A pesar de lo que podría parecer, los videojuegos basados en novelas o series literarias son un bien escaso. Algunos ejemplos ilustres los tenemos en obras de la talla de La saga de Geralt de Rivia, Parasite Eve, Metro, El Señor de los Anillos, El romance de los Tres Reinos o Mundodisco, cuyas adaptaciones al ocio interactivo nos han dado, por lo general, grandes alegrías.
Ahora le toca el turno a la trilogía de Las hormigas de Bernard Werber, una serie de interesantes novelas escritas en los años 90 que destacan por mostrarnos el mundo desde la perspectiva de una colonia de hormigas mientras nos narran una historia apasionante repleta de misterios y conflictos bélicos. Aunque todavía quedan unos meses hasta que se lance el 7 de noviembre en PC, PS5 y Xbox Series X/S, en Vandal ya hemos podido probar Empire of the Ants, un bonito y original juego de estrategia en tiempo real que nos ha sorprendido muy positivamente y nos ha dejado con ganas de más
Estrategia en un mundo microscópico
Si bien las novelas alternan entre los acontecimientos que tienen lugar en el mundo de los humanos y el de las hormigas, el título que hoy tenemos entre manos se desarrolla únicamente desde la perspectiva de estos diminutos insectos, algo que, de entrada, le da un punto muy llamativo y fresco que lo diferencia de la mayoría de propuestas que tenemos en el mercado, sobre todo por la representación tan realista que se ha hecho de estos seres (aunque con alguna que otra licencia).
Nosotros encarnaremos a 103.683, una hormiga que debe guiar a su colonia por un precioso bosque en busca de un nuevo hogar en el que prosperar, una premisa argumental que dará forma a una historia que durará alrededor de 20 horas, pero que nos han prometido que será muy rejugable para aquellos jugadores que quieran verlo todo.
En lo puramente jugable, cuando no estemos en una misión nos permitirán explorar con libertad un escenario desde el que podemos aceptar encargos, acceder a las batallas y hablar con otros personajes, además de deleitarnos con el mimo y cuidado que se ha puesto en mostrar el comportamiento de estos insectos, a los que veremos trabajar sin descanso.
Obviamente, la auténtica razón de ser de la obra la tenemos en las misiones como tal. En ellas, controlaremos directamente a 103.683 y, desde su perspectiva, daremos órdenes y comandaremos a nuestras tropas, aunque no podremos luchar directamente. De este modo, deberemos explorar el mapa en busca de nidos que conquistar. En ellos, podemos construir todo tipo de mejoras, como cuarteles que nos permitan desarrollar diversos tipos de legiones (las unidades de combate, almacenes para aumentar la capacidad máxima de comida (el recurso principal que necesitaremos para construir) o laboratorios que nos den acceso a tropas más poderosas, entre otras muchas cosas que afectarán a todas las bases que tengamos en nuestra posesión. Hasta es posible fortificarlas con muros y torretas para repeler los ataques de los rivales.
Como podréis imaginar, existen algunas reglas, como que cada nido solo puede desarrollar un tipo de legión y que las "habitaciones" disponibles para construir en ellos son limitadas y hay ciertas estructuras y mejoras que requieren más de una, así que debemos pensarnos muy bien qué queremos tener en cada una de nuestras bases. Y sí, si sufrimos un ataque del rival y nos destrozan alguna estructura, perderemos automáticamente las ventajas y las posibilidades de desarrollo y construcción que tuviese asociada, por lo que parte de nuestra estrategia consistirá en decidir qué bases podemos proteger mejor para colocar allí las construcciones más importantes y cuáles están situadas en los puntos más difíciles de defender.
Algo a tener muy en cuenta es que debemos estar en los nidos en cuestión para construir, ya que el menú de construcción solo se abre al estar en una base y para seleccionar entre una cosa u otra deberemos hacerlo moviendo directamente a nuestra hormiga sobre la opción que queramos, una interfaz muy curiosa, pero sorprendentemente intuitiva y cómoda una vez nos hacemos a ella.
Esto, sumado a la necesidad de ver los sitios a los que queremos movilizar nuestras unidades para ordenarles que vayan a dichas posiciones, hace que las partidas tengan un desarrollo muy intenso que impiden que podamos quedarnos quietos, pues siempre estaremos corriendo de un lugar a otro, ya sea para gestionar un nido, encontrar comida, recolocar unidades, organizar la defensa de una base, liderar una ofensiva contra un puesto enemigo y más.´
La misión que hemos jugado, perteneciente al segundo capítulo de la aventura, nos ha parecido muy divertida, ya que no nos ha dejado ni un solo momento para que nos aburriésemos entre las tareas de exploración, la gestión de nuestros asentamientos y las maniobras militares. Al fin y al cabo, relajarse solía acabar con los contrarios presionándonos e intentando conquistar nuestras fortalezas cuando quedaban desprotegidas. Si bien era muy sencillita (prácticamente todas las unidades que podíamos construir tenían ventaja sobre las fuerzas enemigas), sí que nos ha permitido apreciar la profundidad que parece esconder su propuesta gracias a lo bien diferenciadas que están nuestras legiones y todas las posibilidades que hay para construir, así como la importancia de la localización de cada nido.
Aunque no es algo que hayamos podido ver, nos han comentado que en compases más avanzados se introducen unidades voladoras, algunas de las cuales podemos utilizar para, por ejemplo, transportar legiones a zonas del mapa que serían inaccesibles a pie, lo que incluye poder montar a nuestra hormiga sobre ellas para movernos por el aire.
En lo que respecta a su apartado gráfico, no podemos comentaros tanto como nos gustaría, ya que hemos jugado en remoto y la resolución de transmisión era algo baja, aunque nos ha dejado con la impresión de que hace un buen uso del Unreal Engine 5 para deleitarnos la vista con un bonito y detallado bosque, por no hablar de los cuidados modelados y animaciones de todos los insectos, dando como resultado unas batallas muy vistosas cuando nuestras legiones se enfrentan a las de nuestros rivales, con decenas de bichos en pantalla luchando sin cuartel.
Finalmente, la banda sonora nos ha pasado un tanto desapercibida, aunque se comporta de forma dinámica y ambienta bien lo que va sucediendo durante la partida, y los efectos son variados y sorprendentemente satisfactorios.
Un juego muy prometedor y con un toque diferente para fans del género
Como veis, Empire of the Ants tiene muy buena pinta. Esta primera toma de contacto nos ha dejado vislumbrar el enorme potencial que tiene la obra con la que Tower Five debutará en noviembre, cuya peculiar propuesta propicia partidas muy intensas, divertidas y satisfactorias. Por supuesto, todavía nos quedan muchísimas cosas por ver para poder valorarlo adecuadamente, como su multijugador competitivo, el diseño y la variedad de sus misiones, su historia, el comportamiento de la IA en batallas más avanzadas y hasta dónde será capaz de llegar su profundidad jugable con el paso de las horas, pero ahora mismo creemos que si te gusta la estrategia en tiempo real, este es un juego al que querrás seguirle la pista, ya que apunta a ser una sorpresa de lo más agradable.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar en remoto a una versión de prueba todavía en desarrollo para PC en un evento al que fuimos invitados por Meridiem Games.