Transformers es un juego de acción que toma elementos propios de todo tipo de géneros como la infiltración o la conducción. El primero se ve claro en la forma de asaltar a los robots, (llamados decepticlones, un juego de palabras para permitir tener robots que exploten, ya que la franquicia no lo permite), donde es posible la acción directa o la infiltración al estilo Metal Gear. La conducción por otra parte es necesaria en algunos tramos o carreteras, donde es necesario saltar largos precipicios que con el salto común (muy poco ajustado en esta beta) no es posible.
El juego narra la historia de la guerra civil entre Transformers, con las facciones de Autobots y Decepticons enfrascadas en una lucha sin cuartel. Así para la victoria del bien (los Autobots) sobre el mal (los Decepticons), será necesario liberar a los Mini-con, pequeños Transformers, y destruir al ejercito de Decepticlones que los guardan. Puedes elegir tres Autobots para completar este objetivo: Optimus Prime, Hot Shot y Red Alert, cada uno de ellos con diferentes características y habilidades. Los Mini-cons dan poderes al personaje, como tiempo bala o la capacidad de volar. Esto hace al juego sorprendentemente variado y le da algunas características de otros títulos, con lo cual la mezcla de géneros es muy evidente en este Transformers.
En la jungla el objetivo principal era infiltrarse en una pirámide de estilo tolteca, en la que un grupo Decepticlones guardaban un mini-con. Posteriormente en otra pirámide en el mismo escenario, nos enfrentamos al primer jefe. Esta fase permitía desde lo alto de las pirámides observar el inmenso mundo que ha creado Melbourne House, desde la cúspide se podía ver todo el nivel a la perfección sin ningún tipo de popping en elementos fijos (recordaba a los clásicos juegos de Nintendo 64). La instalación ártica recordaba mucho al clásico nivel nevado de Goldeneye, y era frecuente el uso del sniper, como en cualquier fase de este tipo. El enemigo final era un Transformer que se convertía en avión, bastante difícil de eliminar, pero totalmente espectacular, realizando bombardeos impresionantes.
Pero quizás la fase más impresionante que vimos fue la del archipiélago, allí tenias que infiltrarte en un portaaviones mediante la habilidad de vuelo. Esta la habíamos adquirido con un mini-con en un lejano islote, y casi convertía al juego en un shooter. La sorpresa viene cuando la base Decepticon (el portaaviones) se convirtió en un gigantesco Transformer que actuaba como jefe. Un espectáculo increíble, y muy posiblemente uno de los topes gráficos de PlayStation 2, quizás esto fue lo que vio EDGE para darle la portada al juego hace poco tiempo.