Nota: la versión jugada corresponde a la que se pondrá a la venta en Estados Unidos. Por el momento se desconoce si llegará traducido.
A pesar del previsible éxito de Dragon´s Crown –al menos, comparado con anteriores proyectos de Vanillware-, sus creadores han hecho bien en aprovechar el tirón de la polémica, bastante tontorrona, sobre el diseño de la turgente bruja -una de las clases del juego convertida en icono de todo este proyecto-. Van a necesitar esa promoción gratuita porque su último juego está destinado a causar amor y odio a partes iguales, de manera similar a lanzamientos del tipo Muramasa y Odin Sphere.
Y no por cuestiones de calidad, ya que Dragon´s Crown lo tiene todo para convertirse en un juego de largo recorrido, de los que se beneficiará de las buenas opiniones de los usuarios –algo que, por ejemplo, sacó a Demon´s Souls del anonimato-. Pero lleva el sello Vanillware, se basa en una jugabilidad muy "años 90" y para bien o para mal, es difícil que sea del agrado del gran público, aunque ¿ha sido eso alguna vez un defecto?
Dragon´s Crown no es un beat´em up puro, ni un juego de rol al estilo clásico. La mejor descripción la ha dado su diseñador, George Kamitani: la evolución de juegos como Golden Axe (Sega) y especialmente de The King of Dragons (Capcom) fuera del ámbito arcade. A simple vista, el componente de acción es el dominante, y eso va a causar más de algún engaño entre los compradores que, atraídos por acción rápida, masiva y los preciosos gráficos 2D esperan un Golden Axe IV. El componente de rol –léase la personalización, el aumento de experiencia, gestión de recursos y ligera exploración repitiendo escenarios- es muy importante y decisiva en la victoria, casi tanto como la propia habilidad del usuario, y de ahí derivan varias peculiaridades que lo alejan y mucho del planteamiento simplificado del género "yo contra el barrio" en recreativas, juegos cuya duración global es de apenas 30 minutos machacando botones.
En un primer momento el juego nos pide elegir nuestro personaje, una de las seis clases disponibles con control y habilidades muy diferenciadas. No es recomendable lanzarse a ciegas en la elección sólo por cuestiones estéticas, así que el propio juego nos indica cuáles son las clases más apropiadas para el novato –lo sentimos, la bruja es para expertos-. La decisión no te condena a ese personaje para toda la partida, lo que hacemos es crear un perfil del jugador principal, pero podemos tener varios de este tipo. Eso sí, cada uno es independiente y la experiencia de uno de ellos no se comparte con el resto –puedes tener un caballero nivel 20 y un mago nivel 1-. La idea detrás de esto es que el jugador termine toda la aventura con cada uno de ellos.
Las clases, de las que hablamos en nuestro avance, incluyen al caballero, un guerrero fuerte con gran defensa, con ataques a muy corta distancia, posibilidades defensivas para él y para los compañeros. La amazona es una versión femenina del caballero que reduce su defensa a cambio de agilidad y ataques más rápidos, con un estado de "locura" que potencia sus combos. El mago, de ataques a larga distancia y de área, recargables; es poco fuerte físicamente, pero cuenta con la habilidad de teletransportación que contra jefes o para salir de situaciones incómodas es útil. El enano es bueno en el combate cuerpo a cuerpo y con la habilidad de lanzar enemigos por los aires, mejorar su defensa o añadir fuego a sus ataques, siendo uno de los personajes físicos más creativos del plantel; la elfa es ágil y de ataques principalmente a larga distancia con flechas, aunque puede enfrentarse a corta distancia y usar algo de magia, con la pega de ser un personaje flexible pero poco potente; y la bruja, que realiza tareas de apoyo al grupo, curación, congela enemigos, invoca criaturas con objetos del escenario que luchan por ella y convierte a los enemigos en ranas, todo con un control similar al mago –lo que facilita el salto de uno a otro-, cambiando teletransporte por levitación.
El equipo está compuesto por cuatro personajes –más la ayuda de algunos personajes no controlables directamente, como explicaremos más adelante-, y es vital que esté equilibrado. Nuestra experiencia nos dice que el grupo más fuerte está compuesto por el mago, la bruja, el caballero y un cuarto personaje que ya dependería simplemente de nuestras preferencias en la estrategia. Esto cuando jugamos en solitario y con compañeros controlados por IA, pues en las partidas online nos unimos de manera aleatoria sin selección de parámetros. Dragon´s Crown no es un juego terriblemente difícil -de hecho es más asequible que otros títulos de Vanillaware-, pero desde luego que no es fácil en algunos puntos si no prestas atención a tu equipo y desarrollas las habilidades regularmente. Existen dos modos de dificultad aún más duros que el normal para aquellos que pidan más caña.
