Conocido es por todos que este Need for Speed consiste en una espectacular carrera de San Francisco hasta Nueva York en la que competimos por 25 millones de dólares, en un desarrollo salpicado por escenas típicas de película de acción hollywoodense. Pero ya teníamos ganas de probar su modo multijugador, el que han mantenido escondido hasta apenas un mes antes de su lanzamiento. En un evento celebrado la semana pasada en Londres, en el que incluso tuvimos el enorme placer de charlar con Irina Shayk, que aparece en el juego, pudimos probar a fondo el multijugador durante varias horas así como comenzar la historia principal y avanzar unas tres horas en ella.
Antes de comenzar a contaros nuestras impresiones del mutijugador, que ya adelantamos fueron muy buenas, decir que el componente online estará en todos los apartados del juego, incluido en el modo para un jugador, gracias al genial autolog, implementado ya el año pasado en Hot Pursuit. Este permite que según avanzamos en la historia y cada vez que terminamos una carrera, vemos el tiempo logrado comparado con el de nuestros amigos y el de los mejores jugadores del mundo, lo que como bien sabéis quienes disfrutasteis del juego de los británicos Criterion, pica mucho e invita a repetir carreras para mejorar los tiempos. Además tenemos un progreso de jugador en el que consiguiendo puntos de experiencia subimos de nivel. Estos puntos se consiguen cada vez que superamos una fase de la historia, pero también realizando todo tipo de maniobras como adelantamientos, rebufos y derrapes. Y algo muy importante e interesante, el progreso del modo para un jugador se comparte con el multijugador, por lo que los puntos de experiencia que conseguimos en ambos modos van a parar a una única progresión.
Ya en el multijugador, el modo estrella es uno en el que en tres carreras vamos sumando puntos dependiendo de la posición en la que quedamos, para después de tres rondas ver el resultado final, vamos, como en cualquier gran campeonato del motor en el que se van sumando puntos. Pueden jugar hasta 8 jugadores, y en cada ronda y aleatoriamente hay una categoría de coches distinta, pudiendo elegir entre un número bastante amplio de modelos. Una decisión delicada, ya que el que elijamos nos acompañará durante las tres carreras. Cuando acaba uno de estos mini-campeonatos, saldrá un sorteo del próximo premio de la siguiente ronda. Por ejemplo que los tres primeros obtengan 600 puntos de experiencia extra, que se desbloquee un emblema si quedamos entre los dos primeros, o que incluso el que gane el torneo se haga con un coche nuevo, y otras cosas curiosas. Después de esto y claro si queremos seguir jugando, los jugadores votarán entre dos posibles escenarios o stages, que son un conjunto de tres carreras, eligiendo después coche y a competir otra vez. Un sistema bastante fluido, rápido y directo que picará mucho si coincidimos con competidores a nuestra medida, algo que nos pasó en este evento del que casi nos tuvieron que arrancar el mando de las manos para que nos fuéramos.
Hay una gran variedad de vehículos y la selección nos ha sorprendido gratamente. De todo tipo de marcas y épocas y en general elegidos con bastante buen gusto, y además estando muy bien diseñados. Aston Martin One-77, Audi R8 V10, Audi 90 Quattro 20v, Renault Mégane RS, Shelby Nation, Toyota Supra, Subaru Impreza, BMW 1M Coupe, Ford Focus RS, Golf GTI tanto en su versión antigua como moderna, Volkswagen Scirocco, Ford GT, Chevrolet Camaro, varios Nissan, Pagani, todo tipo de Porsche, y un largo etcétera, haciendo un total de más de 50 coches. Para lo que estén interesados en saber si se podrán tunear, hemos visto que en algunos modelos podemos elegir el color –pero no en todos- o incluso alguna configuración más deportiva, varios kits que tendremos que ir desbloqueando, aunque no sabemos si todos los coches contarán con ellos, pero vimos un vehículo con tres de estos kits y cómo al elegirlos le poníamos unos bajos al coche y otro tipo de llantas. También podremos personalizarlos con algunas pegatinas y adornos, que se desbloquean según progresamos en el online, aunque no pudimos profundizar mucho en este aspecto. Pero sí habrá cierto grado de personalización, para los que os preocupaba esto, aunque ni mucho menos tan alto como en las entregas más tuning de la saga.
