Análisis Rage 2, un loco y divertido FPS de mundo abierto (PS4, PC, Xbox One)
El 2019 es un año muy bueno para los amantes de los juegos de disparos en primera persona que ya han podido disfrutar de Metro Exodus, Dusk, la remasterización de Blood y que podrán disfrutar, más pronto que tarde, de una nueva entrega de Wolfenstein gracias a Wolfenstein: Youngblood.
Frente a todo ese catálogo de juegos para los amantes de la pólvora nos ha llegado Rage 2, una inesperada continuación de un título de id Software que, con el paso de los años ha ido convirtiéndose en un shooter de culto.
Videoanálisis
En esta ocasión, id Software ha decidido contar con la ayuda de Avalanche Studios para ofrecernos una experiencia más libre, alocada y divertida que pega bien a nivel jugable en los momentos de disparos pero que, en todo lo demás, no destaca especialmente, ofreciéndonos un buen título que, en un año con tantos competidores, podría quedar relegado a un segundo plano.
Saludos, ranger
Algo de lo que nos dimos cuenta nada más empezar la partida en Rage 2 es que el juego comete el mismo fallo que, en su momento, cometió Metro Exodus en sus minutos iniciales, contándonos una historia de forma un tanto apresurada para justificar, rápidamente, nuestra salida al exterior y a explorar con total libertad el mundo postapocalíptico de Tage.
Somos Walker, y, tras el ataque de La Autoridad (el grupo antagonista del juego) a nuestra ciudad somos el único Ranger con vida, teniendo que contactar con viejos aliados para poner en marcha el proyecto Daga y acabar, de una vez por todas, con la mayor amenaza a la que nos hemos enfrentado nunca.
Una vez hayamos lamido nuestras heridas tras este ataque en el que han fallecido amigos y familiares nos montaremos en nuestro vehículo y comenzaremos la aventura, pudiendo dirigirnos a tres puntos distintos, en el orden que queramos, para contactar con esos viejos aliados, realizar misiones y comenzar a recolectar recursos para hacer frente a nuestro objetivo final, matar al General Cross, líder de La Autoridad.
Un mundo abierto vivo y bien construido… aunque con cosas que se repiten
En cuanto abandonamos Vineland, nuestra morada antes del ataque de La Autoridad, comenzamos a sentir ese mundo abierto de Rage 2 que está muy vivo y bien construido a nivel artístico y jugable con un montón de enemigos, instalaciones que explorar, lugares que reclamar, patrullas que evitar…
Para recorrer el mundo podremos ir andando o utilizar cualquiera de los vehículos que vayamos encontrando durante nuestras aventuras además de contar con un coche especial inicial llamado Fénix y de Ícaro, un helicóptero que podremos encontrar en cierta localización que no vamos a descubrir y que nos permitirá agilizar sobremanera todos y cada uno de nuestros viajes.
Algo mejorable, por otro lado, es la mecánica de conducción de estos vehículos que, al menos con teclado y ratón, se antoja un tanto torpe tanto a la hora de frenar o girar como cuando queremos utilizar algunas de las armas que estarán equipadas en los mismos.
Además de esta conducción un tanto torpe, el mayor problema de este mundo abierto a nuestros ojos es que la mayoría de las cosas que hacer que nos encontramos son bastante similares entre sí, variando muy poco el objetivo final que será, mayormente, matar a todos los enemigos para posteriormente realizar una acción X o Y. A esto hay que sumarle algunos eventos divertidos como carreras de coches o las actuaciones para el programa MBT que nos enfrentarán a eventos con un extra de violencia y disparos.
Los disparos más divertidos hasta la fecha
Aunque el mundo abierto tiene sus claros y oscuros lo que es indudable es que, en lo que a mecánicas de disparo se refiere, Rage 2 es una auténtica maravilla a nivel jugable tanto por el control suave y preciso del apuntado como por sus diferentes armas que nos permitirán destrozar a nuestros enemigos de una forma de lo más variopinta.
Algo que nos ha gustado bastante y que también hemos visto en otros juegos es una sustancia que dejan los enemigos al morir y que nos permite recuperar parte de nuestra vida. Esta sustancia, además, se evapora pocos segundos después de cada muerte, lo que favorecerá que nos vayamos moviendo por todo el escenario para ir recogiéndola y recuperar nuestra vida, evitando que tengamos que usar botiquines excepto en momentos muy críticos.
