El año pasado salió Assassin's Creed: La Hermandad, la tercera entrega de la saga y continuación directa de la segunda parte, prosiguiendo la historia de Ezio Auditore, esta vez transcurriendo en Roma y sus alrededores. Tan solo un año después de Assassin's Creed 2 y con la gran novedad del modo multijugador, meses antes de su lanzamiento levantó algunas suspicacias. Para muchos parecía un juego hecho deprisa y corriendo en un año con el mero pretexto de incluir multijugador, más una expansión que una nueva entrega de la saga, pero para nada fue así.
Posiblemente el Assassin's Creed más largo de completar, con decenas de búsquedas secundarias, muy variado y rico en contenidos, puliendo todo lo visto en las anteriores dos entregas, y que encima lo coronaba una excelente guinda en forma de modo multijugador. En vez de limitarse a imitar lo visto en los multijugador más de moda de los juegos de acción en primera persona, todo un boom en los últimos años entre el público general, con la saga Call of Duty a la cabeza, en Ubisoft apostaron por una propuesta distinta y totalmente acorde con el espíritu de la saga Assassin's Creed.
Picardía, inteligencia, capacidad de observación, primaban otras muchas cualidades antes que el ser más o menos diestro o hábil con el mando, ya que el componente de acción se dejaba a un lado, ejecutando a tus rivales con un simple botón, estando la gracia no en matar, sino en la forma de hacerlo.
La semana pasada viajamos en exclusiva a Annecy, una preciosa ciudad situada en Francia, en la región de Ródano-Alpes, bañada por un inmenso lago –uno de los más limpios del mundo- y donde se sitúan los estudios de Ubisoft Annecy. Estos, creados en 1996 y donde trabajan más de 100 personas, se han especializado a lo largo de los años en los modos multijugador. Realizaron los de varias entregas de la saga Tom Clancy's Splinter Cell, y el año pasado fueron los artífices del multijugador de Assassin's Creed: La Hermandad. Este año vuelven a trabajar en esta modalidad en Revelations –tarea en la que también están implicados Ubisoft Bucarest -, y nos presentaron y pudimos disfrutar de sus dos grandes novedades: Deathmatch y Artifact Assault, además de otras mejoras, como un completo editor de personajes.
El modo de juego principal del multijugador de Assassin's Creed: La Hermandad era Se busca. Ocho jugadores todos contra todos, en el que se te mostraba en la parte superior derecha de la pantalla a tu objetivo, siendo tu personaje a su vez presa de uno o varios perseguidores. Contabas con un radar que te indicaba por dónde estaba tu objetivo, su dirección y proximidad, aunque una vez estabas cerca de él tenías que fijarte y percatarte de quién era realmente, ya que había otros personajes controlados por la inteligencia artificial del juego idénticos a él. Escalar, correr, eran acciones que te delataban, por lo que lo prudente era intentar llamar lo menos posible la atención, para no ponérselo fácil a tus perseguidores, y no alertar a tu presa. Además, cuanto más alto tuvieras el nivel de incógnito, y la muerte fuera más sigilosa y elaborada, más puntos obtenías.
Ahora el nuevo modo Deathmatch parte de la misma premisa, otra vez con ocho jugadores, pero modificando un par de detalles que consiguen cambiar la dinámica de juego casi por completo. Nuevamente es todos contra todos, pero con la gran diferencia de que no tenemos radar, y los personajes jugables son únicos en la partida, es decir, no hay otros iguales controlados por la inteligencia artificial del juego. Por tanto tendremos que usar nuestra capacidad de observación, ya que no contamos con ningún tipo de ayuda para saber dónde está nuestra presa, solo nuestros ojos, inteligencia y astucia. Para facilitar las cosas, ya que si no podría ser aburrido, los mapas para este modo tienen un tamaño más reducido que en el modo Se busca, ya que al no contar con radar, podríamos estar demasiado tiempo dando vueltas hasta encontrar a nuestro objetivo.
Es sorprendente cómo un cambio tan pequeño hace que todo se sienta tan distinto. Ahora más que nunca al ser escenarios reducidos, no conviene llamar la atención corriendo, saltando y escalando, ya que es fácil que te vean. Aunque los personajes controlados por lo jugadores son únicos, esto no quiere decir que no haya otros de relleno controlados por la máquina que se parezcan mucho. Es más, en las primeras partidas nos equivocaremos matando a quien no debemos, por ser muy parecido a nuestro objetivo, penalizándonos durante unos segundos en los que tendremos que esperar a que nos asignen una nueva presa.
