Nadie le va a reprochar a Capcom su estrategia durante los últimos años. Sacan juegazo tras juegazo de sus grandes sagas, como Monster Hunter, Resident Evil y Street Fighter. Rescatan grandes títulos de su catálogo, ya sea con remasterizaciones o con recopilatorios. Y de vez en cuando, resucitan series olvidadas, como ocurrirá en 2026 con Onimusha y más adelante con Okami. Pero no vamos a negar que echamos de menos cierta parte de la Capcom de la generación HD, aquella que produjo un puñado de nuevas propiedades intelectuales como Dead Rising y Lost Planet. Los apenas 20 minutos que hemos jugado a Pragmata, la nueva IP de la firma japonesa que llegará en 2026 a PC, PS5 y Xbox Series, nos han recordado a esa Capcom.
Anunciado en el verano de 2020, retrasado en varias ocasiones y hasta ahora rodeado de un halo enigmático, se trata de una aventura de acción y ciencia ficción que, en la brevísima demostración que hemos jugado, destaca por dos cosas: su espectacular apartado técnico y su curiosa aproximación al shooter en tercera persona, pues nos obliga a disparar y a hacer puzles simultáneamente.
Disparar, hackear, puzlear
En la aventura controlamos a Hugh, quien parece ser una especie de soldado futurista. Está acompañado por la androide Diana, quien le salva la vida poco antes de que tomemos el control.
Estamos atrapados en una estación lunar repleta de robots humanoides, drones y otras máquinas que nos consideran un ente ajeno que derrotar. Para hacerles frente, Hugh y Diana deberán colaborar: para que las balas del protagonista hagan daño, antes la androide tiene que hackear al objetivo.
Esto se resuelve del siguiente modo: al apuntar a un enemigo, aparece un puzle cerca de la mirilla para que esté bien visible. Mientras mantenemos el botón de apuntado y nos movemos, pues la acción ni se para ni se ralentiza, debemos resolver el rompecabezas. Para ello usamos los botones frontales (cuadrado, triángulo…) para movernos por las casillas y llegar al cuadrado que hackea al robot. Por el camino, si es posible, trataremos de pasar por los bloques que reducen las defensas del adversario, e intentaremos evitar aquellos que reinician el pirateo.
La cosa es más comprensible y sencilla de lo que parece al enfrentarnos a un solo enemigo, pero no tarda en complicarse y en ganar complejidad. En cuanto los adversarios vienen en grupo, habrá que medir muy bien los tiempos, ser ágiles con la resolución del puzle y aprovechar la esquiva, que tarda un momentín en recargarse. Cuando aparecen robots voladores o los androides humanoides se mezclan con máquinas bípedas contundentes, el posicionamiento y la priorización de objetivos son importantes.
Aunque nunca llevan más de tres o cuatro segundos completarlos, los puzles son más o menos complicados según el tipo de enemigo, lo que influye en la estrategia a seguir. A ello hay que sumar el funcionamiento de las armas. Hay pistolas, escopetas y una que nos ha salvado la vida más de una vez, pues paraliza a los enemigos que pille en el área de impacto. La chicha está en que la munición de cada arma es escasa y frecuentemente comenzamos un enfrentamiento sin balas de una o de otra.
Parece que la gracia del juego va a estar en la variedad del armamento y en la combinación de enemigos en los enfrentamientos. Si hay suficientes tipos tanto de los unos como de los otros, lo nuevo de Capcom tiene potencial, aunque tampoco creemos que se vaya a convertir en su nueva obra maestra. Probablemente los enfrentamientos contra jefes también tendrán algo que decir, pero la demo se acababa justo cuando apareció uno.
Ciencia ficción básica, ¿o esconde algo?
Por lo demás, lo que hemos visto en la demo parece un tanto básico, aunque seguramente esta sección sea justo del principio de la aventura. Para avanzar teníamos que superar sencillas secciones de plataformas en las que hacíamos uso de las botas propulsoras del protagonista, que ciertamente dan mucho gustito en el DualSense, al igual que los disparos. Encontrábamos puertas cerradas y otros dispositivos que hackear, que a veces estaban ligeramente ocultos, algo que se solucionaba rápidamente usando el escáner.
Por la base lunar hay unas máquinas que, tras piratearlas, nos permiten revivir ahí, lo que puede ser indicativo de que lo facilón que nos ha parecido sea tan solo cosa de la demo. Hablando de la base, debemos hacer mención a los gráficos. El entorno que hemos visto no es lo más original artísticamente, pues visita lugares comunes en la ciencia ficción espacial, con espacios minimalistas marcados por el blanco y el gris con notas de contraste como luces rojas y compuertas amarillo chillón.
Pero es fascinante cómo están recreados esos materiales: si por algo destaca el apartado técnico de Pragmata es por la calidad de las texturas, por los reflejos en esas superficies tan cuidadas y por los efectos de los proyectiles futuristas, que a la postre impactan en la iluminación. Vaya, que es un videojuego muy vistoso, también por la minuciosidad en los detalles del traje del protagonista y de la androide que nos acompaña, aunque no tanto por sus expresiones faciales.
Lo que más dudas nos genera es la historia y la posible falta de personalidad de la misma, algo que, somos conscientes, contrasta mucho con los primeros tráileres. Veinte minutos de demo no pueden decir mucho a este respecto, pero Hugh nos recuerda al típico protagonista plano de los juegos de acción de hace varias generaciones. Teniendo en cuenta que parte de la trama irá de su relación con la androide Diana, más vale que acabe siendo un tipo carismático.
La otra parte importante de la historia que se perfila tanto en esta demo como en el último tráiler tiene que ver con una empresa maligna. Delphi Corporation parece ser la responsable de que Hugh haya acabado abandonado a su suerte en una estación lunar, la causante de que los robots de la base quieran eliminarlo, y quién sabe si también de la creación de Diana. De nuevo, parece que son lugares comunes de la ciencia ficción, pero confiamos en un giro de tuerca gracias a aquellos primeros tráileres tan enigmáticos y que mostraban escenarios urbanos apocalípticos ausentes de esta demo.
Quizá aquellos vídeos nos hacían esperar algo más rompedor, pero esta brevísima demo nos ha dejado con ganas de seguir descubriendo qué es lo nuevo de una Capcom que, ahora que cuenta con un catálogo de exitazos que no dejan de vender, se puede permitir volver a la experimentación en grandes superproducciones. En 2026 descubriremos qué esconden Delphi Corporation, Hugh, Diana y el propio Pragmata.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar a una demo preliminar para PS5 en el Summer Game Fest - Play Days.