Otro punto interesante es Sobrecarga, una habilidad que se irá cargando a medida que matamos enemigos y que, al activarla nos permitirá potenciar de forma salvaje el poder de nuestras armas y recuperar parte de vida de nuestro personaje.
En el otro lado de la balanza nos encontramos con las mecánicas de los enemigos especiales a los que nos enfrentaremos durante toda la partida, que son demasiado similares entre sí y que, al menos a nuestro juicio, se antojan un tanto repetitivas. El equipo de desarrollo podría haberse esmerado un poco más para ofrecernos jefes finales más variopintos y con diferentes mecánicas jugables.
Poderes, coleccionables y progresión de Walker
Para el final de los apartados capitales a nivel jugable hemos querido dejar todos los poderes con los que contará Walker para hacer frente a su aventura, que deberemos desbloquear encontrando unas arcas repartidas y escondidas por todo el mundo que nos darán acceso a nuevas armas o habilidades especiales motivando, de paso, la exploración de todo el mapa.
Otro aspecto a destacar es la progresión que podremos hacer con nuestro personaje, mejorando armas, habilidades, características o vehículos necesitando para ello diferentes materiales o coleccionables que podremos encontrar, una vez más, recorriendo su alocado mundo amén de encargar a nuestros aliados ciertos proyectos que nos permitirán también mejorar algunas características de Walker.
Una campaña sencilla que no pasará a la historia
Rage 2 nos ofrece una campaña sencilla de algo más de 10 horas de duración que, desde luego, no nos ofrecerá una historia demasiado interesante y tampoco muy bien planteada, centrándose en ofrecernos la mayor diversión jugable posible.
La ejecución de la misma, en lo que a misiones se refiere, es también muy sencilla y, en cierto punto, nos obliga a completar diferentes misiones secundarias para ganar reputación con nuestros nuevos aliados para seguir con la historia principal. Se trata de una forma de añadir horas de juego de forma artificial que últimamente se está poniendo de moda en juegos de este estilo y que, al menos a nosotros, no nos gusta nada y nos estropea el conjunto de la experiencia.
Lo que más nos ha gustado son los numerosos guiños tanto al primer Rage como a la cultura pop de los 80 y los 90 con algunos momentos muy hilarantes que nos transportan al pasado y que, sin duda, gustarán a los jugones más veteranos.
Además, Bethesda, para añadir más madera al juego, añadirá nuevo contenido gratuito durante las próximas semanas para ofrecernos aún más cosas que hacer y, próximamente, también llegarán DLC de pago para ofrecernos nuevas aventuras. Podéis encontrar más información al respecto aquí.
Solvencia a nivel técnico con un buen rendimiento
Pasando al aspecto técnico, Rage 2 se ha mostrado solvente en todo momento, pudiendo moverse sin dificultad a más de 60 cuadros por segundo en todo tipo de situaciones, sin importar el número de enemigos, efectos, explosiones o todo lo que ocurriese en pantalla a una calidad gráfica Ultra y una resolución de 1080p con un equipo con un Intel Core i7 7700K, 16GB de RAM, un SSD como unidad de almacenamiento y una gráfica NVIDIA GeForce GTX 1070 Ti FE.
A nivel artístico el mundo es colorido y está lleno de detalles que nos entran muy bien por los ojos y el trabajo a nivel de sonido también se ha ejecutado de forma impecable tanto en las librerías de los sonidos de las armas, los motores, etc. como en la banda sonora y el doblaje tanto en castellano como en latino.
Conclusiones
Rage 2 es un juego de acción desenfrenada que nos proporciona mucha diversión en sus mecánicas de disparos, bastantes guiños a títulos anteriores de idSoftware y a la cultura de los 80 y un mundo abierto bien diseñado aunque con un contenido que podría ser más variado.
Si os gustan los juegos de esta desarrolladora, la nueva entrega de Rage os va a dejar un buen sabor de boca, pero por distintos aspectos como algunas misiones o mecánicas un tanto repetitivas esta última obra está un peldaño por debajo de otros resurgimientos de títulos clásicos de id Software como el reboot de Doom o los nuevos Wolfenstein.
Aun así, creemos que es un juego con el que van a disfrutar todos los amantes del género y, probablemente, también a todos aquellos a los que les gusten los juegos de mundo abierto con muchos coleccionables que recuperar o fortalezas que explorar.
Hemos realizado el análisis en su versión de PC con un código que nos ha proporcionado Bethesda.