El argumento se centra en los problemas políticos de una región, la búsqueda de un codicioso tesoro, una corona que se dice que puede controlar a los dragones y el resurgimiento de un peligroso dragón. Nuestro papel en la aventura será tomar parte de las intrigas en palacio, resolver misiones opcionales y colaborar con los pintorescos personajes que nos vamos a encontrar. La historia no es de vital importancia en este juego, pero siempre viene bien para dar un sentido a nuestras acciones bajo una ambientación con bastantes referencias a El Hobbit –dragones sobre montañas de oro, un sucedáneo de Gandalf- y hasta de Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores de Monty Python.
Hay dos tipos de misiones, las de historia que avanzan los acontecimientos y las secundarias, que consisten en objetivos concretos en mazmorras ya superadas, tareas que pueden ir desde eliminar un número de enemigos a lomos de una bestia, derrotar a un tipo de rival una cantidad de ocasiones o abrir un cofre secreto, por citar algunos ejemplos. Además de experiencia y dinero, obtendremos puntos de habilidad, esenciales para desarrollar nuestro guerrero al máximo, o galerías de arte.
Antes de entrar en detalles de la jugabilidad, hay que acostumbrarse a la navegación por la ciudad en la que se desarrollan los acontecimientos. Se puede explorar a pie –es pequeña, así que no cansa demasiado- o abriendo el mapa y seleccionando locales, que sería similar a esas ciudades-menú de muchos RPG japoneses de bajo presupuesto. Hay varias entradas a los establecimientos, que se realizan mediante desplazamientos hacia el fondo –similar a Valkyria Profile- para acceder a la tasación de ítems, resucitar cadáveres, recibir misiones secundarias, visitar el castillo, la taberna o el portal que lleva a las mazmorras. Entraremos más en profundidad en los diferentes establecimientos en nuestro análisis.
Una vez decidimos nuestro objetivo en el selector de mazmorras –un precioso escenario que simula rotar- o desde los establos, nuestra misión principal es salir vivos de la fase que suele tener una duración de 10 a 20 minutos y terminan con un jefe, por norma bastante grande y cada uno bien planteado, con sus pequeños trucos y rutinas que los diferencian de los demás. A lo largo de la mazmorra encontraremos multitud de cofres que abre un personaje que encontramos desde el principio de la aventura, el ladronzuelo –indicamos su objetivo con el cursor en PlayStation 3 o la pantalla táctil en Vita-, que también es el encargado de abrir puertas de salas opcionales situadas en el fondo del escenario con algún cofre valioso y enfrentamientos extra. Además, ocultos en el paisaje salvo por un destello se encuentran tesoros que, junto con las monedas que obtenemos de enemigos y cofres, aumentarán nuestra economía de cara al recuento final de dinero, que no es baladí en Dragon´s Crown. Más adelante descubriremos las runas mágicas, para desatar ataques mágicos o ventajas temporales, y que igualmente se activan señalándolas con el puntero.
Este cursor del que hablamos en PlayStation 3 se controla con la palanca derecha emulando un ratón de PC. Como es fácil de imaginar, no es la mejor solución del mundo –hay varios grados de sensibilidad para ajustar su velocidad-; por suerte no llega a molestar puesto que casi siempre se utiliza fuera de la batalla –hay excepciones, como al resucitar mediante dinero-, pero nos deja claro que el juego ha sido pensado a nivel jugable con PS Vita en mente para hacer uso de la pantalla táctil, mucho más intuitiva. No queremos recomendar categóricamente una versión sobre otra, pues ambas tienen sus ventajas, y en el caso de la doméstica son los gráficos en alta definición -1080p- con una fluidez más estable o el multijugador de manera local. Una lástima que la compatibilidad de ambas versiones se limite ha guardado en la nube y no en juego cruzado o mejor aún, cross-buy, que resolvería este dilema entre muchos compradores con ambas consolas.
El campo de batalla sigue el estilo habitual del género en cuanto a acción: escenarios compuestos por pantallas, desplazamiento con ligera perspectiva –es importante fijarse en las sombras con los enemigos aéreos para colocarnos en su plano- y multitud de escabechinas en combates masivos. Un ligero problema de este tipo de juegos, y que Dragon´s Crown sufre, es que en los momentos de mayor caos es difícil localizar a nuestro personaje en pantalla –aunque una flecha indica su posición- entre tantas explosiones, tres compañeros, ocasionalmente el ladrón haciendo su trabajo, el hada, un puñado de enemigos y efectos de magias a toda pantalla. De alguna forma es parte de la diversión multijugador y la intensidad del combate, así que es un defecto relativo, pero lo decimos a modo de advertencia: quien no disfrute de este bombardeo de animaciones que contra los jefes finales alcanza su máxima expresión lo pasará peor que Stevie Wonder jugando a ¿Dónde está Wally?