Y ya en carrera comentar que no comenzamos con el coche parado en una línea de salida, sino que lo cogemos ya corriendo y en diferentes posiciones, aunque no sabemos muy bien si es algo aleatorio o se tiene en cuenta nuestra posición en el torneo para situarnos en esta parrilla en movimiento. El comienzo de las carreras, sobre todo con ocho jugadores, son una jungla por situarse y puede influir mucho el juego sucio, ya que si te golpean y te hacen salirte de la carretera y golpearte con algún elemento, empezar a remolque desde la última posición se hace muy complicado, y costará mucho ponerse en cabeza. Los circuitos al igual que en la campaña son tramos hacia delante de un punto a otro y nunca dar vueltas sobre un mismo lugar. Tenemos que esquivar el tráfico a la vez que estamos pendientes de los otros rivales, por lo que exigen toda nuestra atención y reflejos, siendo divertido y emocionante.
Por mucho cuidado con el que vayamos, un rival que va delante nuestra puede provocar un accidente y dejar cruzado algún coche en la carretera, por lo que tendremos que tener siempre muy despiertos los reflejos. Si por una serie de desgraciados incidentes vamos los últimos, el juego nos premia con turbo casi ilimitado, y el uso de este es muy importante a lo largo del juego. Ya sea por adelantar a ese rival en los últimos metros, o por enderezarnos en las curvas más complicadas, su buen uso determinará nuestro éxito. Una jugabilidad a la que cuesta cogerle el tranquillo, hasta que nos damos cuenta que más importante que saber frenar es dominar el juego de levantar el pie del acelerador y derrapar, todo un arte en este título, con unos vehículos que tienen una sensación de peso bastante acentuada.
La mayoría de las carreras del multijugador transcurren por los mismos tramos que veremos en la historia. Muy diferentes entre sí, tanto por lo visual, al recorrer la variada geografía estadounidense, como por su trazado, desde carreras urbanas, pasando por una urbanización de casas, autopistas de varios carriles o vertiginosas carreteras de montaña llenas de peligrosas curvas. Hay una en concreto que nos parece genial, un descenso por una montaña llena de horquillas en la que tenemos que hacer un intensivo uso del freno de mano, y que si jugando solos ya nos gustó, en el multijugador con otras personas resulta terriblemente divertida y emocionante. Se pueden conseguir emblemas al realizar pequeños logros, un clásico ya del género, y la obtención de puntos de experiencia se consigue no solo por quedar en buenas posiciones, sino también por realizar buenas maniobras al volante.
Si por algo hay que valorar un modo multijugador es por su capacidad de adicción, y el de este podemos decir que cumple con nota. A veces frustrante, cuando provocan que te estampes o que choques contra un vehículo cruzado, hasta el final de las carreras hay emoción asegurada, al haber diferentes variantes como el impredecible tráfico, por tanto aunque vayamos en la primera posición nunca hasta cruzar la meta estaremos tranquilos. En el apartado técnico de este modo, como suele ser habitual se produce un descenso de la calidad gráfica, aquí en forma de un poco menos de fluidez y algo de popping o aparición de elementos, pero nada dramático, ya que una vez estamos metidos de lleno en la carrera y preocupados de batir a nuestros rivales, no nos daremos mucha cuenta de estos pequeños defectos. Y además, los escenarios que visitas y el paisaje norteamericano es lo suficientemente bonito, así como los vehículos.
Y a la modalidad para un jugador también pudimos echarle unas cuantas horas, esta vez comenzando desde el principio la historia y no jugando niveles aislados. Esto nos permitió ver cómo encajan aquellas escenas cinemáticas interactivas con las que se presentó el juego pero de las que nada más volvimos a saber. De San Francisco hasta Nueva York, en un mapa dividido en unas diez etapas, con varias carreras cada una. 225 corredores a los que tenemos que ir batiendo poco a poco. A lo mejor en una carrera tenemos que adelantar a diez antes de llegar a la meta, en otra tan solo a dos, o incluso un duelo uno contra uno, y habrá tramos en los que circularemos solos, compitiendo contra el crono, o contra la policía.
