Overkill's The Walking Dead al fin llegará a las tiendas el 8 de noviembre de este año tras un largo y accidentado desarrollo. El título no solo ha permanecido oculto hasta hace bien poco, sino que ha sufrido varios retrasos que le harán llegar más de cuatro respetables años después que su anuncio inicial a mediados de 2014. Cuando debute finalmente este otoño tendrá el reto de convertirse en el videojuego definitivo basado en la licencia transmedia creada por el guionista de cómic Robert Kirkman, que ha tenido un papel muy activo en el desarrollo de esta adaptación.
Kirkman es uno de los creativos que mejor ha rentabilizado la moda zombi que resurgió a principios de este siglo. Su tebeo The Walking Dead comenzó en 2003 con gran éxito y poco a poco se ha convertido en una especie de imperio, aunque con altibajos de calidad. La adaptación a la televisión de AMC ha batido varios récords de audencia pese a que ahora esté envuelta en cierta polémica y su spin-off Fear the Walking Dead también ha gozado de un notable éxito.
En el mundo del videojuego casi todo ha salido bien: Solo el shooter The Walking Dead: Survival Instinct ha zozobrado mientras que los juegos para móviles han sido bastante buenos y las aventuras gráficas de Telltale Games han tenido un grandísimo éxito y prácticamente han inventado un género, con el hito de haber ganado el premio de juego del año en los premios VGA de 2012. Con Overkill’s The Walking Dead intentarán encontrar el camino en el género más natural para la serie: la acción en primera persona cooperativa.
Entre Left 4 Dead y Dead Island
Hay una especie de problema en todo esto: The Walking Dead es la marca zombi por excelencia, pero Left 4 Dead llegó antes y lo hizo demasiado bien. El título de Valve Software y Turtle Rock no solo es muy recordado, sino que todavía cuenta con una respetable media de 10.000 jugadores en Steam. Otros juegos similares como Dead Island o Dying Light han explorado fórmulas parecidas y han tenido éxito, así que la sensación que tuvimos al probar por primera vez Overkill's The Walking Dead fue positiva, pero demasiado familiar. Lo pasamos bien, pero como muchas otras veces.
El título nos plantea acción cooperativa a cuatro jugadores, cada uno de ellos controlando a un personaje concreto, prefijado y con unas especialidades. Estos personajes se presentaron en las semanas antes del E3 con una serie de vídeos bestiales, realmente vistosos y crudos. Cada uno de ellos tiene sus propias habilidades y diferencias, pero no nos contaron demasiado de las mismas. Pudimos jugar con Heather, algo así como la exploradora del grupo. Aparentemente, cada personaje tendrá su árbol de habilidades que ir desarrollando, y compenetrando los roles de cada uno podremos ir avanzando por el juego.
Lo que más nos ha gustado de esto es que, como es seña de identidad de la serie, cada personaje está construido, tiene un trasfondo y una personalidad que se irá dando a conocer y desarrollando a través del modo historia, ambientado en Washington D.C. un tiempo después de que brote la epidemia zombi.
Aprovechando pros y contras
En la demo, en la que jugábamos con tres desconocidos sin apenas posibilidad de coordinarnos, sí comprobamos que el juego en cooperativo es esencial para sobrevivir. No solo porque los zombis y los humanos te acaban abatiendo y es necesario que te revivan, sino también por la cantidad de cosas que pueden estar pasando sin que te des cuenta. El chat de voz es muy útil para saber lo que pasa, ya que el juego no cuenta con demasiados indicadores.
Los zombis pueden aparecer por cualquier lado, deslizarse por debajo de cualquier verja y, si hacemos mucho ruido, pueden venir en plan avalancha, tal y como ocurre en la serie y en los cómics. Los zombis son algo así como parte del decorado, no tienen gran peligro a no ser que vengan en grupos numerosos y nos confiemos; lo que sí es peligroso son los grupos de humanos y las consecuencias de los tiroteos, tal y como vimos en la demostración.
Algo que nos sorprendió bastante es que la munición se comparte (es decir, cada uno la puede coger en su partida) y que la muerte no es permanente. Si no consiguen reanimarnos a tiempo simplemente nos regeneraremos pasado un larguísimo minuto.
Sensaciones familiares
Esta adaptación de Overkill y Starbreeze no pretende reinventar la pólvora sino que es un juego de acción en primera persona bastante conservador, combinando lo visto en juegos como Left 4 Dead, Dead Island o Dying Light. Recuerda bastante a los tres, pero el énfasis en lo cooperativo y la escasez de munición le hace tener un toque nuevo: no demasiado novedoso pero sí interesante. Tendremos que recurrir en muchas ocasiones a nuestra arma de cuerpo a cuerpo, y sobre todo aprovechar la munición de nuestra arma principal para las ocasiones especiales (avalanchas de zombis o enemigos humanos), ya que, como pasaba en el célebre primer Resident Evil, las balas escasean y nunca sabes la situación desesperada en la que las vas a echar en falta.
Llenará un hueco
No puede decirse que Overkill's The Walking Dead sea el juego más original que hemos visto en el E3, pero sí vendrá a llenar un hueco que se ha quedado un tanto huérfano una vez abandonada toda esperanza de ver un nuevo Left 4 Dead, el estado dudoso de Dead Island 2 y el propio camino que ha seguido Dying Light 2. Es desde luego el juego más ambicioso que se ha hecho basado en The Walking Dead, y tiene detalles más que interesantes, como el desarrollo de los personajes, la fidelidad al universo creado por Robert Kirkman y esos momentos desesperantes en los que te quedas sin munición y tu pala y tu sangre fría es tu única esperanza. Debutará el 8 de noviembre, rodeado de competencia, con la esperanza de hacerse un hueco en las agendas de los jugadores.
Hemos probado una demo en el stand de Starbreeze Studios en el E3 2018.