La jugabilidad difiere mucho según la clase elegida. Por centrarnos en uno de los que probablemente será el más popular, el caballero –está recomendado para todo tipo de usuarios-, se comporta muy al estilo beat´em up, con un control sencillo basado en un botón de ataque, otro para saltos, recogida de armas y clavar su espada en el suelo –para causar un gran impacto-. Hay movimientos para elevar rivales en el aire, caer en picado, defensa, deslizamientos, embestidas, etc. movimientos básicos fáciles de aprender. En esto no hay grandes diferencias frente a un juego arcade. Ahora bien, las armas, armaduras, accesorios e ítems hacen que los parámetros del personaje sean muy variables independientemente de su nivel. El equipo, además, debe ser reparado en la ciudad –con dinero-, y hay ingentes cantidades de objetos que conseguir a lo largo de los niveles, tanto que algunos jugadores lo han comparado con un Diablo en 2D.
Otro detalle importante sobre nuestro héroe o heroína son sus habilidades adquiridas mediante gasto de unos puntos obtenidos superando misiones. En un menú que simboliza dos mazos de cartas tenemos habilidades exclusivas de la clase y otras comunes para todos. Las primeras hacen referencia a mejorar técnicas o movimientos del personaje, por ejemplo y utilizando nuevamente al caballero como ejemplo, oleadas de impacto al caer con fuerza, ataques con escudo, opciones de proteger a compañeros más débiles y de llamar la atención de los enemigos. Estas ventajas tienen un requisito de nivel concreto y se pueden seleccionar repetidamente, subiendo la mejora de sus efectos –también se irá incrementando el gasto de puntos y nivel requerido-. En el caso de habilidades generales para todas las clases encontramos el aumento de salud, mejoras en evasión, mayor recuperación de vida y similares.
Dragon´s Crown cuenta con diversos escenarios típicos de las aventuras fantásticas, bosques, catacumbas, castillos en guerra, cuevas piratas o templos. Al tratarse de un juego 2D el coste de desarrollar cada localización de manera tan diferente es alto, por lo que Vanillaware ha utilizado varias estrategias con el fin exprimir al máximo los escenarios. Una es, como ya hemos hablado, la existencia de objetivos secundarios en misiones opcionales para repetir niveles por el simple hecho de obtener más dinero, armamento y ganar experiencia; la otra consiste en que, tras un determinado punto, deberemos repetir parte de estos recorridos por cuestiones de argumento pero no al completo, ya que se abrirá una segunda ruta más complicada que la original que termina con un nuevo y duro jefe final. Gracias a que hay una aceptable cantidad de enemigos diferentes –aunque muchos aparezcan en todas o casi todas las fases- la sensación de reciclaje no es grave, aunque inevitablemente es algo que está ahí.
Durante el juego encontramos montones de huesos a los que resucitar a los personajes que murieron en ese lugar, cada uno con su equipamiento y nivel –que no podemos cambiar- para que se sumen a nuestro grupo. Curiosamente, estos cadáveres –o al menos algunos- pertenecen a jugadores que han fallecido en sus partidas, y eso significa que habrá usuarios que podrán utilizar a tu personaje tal y como lo tenías en el momento de morir en una partida. Otra opción, si no nos interesa gastar dinero en esta vuelta a la vida porque su nivel es bajo, es enterrarlos debidamente, que puede dar como recompensa un objeto. A nosotros nos habrá funcionado en uno de 30 entierros, siendo su función principal liberar el espacio limitado de cadáveres que podemos acumular.
Por supuesto, Dragon´s Crown cuenta con un modo multijugador local y online muy interesante. No está disponible desde el inicio, y se tardan unas cinco horas en activar esta opción que sirve para entrar en partidas de otros jugadores con equipos abiertos –no completos- o que se sumen a la nuestra. Es un juego en red básico, la búsqueda se hace de manera aleatoria o, como mucho, buscando partidas de amigos, pero funciona y además multiplica la diversión mucho. Es, además, la mejor forma de avanzar en las fases que más problemas nos dan, ya que podemos aliarnos con usuarios de nivel muy superior que nos facilitarán las victorias, y encontraremos cadáveres para resucitar de niveles muy altos –es decir, podríamos repetir esa mazmorra con compañeros controlados por la consola bien preparados-. Por lo que hemos probado hasta el momento, el código de red funciona realmente bien, sin ralentizaciones molestas ni lag que afecte de manera perceptible a la jugabilidad, ni siquiera con jugadores japoneses y estadounidenses.
Aún mucho que contar
En estas impresiones hemos tratado brevemente el funcionamiento de Dragon´s Crown, pero os emplazamos a nuestro análisis en el que valoraremos los muchos puntos fuertes del juego y aquellos aspectos que no brillan tanto como nos gustaría. A modo de adelanto, creemos que cualquier aficionado a los títulos de Vanillaware quedará encantado, tanto por la ambientación, la música, la jugabilidad de dificultad media-alta y ese multijugador que promete dar decenas de horas de diversión con amigos frente a descomunales dragones, vampiresas, fantasmas, quimeras y todo tipo de criaturas mitológicas en uno de esos apartados gráficos que, junto a los últimos Rayman, mejor reivindican las 2D en los videojuegos.