y llevarlo a los mundos abiertos de Avalanche Studios, el estudio sueco responsable de títulos como Mad Max y la saga Just Cause.
Gameplay comentado
Eso sí, para que nadie se lleve a equívocos y luego se decepcione, lo primero que hay que dejar claro es que el juego está siendo desarrollado completamente en Suecia por Avalanche, e id Software se está ocupando de asesorar y supervisar, pero no esperéis un "copia y pega" de los tiroteos de DOOM; por lo que hemos podido probar hasta el momento, como shooter está bien, es divertido, frenético y salvaje, pero no es tan bueno como en el último juego de id Software, que era simplemente perfecto en ese aspecto.
Rage 2, una aventura exclusivamente para un jugador, va a tener otras virtudes, las que aportan los mundos abiertos en forma de libertad, exploración y actividades y misiones secundarias, que no parece que vayan a ser revolucionarias, pero sí lo suficientemente variadas para tenernos entretenidos durante un buen puñado de horas destrozando a centenares de enemigos.
Si no jugasteis al primer Rage de 2011 no os preocupéis, la historia se sitúa 20 años después y aunque es el mismo universo y repiten algunos personajes, el juego tendrá sentido por sí mismo y no hará falta estar al tanto de los acontecimientos del primero para disfrutarlo.
Estamos en un mundo postapocalíptico de manual, un Yermo salvaje y sin reglas donde impera la ley del más fuerte, con sus diferentes facciones, bandas enemigas y algunos aliados, y todo en un tono bastante distendido y de humor negro que no se toma demasiado en serio, a medio camino entre un un Fallout y un Borderlands.
Aunque por lo visto en sus primeros tráilers dio la impresión de que iba a ser un juego de acción en mundo abierto centrado totalmente en la jugabilidad y con poca carga narrativa, lo que nos sorprendió de este contacto es que sí cuenta con una historia bastante elaborada, con largas y divertidas conversaciones con personajes de lo más excéntrico, recordándonos en esto un poquito a los últimos Wolfenstein de MachineGames.
Hay una gran ciudad, Wellspring, con distintos personajes que nos pueden encargar misiones, que se reparten en varias facciones; dependiendo de las misiones o favores que hagamos para una de estas, subiremos de nivel en ella, y desbloquearemos diferentes mejoras, habiendo bastantes opciones para progresar a nuestro personaje como más nos apetezca.
Hicimos algunas misiones de la historia principal, y estas bien podrían haber pertenecido al primer Rage, ya que se desarrollaban en secciones lineales y "pasilleras", siendo así muy intensas, incluso con algunos jefes lineales.
Los tiroteos están muy basados en la movilidad, con doble salto, deslizamiento por el suelo y movimientos de esquiva laterales o dash, algo que se está poniendo muy moda en el género y que también veremos en el esperadísimo Doom Eternal. Pero Rage 2 también apuesta por armas y poderes bastante originales, que se combinamos entre sí nos permiten realizar acciones muy espectaculares, lo que hace que los combates sean especialmente divertidos.
Vuelve el satisfactorio Wingstick del primer Rage, esa cuchilla de triple hoja tipo bumerán que podemos lanzar a los enemigos a distancia, y que en esta ocasión incluso nos permitirá doblar las esquinas de las coberturas. Aunque en un principio puede parecer que no es un arma especialmente potente, mola un montón lanzar a un enemigo al aire, por ejemplo con el ataque especial de impulsar con la mano, y luego tirarle el Wingstick y trocearle.
Estas habilidades o poderes especiales van a tener mucho peso en el combate, y saber utilizarlas en el momento oportuno y combinarlas con las armas va a marcar la diferencia. Además del divertido golpe con la mano que ya hemos mencionado, que manda a los enemigos a tomar vientos a varios metros de distancia, tenemos un vórtice antigravitatorio que los deja suspendidos en el aire a nuestra merced -y que a nosotros nos permite dar enormes saltos-, una barrera de energía para protegernos, y el espectacular salto con puñetazo, que golpea contra el suelo y hace un gran daño de área, reventando a todo lo que esté a nuestro alrededor. También cuando tengamos la barra de especial cargada podemos entrar en un modo furia o berserk, en el que durante unos segundos somos más resistentes y letales, invitándonos a ir a lo loco a por los enemigos.
En las armas también hemos visto algunas cosas bastante originales, todas tienen al menos un par de modos de disparo muy diferentes, que hacen que sean dos en una, y una de ellas se nota claramente inspirada en la saga Just Cause. Consiste primero en disparar una serie de proyectiles a un objeto o enemigo, y luego un proyectil de destino, a donde irá propulsado aquello que enganchamos, ya sean enemigos o barriles explosivos, pudiendo crear divertidas combinaciones.
Con tantos movimientos, armas y poderes especiales, los tiroteos nos invitan a ser creativos, y por ello son muy divertidos y espectaculares. Como hemos dicho al principio puede que no sean tan finos como los de DOOM, al menos por ahora (quedan casi cuatro meses de desarrollo y tiene margen de mejora), pero van a ser de lo más destacable dentro del género, y más de los mundos abiertos, que no suelen ofrecer una jugabilidad tan frenética.
