Ya queda menos de un mes para que podamos disfrutar de Assassin's Creed Origins, un título muy esperado para los seguidores de esta saga de Ubisoft, y también para los amantes de las aventuras de acción en mundo abierto, que seguro están siguiendo de reojo el desarrollo de un título que necesita devolver a la marca Assassin's Creed a lo más alto, tras comenzar con mal pie en la actual generación de consolas.
En agosto pudimos probarlo durante una hora aproximadamente, y nos dejó muy buenas sensaciones su propuesta, aunque todavía necesitábamos jugar más para despejar unas cuantas dudas. Y ahora ya hemos podido probarlo durante unos cuatro horas, lo que nos ha servido para tener una idea mucho más certera de lo que será el juego final.
Como nos habían prometido, Assassin's Creed Origins es una gran renovación de la saga, aunque quizás no tan profunda como muchos se esperaban o deseaban. El hecho de volver a un pasado tan lejano (se desarrolla más de 1000 años antes de la primera entrega), contar con una nueva ambientación como Egipto, tener un sistema de combate completamente nuevo, y más toques de RPG que nunca, son muchos cambios que refrescan la fórmula.
Pero una vez que te sumerges en su desarrollo y te pones a hacer misiones, todo resulta bastante familiar, se sigue sintiendo como un Assassin's Creed, así que no esperéis otra cosa. Si la saga no os había convencido hasta ahora, esta nueva entrega tampoco creemos que os vaya a hacer cambiar de opinión, pero si eres de lo que alguna vez has disfrutado de su propuesta, o de los que directamente se han jugado a todas las entregas, incluso a las más vilipendiadas, este juego tiene todos los ingredientes para poder engancharte y hacerte disfrutar de lo lindo.
Esta preview se centró en que comprobáramos de primera mano cómo se siente su mundo abierto, y apenas pudimos avanzar en la historia ni ver el diseño de las misiones principales. La trama argumental con personajes históricos como Cleopatra, Julio César y Ptolomeo XIII, y la interesante premisa de conocer el verdadero origen de la Hermandad de asesinos, tiene todo los ingredientes para ser interesante, pero ya hemos visto entregas anteriores que partían de una argumento muy interesante (AC Unity), y luego no sabían qué hacer con él, así que esto nos obliga a ser cautos.
De momento el protagonista, Bayek, no parece que vaya a ser uno de los más carismáticos de la saga, pero por lo que hemos vislumbrado sí lo van a ser los conflictos en los que se verá envuelto, tantos los históricos como los inventados, con esa apasionante rivalidad legendaria entre Asesinos y Templarios, de la que parece vamos a conocer cuestiones claves en esta entrega.
Como decíamos antes, este nuevo contacto con el juego estuvo centrando en que conociéramos en profundidad su gigantesco mundo abierto, sin duda el más grande de toda la saga, en el que encontraremos todo tipo de contenidos, desde misiones principales y secundarias, a eventos aleatorios, coleccionables, templos y mazmorras en los que encontrar tesoros, campamentos enemigos, y muchos animales que tendremos que cazar par obtener recursos.
Se nota el esfuerzo en esta entrega para que las misiones secundarias sean un poco más elaboradas (es aquí donde notamos esa inspiración en The Witcher 3 que se venía hablando desde hace tiempo), con distintos objetivos en una misma misión, y todas con una pequeña historia detrás, por anecdótica que sea. No nos volaron la cabeza las que pudimos probar, pero no tienen nada que ver con las de anteriores entregas, ahora son más propias de un juego de rol.
Las misiones se van añadiendo de manera bastante ordenada a una lista, ya que podremos tener muchísimas activadas a la vez, y parece claro que quieren que el desarrollo del juego sea más orgánico, dar más libertad al jugador para afrontar los objetivos en el orden que quiera.
Este Assassin's Creed se siente más que nunca como un RPG, algo que en nuestra opinión le sienta muy bien. Nos dejan muy claro en todo momento el nivel de los enemigos y el de las misiones para saber cuáles son nuestros límites a la hora de avanzar o afrontar ciertas situaciones, y hay multitud de armas y equipamiento, que solo podemos equipar si tenemos el nivel suficiente. Si nuestro personaje es de nivel 15 y tenemos disponible una misión de nivel 17, es mejor no afrontarla o tendremos verdaderas dificultades, así que es mejor mejorar a Bayek antes de intentarlo.
La correcta gestión del dinero y de los recursos que vamos obteniendo cobra un gran protagonismo, ya que además de poder obtener nuevas armas derrotando enemigos, asaltando campamentos y encontrando cofres, también podemos comprarlas o mejorarlas en los herreros.
Como tanto le gusta a Ubisoft hacer entre sus diferentes sagas, este Assassin's Creed hereda mecánicas de Far Cry, y la manera de mejorar la capacidad de nuestro inventario o aspectos como la salud es cazando animales, ya que la fauna en esta entrega tiene un mayor protagonismo que nunca. Tanto para conseguir recursos como porque en muchas situaciones nos cruzaremos con peligrosos cocodrilos, tigres o hipopótamos que si no andamos con cuidado nos pueden hacer mucho daño.
