Tras el pasado E3 quedó claro que el género de la estrategia continúa siendo uno de los más importantes dentro del mundo del PC encontrándonos con títulos de todas las clases que ofrecen distintas formas de entender el género. Así pues, mientras que juegos como Company of Heroes o
Gas Powered Games, creadores de la serie Dungeon Siege, y Chris Taylor, uno de los creadores de Total Annihilation, son los encargados de dar vida a este prometedor juego de estrategia en tiempo real que promete revolucionar el género, siendo ya considerado como la secuela espiritual del aclamado Total Annihilation.
Realizada esta elección, como comandantes supremos tendremos que iniciar cada misión construyendo una base de operaciones sobre el territorio hostil. En este caso, sin embargo, seremos nosotros, de forma "corpórea", los que construyamos cada uno de los edificios en nuestro cuartel ya que nuestra representación en el juego será una especie de robot gigante.
Una vez hayamos edificado lo suficiente, podremos comprar infinidad de tropas que irán desde las clásicas unidades de infantería, a los carros de combate pasando por grandes cruceros y destructores, así como una gran variedad de aviones y naves que surcarán los cielos protegiéndonos de cualquier ofensiva enemiga. La cantidad y variedad de tropas con las que nos encontraremos resultará impresionante, pero sin duda, lo que más impacto causará serán las grandes dimensiones del entorno en el que tendremos que librar la batalla, y la propia orgía de destrucción que se desatará en cada una de las escaramuzas que libremos.
Los escenarios de Supreme Commander podrán llegar a tener una extensión de más de 6.400 kilómetros cuadrados; terreno que podrá ser montañoso, grandes praderas y bosques, o grandes zonas cubiertas por el mar. Lógicamente, dependiendo del tipo de territorio en el que nos movamos nuestro ejército tendrá que adaptarse al mismo, por lo que en ocasiones predominarán los vehículos marítimos, mientras que en otras batallas serán más importantes los aviones (si hablamos de un territorio montañoso), o los vehículos de tierra (si se trata de grandes zonas llanas). Además, el hecho de encontrarnos con unos entornos tan descomunales hará que el sistema de juego difiera bastante de los visto hasta el momento en el género. De este modo, el zoom pasará a convertirse en una pieza clave en el desarrollo de la acción, dejando a un lado el componente meramente estético que había mantenido hasta el momento en la mayoría de juegos de estrategia.
Con un interfaz de usuario tremendamente sencillo, podremos pasar de la vista clásica que mostrará con gran detalle todo lo acontecido en el campo de batalla o en el plano de la construcción de campamentos, a una más general que nos mostrará una gran extensión del territorio. Sin embargo, podremos seguir alejando la cámara hasta llegar a visualizar toda la extensión del campo de batalla, pasando las tropas de combate a convertirse en pequeños puntos de colores que, eso sí, seguirán avanzando hacia sus objetivos. Por lo tanto, en estos grandes escenarios de miles de kilómetros podremos tener abiertos varios frentes de combate con centenares de unidades de todos los tipos combatiendo en los mismos, y nosotros poder seguir dirigiendo todos los aspectos bélicos con relativa facilidad.
De este modo, por ejemplo, podemos estar con la vista situada sobre nuestro campamento en donde estaremos subiendo a la infantería a las naves de transporte, mientras que en otra parte del mapa nuestros acorazados se enfrentan a la aviación y marina enemigas en intensas batallas sobre un gran océano. Una vez hayamos terminado de subir a las tropas sobre las naves de transporte, podremos alejar el zoom al máximo con leves giros de la ruleta del ratón y pasar a vislumbrar todo el campo de batalla, momento que aprovecharemos para indicar a las naves que descarguen a las tropas en un punto concreto, y centrar la vista en la zona del combate marítimo para dirigir de primera mano la escaramuza. Serán tantas las posibilidades con las que nos encontraremos que las batallas prometen ser distintas todas entre sí: las combinaciones de unidades, los posibles frentes que podrán abrirse o no, etc.
Otro elemento novedoso, o por lo menos poco explotado en el género de la estrategia, serán las batallas marítimas que, como decimos, en Supreme Commander prometen ser las grandes protagonistas. En esta creación de Gas Powered Games nos encontraremos con una gran cantidad de vehículos marinos que irán desde los típicos destructores a submarinos y barcas de transporte, pasando por robots anfibios con lanzaderas de misiles incorporadas. Los barcos se enzarzarán en increíbles batallas no ya sólo contra otras unidades marítimas, sino que podrán hacer frente a la aviación enemiga, e incluso a las tropas de tierra si van equipados con misiles de largo alcance.
También los desarrolladores trabajan en un interfaz sencillo que permita al usuario manejar a tantas unidades en unos entornos tan grandes sin demasiados problemas, por lo que han implementado opciones como los patrones de patrulla modificables (simplemente pinchar sobre un punto de dirección y arrastrar el ratón hacia una nueva localización) y el sistema de ataque conjunto, que permite al jugador seleccionar a unidades de distintos grupos e indicarles los distintos objetivos a atacar. Estas unidades, si se encuentran muy alejadas entre sí, modificarán su velocidad para alcanzar todas a la vez al enemigo en cuestión, momento que aprovecharán para castigarlo con todo su arsenal. Por último, cada bando contará con unidades especiales o habilidades únicas, como pueden ser grandes robots que arrasarán con todo, o misiles termonucleares que destrozarán todo lo que se encuentre a su alrededor en el momento de la detonación.
En cuanto al apartado técnico, Supreme Commander cuenta con un potente motor gráfico capaz de albergar batallas como las que hemos citado con una gran cantidad de efectos y detalles que sorprenderán por su espectacularidad. De este modo, en medio de una batalla marina podremos ver como cuando un torpedo impacta sobre un barco todo el agua alrededor del mismo se ilumina y después se agita, y luego el propio barco comienza a hundirse perdiendo piezas de su estructura en el proceso. Del mismo modo, todas las defensas antiaéreas llenarán el cielo de explosiones mientras los aviones continúan castigando la tierra con sus bombas, o como los tanques y vehículos pesados arrasan todo lo que encuentran a su paso.
El número de combatientes resultará espectacular por su gran número, así como también se está cuidando mucho el diseño de las tropas para que se noten las diferencias entre los tres bandos. Además, Gas Powered Games permitirá que el usuario conecte hasta dos monitores que podrá utilizar para ver la acción más grande, o separar las dos pantallas y ver en una la acción tal cual, y en la otra el mapa general del campo de batalla. Por último, siguiendo con este tipo de añadidos, también se permitirá al usuario cambiar la posición del interfaz para situarla arriba, debajo o en un lateral de la pantalla, opción que sin duda muchos agradecerán.
En definitiva, Gas Powered Games tiene entre manos uno de los títulos más espectaculares del momento, con un sistema de juego novedoso e impactante que, de salir finalmente bien, podría convertir a Supreme Commander en una auténtica obra maestra. Está por ver si las batallas con tantas unidades individuales en escenarios tan grandes pueden ser fácilmente controladas por el jugador, pero sin duda, de conseguir realizar un interfaz sencillo que permita esto mismo, los desarrolladores tendrán entre manos un diamante en bruto.