Ya que las comparativas van a ser inevitables, el ritmo de la acción es mucho más intensa y dinámica de lo que puede ofrecer un Far Cry, para que os hagáis una idea. Así que aunque parezca que en pocos meses van a ser salir tres juegos muy parecidos, de mundo abierto y ambientación postapocalíptica (Far Cry: New Dawn, Metro Exodus y Rage 2), lo cierto es que cada uno va a ofrecer cosas muy diferentes, sobre todo en lo que se refiere al ritmo de sus tiroteos.
El mundo abierto de Rage 2
Uno de los motivos principales por los que Avalanche Studios está al frente de este proyecto es por su experiencia en realizar juegos de mundo abierto, y por lo que hemos visto no se puede decir que vayan a revolucionar el género, y es bastante tradicional en el tipo de actividades y lo que vamos a encontrar explorando su amplio mundo.
Si jugasteis al primer Rage ya recordaréis la presencia de los vehículos, con los que podíamos correr y combatir, aunque acababa siendo un parte bastante anecdótica y con poco peso en el desarrollo. Ahora al ser un verdadero sandbox, los coches tienen más importancia, tanto para movernos por los amplios escenarios como para luchar contra enemigos e incluso competir en carreras.
Hay competiciones con varios corredores en circuitos cerrados, pero también podremos retar a los pilotos con los que nos crucemos mientras exploramos el Yermo e improvisar una carrera. Hay muchos tipos de vehículos, más o menos ligeros, incluso camionetas, y todos tienen su propio armamento, que nos vendrá muy bien para defendernos de los ataques, o para asaltar convoyes, enormes fortalezas sobre ruedas compuestas por diferentes vehículos que nos darán suculentas recompensas si derrotamos.
Después de haber disfrutado de Mad Max del mismo estudio, en el que la jugabilidad con los vehículos estaba muy conseguida, gracias a la agradable y contundente sensación de peso y la correcta suspensión sobre la arena, nos ha sorprendido que no sea exactamente igual en Rage 2, y lo hemos notado un poquito peor. El satisfactorio cuerpo a cuerpo aquí se pierde, se le da mucha más importancia a las armas, y aunque en general la conducción está resuelta de manera correcta, se controla bien, esperábamos un poquito más de esta parte del juego, y tiene margen de mejora de cara al lanzamiento.
No todo serán vehículos sobre ruedas, y si nos lo ganamos incluso podremos llegar a obtener el minicóptero Ícaro, un vehículo volador con el que podremos explorar el mapa con absoluta libertad, una recompensa muy suculenta que imaginamos no se podrá conseguir hasta el tramo final de la aventura.
El mundo cuenta con multitud de fortalezas repletas de enemigos que podemos atacar en cualquier momento, aunque se nos advierte de su dificultad en el mapa, y en ellas además hay varios objetivos, como encontrar unos coleccionables. Tenemos también la arena de Mutant Bash, un macabro concurso de televisión en el que tenemos que superar diferentes tipos de pruebas y en el que nos podemos picar a obtener las mejores puntuaciones.
Están las Arcas perdidas, unas instalaciones bien escondidas pero imprescindibles si queremos desbloquear las habilidades especiales. Hay misiones de caza, en las que nos piden acabar con un objetivo, y los ataques de la Autoridad, el gran enemigo del juego, que en cualquier momento del mapa puede llegar con sus enormes aeronaves y lanzarnos todo tipo de soldados e ingenios mecánicos como torretas y drones, siendo un evento aleatorio que puede ocurrir en cualquier lugar del mapa.
Al tratarse de una versión pre-beta, que jugamos en PC, todavía no debemos sacar grandes conclusiones sobre sus gráficos, que tenemos que admitir que no nos sorprendieron, pero se ve bastante bien a faltar de pulir en este tramo final del desarrollo. La dirección de arte es una de sus partes más llamativas, con mucha personalidad, y aunque no parece que vaya a ser uno de los referentes gráficos de la generación es un juego bastante vistoso, y que además funcionará a 60fps en PS4 Pro y Xbox One X, algo que tiene su mérito al ser de mundo abierto.
Una opción más que interesante para los amantes de la acción
En un año que va a estar repleto de grandes shooters, Rage 2 nos va a ofrecer su propia visión del género, con una aventura de acción desenfadada, salvaje y espectacular y que promete ser muy entretenida, aunque a la vez poco sorprendente, y que de momento no nos ha parecido sobresaliente en ninguno de sus apartados. Por suerte un juego es algo más que la suma de sus partes, y es su conjunto, en el encaje de todas sus piezas, donde nos puede llegar a ofrecer uno de los títulos de acción más interesantes del año, o al menos de los más divertidos. Se lanzará el 14 de mayo en Xbox One, PS4 y PC.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar a una pre-beta de la versión de PC en las oficinas de Bethesda en Londres.