Con un botón matamos y con otro podemos detener de un golpe a nuestro perseguidor, si somos más rápidos que él. Es divertidísimo y provoca que juguemos con la máxima atención y tensión, por un lado estar buscando por todas partes con la vista a nuestro objetivo, que se parece a muchas otras personas, pero que tiene elementos característicos que le hacen único, aunque muchas veces solo nos percatamos de ellos cuando estamos cerca. Por otro a la vez que buscamos a nuestra presa, no perder un ojo a nuestra retaguardia, por quien nos pueda estar siguiendo. Como en La Hermandad, se nos indica en pantalla cuántas personas nos persiguen y cuántas tienen nuestro mismo objetivo, con un máximo de cuatro perseguidores por personaje. Cuando no sigue un cazador, quizás dos, estamos medio tranquilos, aunque sin descuidarnos. Pero cuando son tres o cuatro los que buscan nuestro pescuezo, la paranoia nos invadirá, sabiendo que la muerte nos acecha tras cualquier esquina, e iremos golpeando de vez en cuando a algunos transeúntes pensando que quieren matarnos, muy gracioso la verdad.
Los puntos se obtienen por cada muerte, cuanto más sigilosa y original mejor, por ejemplo acabando con nuestra presa desde un montón de paja, pero también se puntúa bien cuando frustramos el intento de un perseguidor de matarnos, por lo que es importante estar atentos a las dos facetas. Además al golpear a nuestro cazador, este se queda un rato aturdido y se le asigna un nuevo objetivo, por lo que es muy satisfactorio, casi tanto como matar, frustrar la caza de otros jugadores.
El segundo modo nuevo que jugamos fue Artifact Assault, o lo que es lo mismo, un captura la bandera de toda la vida. Dos equipos durante 10 minutos se enfrentan por robar el artefacto –bandera- del rival. Cada equipo posee un territorio, la mitad del mapa, y hay un artefacto en cada uno que puede ser robado por el equipo contrario. El objetivo es robar el artefacto enemigo y llevarlo de vuelta a tu base. Una vez robado un artefacto, para ser recuperado, deben matar al portador, por lo que cuando se lo quitan a tu equipo tienes que perseguir al ladrón antes de que llegue a su base, y cuando lo roba un integrante de tu equipo tienes que escoltarle hasta tu base. El equipo con el mayor número de robos de artefactos gana la partida.
Ni que decir tiene que la colaboración es importante, no se pueden ir los cuatro miembros del equipo a robar el artefacto contrario, ya que dejarás el tuyo desprotegido, pero ir uno solo a territorio enemigo es un suicidio. Las carreras y persecuciones tanto huyendo con el artefacto hasta tu base, como persiguiendo al enemigo y darle caza antes de que llegue a su terreno, son muy divertidas, y requieren ciertas dosis de estrategia y planificación. En un buen añadido ya que poco tiene que ver con los otros modos donde prima el sigilo y la distracción, cambiando mucho la dinámica de las partidas, teniendo momentos muy emocionantes.
Otros modos de La Hermandad, como Se busca y Caza Humana, vuelven en esta ocasión, aunque con ligeros ajustes. Se Busca, como ya hemos explicado, es un todos contra todos en el que tienes un objetivo y a su vez eres la presa de otros perseguidores. Cuentas con un radar para encontrar a tus objetivos, y cuanta más puntuación tienes y más alto estás en la clasificación, más perseguido eres por otros jugadores. Caza Humana es un modo en el que compiten dos equipos durante dos rondas. En una de las rondas un equipos es el cazador y otro el objetivo, y en la siguiente los papeles se intercambian. Cuando somos cazadores obtenemos puntos matando presas, pero cuando somos el objetivo tenemos que ocultarnos y huir, obteniendo puntos camuflándonos entre la gente o permaneciendo en grupo junto a nuestros compañeros.
Vuelven los puntos de experiencia, que se obtienen en cada partida y que nos permiten subir de nivel, así como las habilidades o perks. Estas vienen en un set que se puede cambiar cada vez que nos matan. Bombas de humo, cuchillos, trampas en el suelo, camuflarnos y hacernos pasar durante un tiempo por otro personaje, mandar un señuelo, envenenar, etcétera, todas son útiles pero dependiendo en qué circunstancias, así que tendremos que experimentar con los set de habilidades y ver cuál se ajusta más a nuestra manera de jugar. Por ejemplo la habilidad de camuflarnos y hacernos pasar por otro es muy buena, durante ese tiempo, a no ser que nuestro perseguidor nos haya visto usarla, será imposible que nos encuentren. Aunque la del señuelo no es menos útil, ya que un personaje idéntico a nosotros saldrá corriendo, un cebo con el que suelen picar nuestros rivales, o por ejemplo el veneno, una muerte que nos da una gran puntuación, pero que tarda unos segundos en hacer efecto, desplomándose nuestro objetivo al rato de haberle envenenado.
