Análisis de Assassin's Creed Origins (PS4, PC, Xbox One)
Que Assassin's Creed es la gallina de los huevos de oro para Ubisoft lo sabe todo el mundo. Es normal que el la haya exprimido hasta la saciedad, pero cuando la gallina empezó a mostrar demasiados signos de agotamiento, decidieron exprimirla un poquito más, y ya luego darle un respiro. Tras este respiro llega una nueva entrega de la saga, donde se nota el descanso entre entregas, y donde las novedades son más palpables.
El descanso del guerrero
Assassin's Creed Origins es una aventura de acción con un componente rolero, de mundo abierto y en tercera persona. Esta nueva entrega continúa con las bases sentadas por la saga hasta la fecha, pero la actualiza con algunas novedades que vemos hoy prácticamente en todos los juegos grandes. Sí, algunos van a compararlo con The Witcher, pero estas "novedades" están prácticamente en todos los juegos similares, como la mencionada aventura de CD Projekt, Horizon: Zero Dawn y seguro que también veremos alguna en Red Dead Redemption 2.
Si lo pensamos en frío, no hay muchas novedades absolutas. El arco no estaba presente en otras entregas, pero teníamos otros sistemas de apuntado a distancia. Los toques roleros (subir de nivel, conseguir armas nuevas, mejorarlas) tampoco es una novedad, aunque ahora se ha añadido más profundidad al sistema. Quizás lo más novedoso dentro de la saga es el diseño de misiones y el combate, uno mejor resuelto que el otro.
Las misiones sí que nos han parecido más propias de The Witcher, con situaciones que nos llevan de un lugar a otro, y que se enredan de manera que lo que acabamos haciendo al final poco tenía que ver con lo que estábamos haciendo al principio. Es una buena manera de que mantengamos el interés en las misiones, aunque no son tan originales y divertidas como en The Witcher 3: Wild Hunt.
Ubisoft ha hecho un gran esfuerzo por hacer que ese relleno que es una mal endémico de su saga parezca menos relleno. Hay muchísimo contenido "prescindible", pero el juego nos recompensa por absolutamente todo, y en un universo como el que han creado, si nos piden que exploremos –la mayoría de estas misiones se basan en la exploración– se hace mucho más llevadero. Por ejemplo, podemos explorar zonas para encontrar papiros, y estos papiros tienen una adivinanza sobre un lugar de mapa donde nos aguarda un tesoro. Mucho más dinámico e interesante que "rescata a los niños de la fábrica por cuadragésima vez".
Las misiones secundarias, dicho sea de paso, no son tan secundarias, ya que llegará un momento en el juego en el que tendremos que hacer algunas de ellas para subir de nivel. Las hay más originales y amenas, y las hay de recadero al 100%, pero en general nos han parecido más entretenidas que de costumbre.
El otro aspecto que mencionábamos anteriormente, el combate, nos ha dejado sensaciones enfrentadas. Por una parte, nos gusta que se haya intentado ofrecer un sistema menos rígido, con armas muy bien diferenciadas entre sí, con un botón de esquivar y con un escudo para bloquear. Por otra parte, nos parece que la implementación de este sistema de combate es un poco torpe, y nos ha llevado bastante tiempo acostumbrarnos a él.
Quizás, el "problema" es que el personaje no parece ir a por el enemigo al golpear, incluso si lo tenemos fijado, y a veces nos vemos en más de una pelea dando palos al aire. Una vez que le pillamos el truco al sistema hemos podido disfrutar de los combates, aunque no podemos evitar la sensación de que la ejecución ha sido un poco torpe para ser uno de los elementos más importantes de la jugabilidad.
Por suerte, tenemos la infiltración como plan B (o incluso como plan A), que funciona mucho mejor, como es habitual en la saga. Tenemos multitud de opciones y rutas para afrontar cada situación con la infiltración, y sólo la inteligencia artificial de los enemigos evita que sea aún más interesante. Podemos silbar para arrastrarlos hasta nuestra ubicación y matarlos, y vendrán amablemente a recibir su ejecución. También es fácil despistarlos, por lo que si fallamos, siempre podemos "perdernos" y volver a empezar.
Sí, es Assassin’s Creed, pero en Egipto
Obviamente, esta entrega llega bajo la idea de cambio, de renovación. Mucha gente puede pensar que no es un Assassin's Creed, pero nosotros creemos que sabe mantener todos los pilares de la saga. Están las atalayas, está el parkour, está la infiltración, está el combate, están las órdenes ocultas... Ubisoft simplemente la ha hecho algo más ágil, dinámica y actual, algo que le sienta bastante bien.