Todo esto estaréis pensando que no es nuevo en la saga, pero nunca se había sentido tanto como un RPG, con los puntos de daño que hacemos a los enemigos apareciendo a cada momento. Además, hay un completísimo árbol de habilidades, en el que podemos desbloquear nuevos movimientos y acciones, y tenemos bastante claro que una de las cosas más satisfactorias de este juego va a ser su progresión, el ir construyendo un personaje cada vez más poderoso, y poder afrontar nuevos retos.
Su estructura y sistema de progresión nos gusta mucho, tiene pinta de que va a enganchar, y promete ser un juego larguísimo viendo la extensión del mapa y la cantidad de misiones y objetivos, ya que a apenas exploramos una ínfima porción del mapa durante cuatro horas, y ni siquiera vimos todo lo que contenía este pequeño fragmento.
Lo que nos deja más dudas es su nuevo sistema de combate, al que todavía no hemos terminado de cogerle el punto. Se agradece que lo hayan cambiado por completo, es algo que necesitaba con urgencia la saga, y ahora se siente más orgánico y menos automatizado, con más posibilidades. Pero a la vez se sigue sintiendo un tanto tosco, y con una fuerte tendencia al caos, a que no te salga siempre lo que tienes en mente.
Creemos que el hecho de que te introduzcan en mitad del juego sin tutoriales y sin tiempo de haber asimilado las mecánicas básicas es contraproducente para nuestra percepción, y tenemos la sensación de que cuando empecemos el juego desde el principio y vayamos aprendiendo sus conceptos poco a poco, nos parecerá mucho más satisfactorio. En cualquier caso es evidente que tiene algunos problemas, pero no podemos saber cómo de graves son hasta que no hayamos jugando unas cuantas horas al producto final.
Hay muchos tipos de armas como espadas, mazas, porras, hachas o lanzas, el uso del arco es muy importante y gratificante, y el escudo para protegernos es también un gran aliado que conviene dominar. Ttenemos dos tipos de ataques, podemos cargar los golpes, realizar contraataques o parrys, y hasta tenemos un ataque especial que podemos ejecutar cuando rellenamos una barra de energía. Sin duda es un sistema de combate mucho más complejo y completo que lo que habíamos visto en la saga hasta el momento, y cobra un gran protagonismo en el desarrollo del juego, pero no sabemos todavía hasta qué punto es bueno, porque aún no hemos sido capaces de dominarlo y de sentirnos plenamente a gusto con él.
En lo que no tenemos ninguna duda es que su aspecto gráfico es sensacional, de lo mejor del juego. La ambientación, la iluminación y los escenarios son inmejorables, casi podríamos disfrutar de esta aventura solo paseando por sus bellos paisajes, demostrando una vez más Ubisoft lo bien que se les da crear mundos abiertos. No nos parecen tan buenas las animaciones, que tanto en los personajes como en los animales a veces de producen situaciones extrañas y poco naturales, así como las físicas, muy poco sofisticadas. Pero en cualquier caso para tratarse de un producto inacabado el juego luce fenomenal y muy estable, al menos en Xbox One X, la única versión que hemos probado.
Con muchas ganas, aunque con cautela
Pensábamos que jugar cuatro horas a Assassin's Creed Origins nos iba a dejar una idea muy clara de lo que va a ser el juego final, pero seguimos teniendo unas cuantas dudas, aunque también muchas certezas. En lo positivo tenemos una ambientación que es fantástica, da gusto explorar sus bellos y exóticos escenarios, el sistema de progresión y los toques roleros van a conseguir que te enganches como nunca, las misiones secundarias son mucho más elaboradas, y por fin combatir es algo interesante y desafiante, que enriquece la jugabilidad en todos los sentidos.
Pero en lo negativo intuimos bastante "relleno" en forma de actividades, coleccionables y misiones secundarias con la necesidad de dar sentido a un mapa gigantesco, no nos acabamos de sentir a gusto con su complejo sistema de combate, que nos cuesta dominar más de la cuenta, y la historia y sus personajes siguen siendo una incógnita, porque apenas sabemos nada.
Como veis pros, contras y unas cuantas dudas que no despejaremos hasta que os ofrezcamos su análisis dentro de un par de semanas, cuando sabremos si este es el Assassin's Creed que la saga necesitaba para volver a tener la fuerza que tuvo antaño. De momento se notan en cada poro del juego los ánimos de renovar la fórmula, y si sois -o fuisteis- seguidores de esta saga, creemos que tiene argumentos suficientes para volver a engancharos con su propuesta.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar a la versión de Xbox One X en un evento de preview celebrado en Londres al que fuimos invitamos por Ubisoft.