Optimus Prime y cia han vuelto
A finales de los 70 Takara lanzó un una nueva línea de muñecos que tenía la habilidad de transformarse en vehículos. Su llegada al mercado americano les bautizó como Transformers y en 1982 Hasbro se juntó con la Marvel para realizar una serie animada. Dos años más tarde esta sería un éxito completo y daría mayor fama si cabe a los juguetes creados por Takara, creando una especie de cosmogonía sobre la creación de los robots. La primera temporada, la más famosa, desarrollaba a dos robots antagónicos llamados Autobots y Decepticons, que emigran del planeta natal CyberTron a la Tierra. Allí los primeros intentarán mantener la paz, a costa de luchar interminablemente contra Megatron y sus malvados Decepticons. El éxito fue tal, que llegaron a tener su propia película, siendo uno de los trabajos póstumos de Orson Welles, que doblaba a uno de los robots.
Una licencia tan jugosa no podía faltar en el carrusel de licencias de finales de los 80, y tuvieron un juego desarrollado por Ocean en Spectrum. Luego caerían en el olvido, y a pesar de la propuesta de Nintendo de usar su ChipFX para realizar un juego sobre ellos, no llego a nada. En PSX hubo varios títulos de Transformers, basados en la lamentable Beast Wars, una reedición del mito en la cual los robots se transformaban en tigres o gorilas. Algo demasiado extraño para que tuviera el éxito total que tuvo la serie original, la cual fue recuperada por el decente beat’em up Takatai, hace poco tiempo. No obstante, la recuperación de los personajes Optimus Prime y Megatron, ha venido de la nueva serie de animación Armada, un remake modernito de la original.
Atari, viendo el moderado éxito de Armada, decidió lanzar un juego basado en ella. Pero, la coletilla armada se cayó en las posteriores revisiones, a fin de que los fanáticos del original que no gustaran del remake, se acercaran al juego. Éste está desarrollado por los estudios de Atari en Australia, que han estado bastante tiempo haciendo el proyecto y que despertaron la curiosidad de Edge, la famosa revista británica, que dio portada al juego hace poco. Con bastante razón, ya que Transformers es uno de los pocos juegos de licencia que no se hunde en una sima abisal.
La guerra continúa
Como los fanáticos de la serie sabrán, Transformers nos narra las peripecias de Autobots y Decepticons, antes de la diáspora de Cybertron. O sea, exactamente igual que la serie original sólo que en el planeta natal de los robots. Aquí se une un tercero en discordia, los curiosos mini-con, que son ambicionados por distintos motivos por las anteriores facciones. Los Mini-con tienen distintos poderes, que serán usados en el juego por nuestros protagonistas. De Armada está el inolvidable Optimus Prime, Starscream y el malvado Megatron, pudiendo manejar a Prime, Hot Shot y Red Alert.
Curiosa mezcla de géneros
Transformers es un juego de acción, que curiosamente tiene muchísimos elementos propios de Metal Gear, como el radar. Aparte muchas misiones son propiamente de infiltración, algo que extraña viendo la mecánica directa de los dibujos. En fin, a pesar de esto hay muchos momentos de enfrentamiento directo que recuerdan a los shooter más locos, al estilo de Treasure. Y es que el juego tiene incluso fases que recuerdan a Gradius, el poder los Transformer les permite incluso volar y enfrentarse a bombardeos de los enemigos. Sin duda, un trabajo variadísimo, que hace el juego muy poco monótono, algo poco común en la actualidad. Los enemigos se llaman decepticlones, ya que los decepticons no pueden explotar al morir, y quedarían bastante mal en un juego de acción.
Los impresionantes gráficos
Las misiones se basan en obtener los mini-cons (algunos ocultos en un principio, lo que proclama la re-jugabilidad del juego), que dan poderes especiales a los transformers. Cada uno de ellos ofrece cosas como un tiempo bala, un modo francotirador e incluso la capacidad de volar. Todos estos poderes se complementarán con el Autobot elegido, y servirán para realizar todo tipo de acciones en los niveles. La obtención de todos los mini-con, dará por finalizado el nivel al 100%, desbloqueando ilustraciones y demás en el menú original. La combinación de mini-cons depende del color, y recuerda un poco al sistema de materias de FFVII, habiendo mini-cons incompatibles entre sí.
Apartado gráfico
Transformers es el juego con más polígonos de PlayStation 2, en dura competencia con Metal Gear Solid 2 y Devil May Cry 2. La fase de la jungla, alcanza niveles de complejidad propios de los Rogue Squadron de Factor 5 y casi siempre con un framerate estable. Lo más curioso es que las texturas no han sufrido para nada, y muestran una calidad destacable. Es uno de los mejores apartados gráficos de PS2 comparable en algunos momentos a consolas de potencia mayor, como GCN o XBOX. Todo un triunfo para los estudios de Atari en Melbourne. El juego tiene aparte unas excelentes secuencias CG, que hacen que este apartado alcance cuotas muy altas.
Apartado sonoro
La banda sonora utiliza música cambiante, al estilo de las aventuras gráficas de LucasArts o Zelda 64. Es decir, la mayoría es música ambiental hasta que ocurren las batallas, como en el juego de EAD. Las melodías están bien, sin ser ninguna maravilla. Donde el juego brilla más tampoco es en las voces (un tanto forzadas), sino en los impresionantes FX que acompañan, y están cerca de alcanzar a maravillas sonoras de XBOX. Un buen apartado, que mantiene la lujosa producción del juego.
Bien diseñado, pero, con control flojo
Los niveles están bastante bien diseñados y son muy variados. Hay niveles absolutamente memorables como el del portaaviones, que alcanza unos niveles de espectáculo visual y jugable impresionantes. El nivel final es también muy impresionante, sobre todo el Boss. El único problema en este apartado, es que la I.A. de los enemigos es francamente mejorable y lo deja muy lejos de las ofertas de Capcom o Konami en el género. Otro error es que las transformaciones sirven para cosas baladíes, como saltar un acantilado, ya que el resto del escenario no permite usarlas libremente. No obstante los mini-cons proporcionan un espectro jugable bastante amplio, ya que ofrecen toques de Max Payne (tiempo bala) e incluso MDK (modo francotirador).
La pena es sin duda que los Transformers se mueven muy defectuosamente, y no se controlan mucho mejor. Esto en niveles como el de la selva se hace bastante pesado, y uno se plantea quién testeó el juego. Es cierto que se debe respetar el peso de estos monstruos cibernéticos, pero el giro esta muy mal resuelto dejándote vencido en múltiples ocasiones. Este es el error que condena el juego a un nivel menor, a pesar de sus impresionantes valores de producción. Todo un desatino por parte de Atari, que debió esperar a lanzarlo al mercado con mayor pulimento.
Conclusión
El juego, si resistes al flojo control, es extremadamente divertido y ofrece muchísima variedad de escenarios y situaciones. Hay bastantes géneros entremezclados en éste, que lo convierten en una curiosidad bastante potente. Si Melbourne hubiera pulido más el control y la I.A., el juego podría haber sido fácilmente una de los mejores de la consola. En su estado actual se queda con el honorífico título de "Mejor juego de Transformers" (cosa fácil, viendo los bodrios), y con una puntuación mediana en el contexto actual de PS2. Todos los fanáticos de la serie deberían echarle un vistazo.