Tiene novedades que vienen de la mano de la temática, como es la exploración de tumbas. Éstas forman parte tanto de misiones primarias como secundarias, y aunque no son un desafío particularmente complejo, nos ofrece una experiencia diferente. Creemos que Ubisoft ha sabido darnos esa sensación de estar en una época donde los tesoros eran algo más o menos habitual, y potenciar esa exploración que mencionábamos antes.
Para esta exploración recurriremos a Senu, el águila que nos acompaña en todo momento. La "visión de águila" o el "sentido de águila" ya estuvo presente en otros juegos de la saga, y en esta entrega simplemente se vuelve literal. Podemos invocar a Senu en casi cualquier momento, lo que nos ayudará a ubicar enemigos o puntos de interés en el mapa. Funciona un poco como el dron de Watch Dogs 2, y a decir verdad, tenemos la sensación de que nos obligan demasiado a usarla.
Hay más elementos de la saga que vuelven, como son las monturas –tenemos caballos y camellos–, los carruajes, las secuencias en el presente... y otras cosas que no vamos a contar. Sobre la historia, aunque no nos va a marcar de por vida, vemos cómo el equipo ha intentado hacer algo más profundo, y si bien creemos que en la historia general no se consigue demasiado, sí que parece funcionar mejor en la historia de nuestro protagonista. En la secundarias, tenemos un poco de todo. Algunas secundarias tienen un argumento interesante detrás, y otras son una burda excusa para llevarnos a tal punto a hacer algo.
Un mundo en el que perderse
Si por algo destaca Assassin's Creed Origins es por el mundo en el que se desarrolla. Nosotros somos unos apasionados del Antiguo Egipto, por lo que os podéis imaginar cómo hemos disfrutado esta aventura. El nivel de detalle con el que se ha recreado Egipto, el realismo y la vida con la que se han impregnado los escenarios nos ha dejado constantemente con la boca abierta.
Ser capaces de reconocer localizaciones tan icónicas como Alejandría, los pequeños detalles que nos cuentan sobre la vida en el Antiguo Egipto, o poder ver cómo lucían algunos de los puntos más reconocibles de la actualidad hace miles de años no tiene precio. La tarea de recrear esta época ha tenido que ser titánica, y estamos ya deseando que se lance el museo virtual que llegará el año que viene.
A nivel técnico –decir que lo hemos jugado en PS4 Pro, sin HDR, que llegará con un parche el día 6– es una auténtica pasada, con escenarios gigantescos que llegan a ser muy complejos. Salvo en las secuencias de vídeo, que parecen estar bloqueadas deliberadamente a 24 imágenes por segundo –van así siempre, independientemente de la complejidad de la secuencia–, el juego se mueve a 30 imágenes bastante estables, con caídas muy, muy puntuales.
Además, no sabemos exactamente qué resolución tendrá en PS4 Pro, pero la imagen es nítida y clara en una pantalla a 4K, sin que podamos ver bordes serrados. Se puede apreciar algo de popping puntual, pero nada grave teniendo en cuenta la escala de los escenarios. Y hablando de los escenarios, el mapa es gigantesco, y aunque vamos a encontrarnos con mucho desierto, hay más asentamientos, cuevas, campamentos y ciudades de las que os podéis imaginar.
Aunque el análisis principal lo hemos hecho en PS4 Pro, también hemos podido probarlo en una PS4 normal, y los resultados son igualmente positivos. El juego se mueve muy bien, la distancia de dibujado cumple con creces y los efectos siguen siendo sorprendentes. Parece ser, eso sí, que los tiempos de carga se acentúan en esta plataforma.
Descubriendo los orígenes
Assassin's Creed Origins nos ha gustado mucho. Mantiene la esencia de la saga a la vez que la actualiza, e intenta –generalmente con éxito– solucionar algunos de sus problemas, ofreciendo misiones secundarias y desafíos opcionales más interesantes, y un protagonista con un mayor trasfondo personal. Y lo mejor de todo, lo hace con un mundo donde nos gusta perdernos, en el que disfrutamos simplemente paseando por las calles de sus ciudades.
Nos habría gustado haber visto algo más de innovación, esa característica única que llevará a la saga más allá, pero es innegable que Assassin's Creed Origins es un paso en la dirección correcta. Si alguna vez te interesó la saga, creemos que tienes que darle una oportunidad a esta entrega, y si te apasiona el Antiguo Egipto, vas a disfrutar sumergiéndote en el mundo que Ubisoft nos ofrece.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga que nos ha proporcionado Ubisoft.