Además de los puntos de experiencia, obtenemos los Abstergo Credits, que nos sirven para comprar nuevas habilidades y accesorios, progresando nuestro personaje cómo deseemos. En el multijugador de Assassin's Creed Revelations tenemos un completo editor para modificar la apariencia e incluso las animaciones de los personajes, partiendo de un diseño básico. Diferentes emblemas para elegir, el color de estos, nuestro avatar, una frase a modo de título, y en lo correspondiente a los rasgos físicos podemos cambiar el peinado, traje, pantalones, cinto, casco, accesorios, colores, así como elegir las dos armas que queremos llevar y los gestos de burla o las animaciones a la hora de acabar con nuestros rivales.
En esta sesión pudimos disfrutar de hasta 9 personajes: la Vanguardia, el Guardian, el Visir, el Actor, el Clérigo, el Bombardero, el Renegado, el Centinela y el Campeón. Todos relacionados con la cultura y la sociedad propia de los mapas donde jugamos, y que serán algunos de los lugares que aparecerán en la campaña de Revelations: Antioquía, Constantinopla y el Hospital de los Caballeros de Rodas. Aunque gráficamente no se nota un gran salto o mejora sustancial respecto a La Hermandad, estos territorios situados entre Asia y Europa, tan distintos a Roma, le dan al juego un aspecto muy diferente, con unos edificios y ropas, y una gama de colores, que hacen que la ambientación y el aspecto visual sea muy distinto al del anterior juego.
Todos los personajes cuentan con una historia propia, y no son meros skins o representaciones sin ningún trasfondo. La Vanguardia en un cosaco de Odessa, una mujer que se apuntó al servicio militar por la amenaza de los otomanos de invadir su tierra natal. Después de muchos años de fiel servicio como exploradora y espía, los templarios se acercaron a ella con ofertas de riqueza y poder a cambio de lealtad. Viendo esto como una oportunidad para golpear en el corazón del Imperio, ella aceptó con mucho gusto. El Centinela en un noble valaco que se unió a los asesinos en su adolescencia. Se mantuvo fiel a la Orden durante casi una década, hasta el día que los asesinos pactaron una tregua con el sultán otomano, Bayaceto II. Para El Centinela, esto equivalía a una traición, los otomanos habían avergonzado a su pueblo, conquistado sus tierras, y matado a su ídolo secreto, Vlad Tepes. Ahora como templario, el Centinela busca su satisfacción a través de la venganza.
Estas son solo dos de las historias de los personajes, y nos aseguraron que el multijugador de Assassin's Creed Revelations tendrá una historia completa. Al igual que en la Hermandad, los jugadores tomarán el papel de un templario en la formación para las industrias Abstergo. Sin embargo esta vez tomarán nota de nuestro trabajo, recibiendo actualizaciones periódicas y comentarios de la gestión de Abstergo, por lo que veremos la historia desde el punto de vista del Temple, lo que puede ser muy interesante.
También se ha añadido un sistema interno para gestionar nuestros amigos. Como una pequeña red social, en la que vemos sus puntuaciones y todo tipo de estadísticas, y que podemos comparar con las nuestras, así como invitarlos con más facilidad a las partidas, y saber qué están haciendo dentro del universo Assassin's Creed. Todavía quedan muchas sorpresas por desvelar en cuanto a modos de juego, personajes y otras posibilidades, pero ya con lo que pudimos ver nos quedó bastante claro hasta qué punto se ha ampliado y mejorado el multijugador en Revelations.
A quienes les gustó el multijugador de La Hermandad, una apuesta diferente a la de cualquier otro juego, están de enhorabuena, partiendo de la misma base se ha mejorado en todos y cada uno de sus aspectos, escuchando a los jugadores y la prensa, para saber qué tenían que cambiar y mejorar. Quienes no lo probaran el año pasado, o solo le echaran un ligero vistazo, tienen una nueva oportunidad para descubrirlo. Con momentos impagables y terriblemente divertidos, más aún si cabe con el nuevo modo Deathmatch, en el que no sabemos dónde está nuestra presa, y tendremos que hacer un uso intensivo de nuestra capacidad de observación, premiándose la astucia por encima de la habilidad, algo que no podemos encontrar en ningún otro multijugador y que le proporciona una personalidad única.
El hecho además de que hayan añadido una historia que nos muestre el universo Assassin's Creed desde el punto de vista de Abstergo, hacen más atractivo todavía este multijugador. Todos estamos esperando al 15 de noviembre para conocer el final de la historia de Ezio y Altaïr, pero puede que después estemos enganchados durante semanas a su interesante multijugador, que pinta fenomenal.