Las escenas de vídeo o quick time events (QTE) son anecdóticas, jugamos unas tres en nuestra larga sesión, y no son largas ni molestas, y al ser tan esporádicas, hasta se agradecen. Estas protagonizan algunos de los momentos más peliculeros y espectaculares, con nuestro protagonista fuera del coche, huyendo de la policía, y de otros peligros. El juego en sí es como protagonizar una película de acción de Hollywood, y el hecho de que Michael Bay haya dirigido su anuncio no puede ser más apropiado, ya que Need for Speed The Run por momentos parece una de sus películas. Música siempre intensa y emocionante, cumplimos nuestros objetivos en el último segundo, y tiene el mérito de transmitir al jugador ese frenetismo y tensión que pretende.
Algo que nos ha gustado mucho es su dificultad, bastante elevada en algunos momentos. Podemos elegir tres niveles, pero nosotros jugando en normal tuvimos que repetir alguna carrera bastantes veces. Adelantar a diez rivales en menos de tres minutos por una carretera de montaña esquivando el numeroso tráfico no es fácil, y ofrece una gran variedad de situaciones evitando en todo momento volverse monótono. Para avanzar en la trama tenemos que superar las carreras, por lo que si una se nos complica demasiado nos veremos obligados a repetirla una y otra vez hasta que consigamos superarla, como si estuviéramos jugando a un clásico juego arcade, lo que nos ha gustado mucho.
Una de las dudas que había era que si durante la historia podríamos elegir coche, y sí, hemos comprobado que se puede, aunque de una manera un tanto peculiar. Al comenzar elegimos en un garaje entre varios modelos, pero después hasta más adelante no podremos cambiarlo. La manera de hacerlo es en las gasolineras, así que si vemos una durante una carrera, nos metemos en ella y aquí podemos hacer una nueva elección de coche. Y claro, hasta la próxima gasolinera que veamos –y no abundan-, no podremos cambiar de vehículo, eso si no nos la saltamos. El manejo entre los distintos coches puede ser muy diferente, rápidos pero difíciles de controlar o más lentos pero con mucho mejor manejo, y tendremos que probar varios modelos hasta dar con el que mejor se adapte a nuestra manera de conducir.
Y por si la historia y el multijugador fueran poco, tenemos otro modo más, las Series Desafío. Una serie de retos por diferentes tramos de la geografía estadounidense divididos a su vez en diferentes pruebas, contra el crono, contra otros rivales, incluso tipo rally, y que alargarán la vida del juego muchísimo. Dependiendo del tiempo que se consiga, nos premiarán con una medalla, y claro, el gran reto será hacerse todas las pruebas en platino. Además como curiosidad, habrá homenajeando a la saga varios desafíos basados en anteriores entregas, como Underground de 2004, Most Wanted de 2005 y Carbon de 2006, todos títulos desarrollados por EA Black Box, con lo que el estudio canadiense se marca su propio homenaje.
Entretenido, adictivo, visualmente potente, con una conducción arcade aunque algo exigente, este Need for Speed cada vez nos ha ido gustando más, según hemos visto sus diferentes facetas y hemos comprobado las mejoras en el control, y tenemos que advertir que la demo disponible para descargar no le hace justicia, ya que el control se ha pulido bastante. La historia por lo que jugamos y hasta donde llegamos, suponemos que durará unas siete horas, pero luego tendremos el infinito multijugador, que el tiempo que lo disfrutamos nos gustó bastante y nos picó de lo lindo. Una entrega de la saga diferente aunque manteniendo sus valores, como son los cochazos, la acción frenética y la conducción arcade, tres elementos que en The Run están potenciados al máximo. Con una fecha de lanzamiento marcada para el 18 de noviembre, estamos ante un juego de velocidad que a los amantes del género arcade estamos seguros les encantará.