Entre los amantes de las aventuras gráficas el nombre de Broken Sword es toda una institución. En 1996, en pleno comienzo del ocaso del género, llegaba Broken Sword: La leyenda de los templarios para PC y PlayStation, una aventura de las de toda la vida, de point and click, en la que controlábamos a George Stobbart, un abogado norteamericano que se veía envuelto en un atentado en una cafetería parisina, iniciando una investigación que la haría enfrentarse nada más y nada menos que a los Caballeros templarios, recorriendo todo tipo de lo localizaciones, desde la propia París a Siria o Escocia.
Con un encantador aspecto de dibujos animados en pleno auge de los gráficos poligonales, gran parte de la culpa de su fama y éxito de debió a su lanzamiento en PlayStation, descubriendo el género por primera vez a muchos jugadores de consola. Su secuela, Broken Sword II: Las fuerzas del mal, no se hizo esperar mucho, y se lanzó un año después, en 1997, repitiendo éxito y siendo considerado por muchos como la mejor entrega de la saga. Tras esto llegó la defunción oficial del género, y la saga no volvió hasta 2003 con Broken Sword: The Sleeping Dragon, para PC, PlayStation 2 y Xbox, y un inevitable salto a los gráficos tridimensionales que le hicieron perder parte de su encanto por el camino, con escenas de "acción", sigilo y unos odiosos puzles de mover cajas.
Pese a esto, los amantes de la saga supimos disfrutarlo, no obstante seguía contando con sus creadores originales detrás, los británicos Revolution Software y Charles Cecil como director y escritor, lo que le permitía mantener el espíritu de las anteriores entregas, con sus carismáticos protagonistas y sus intrincadas historias con peligrosas sectas y cultos religiosos milenarios. En 2006 y solo para PC se lanzaba la hasta ahora última entrega, Broken Sword: The Angel of Death, que repetía algunos de los defectos de la tercera entrega y que tres años después se sentía algo desfasado, lo que no le impedía ser de nuevo una buena aventura.
Ahora en pleno 2013 y para regocijo de los amantes de las aventuras gráficas y de esta saga en particular, vuelve Broken Sword con una quinta entrega, gracias al micromecenazgo de Kickstarter, que está permitiendo a los fans traer de vuelta esos juegos que más desean, y que ninguna distribuidora o productora estaba dispuesta a financiar. La gran noticia es que detrás de Broken Sword 5: La maldición de la serpiente están los responsables de los títulos originales, con Charles Cecil a la cabeza, algo que se nota en cada poro del juego. Otra cosa que alegrará a los jugadores más veteranos es el hecho de que vuelven apostar por el estilo gráfico de las dos primeras entregas, con unos preciosos escenarios dibujados a mano, aunque con unos personajes poligonales con cel shading que se integran bastante bien en los fondos, con una técnica muy similar a la que usan los españoles Pendulo Studios en sus juegos.
Antes ante una aventura gráfica totalmente clásica, tanto en su aspecto como en su planteamiento jugable, puro point and click sin ninguna floritura, el ratón y sus dos botones nos bastarán para realizar todas las acciones, como mover al personaje, recoger objetos y usarlos, hablar con los personajes y observar el entorno. Es como volver a los 90, la edad de oro del género, y se comporta como un sucesor espiritual de las dos primeras entregas, casi podríamos llegar a pensar que la tercera y cuarta parte no existieron.
La historia comienza con el norteamericano George Stobbart y la periodista francesa Nico Collard en una galería de arte, cuando irrumpe un ladrón que roba un misterioso cuadro y asesina de un disparo al responsable de la exposición. Así, desde el minuto uno y con el crimen todavía caliente, tendremos que empezar a investigar qué ha ocurrido, por qué han robado el cuadro y quién es el asesino. Como es habitual en la saga, lo que comienza como un sencillo crimen acaba derivando en una compleja trama que implica a instituciones y cultos milenarios, en un conflicto que siempre amenaza con sobrepasar a nuestros protagonistas.
Coger objetos y usarlos en el lugar oportuno, resolver algunos puzles clásicos, como ordenar los trozos de un papel roto o averiguar un código, y muchas conversaciones, por suerte muy amenas y divertidas, ya que el humor está muy presente en todo momento. Consigue ese difícil equilibrio de algunos juegos de los 90, en los que se contaba una historia seria, con crímenes de por medio, pero a la vez mucho humor, con personajes excéntricos y divertidas conversaciones. Es aquí donde se nota la mano de Charles Cecil, y en su manera de llevar la historia, una trama muy sencilla en un principio que se va complicando de manera progresiva, sin llegar a perderte en ningún momento.
La historia se puede entender perfectamente por sí sola, sin haber jugado los anteriores, aunque la disfrutarán más los conocedores de la saga, ya que hay personajes que vuelven y se hacen referencias a ciertos hechos ocurridos en otras entregas. Hay muchos guiños más o menos sutiles a los primeros juegos, por momentos es puro fan service, pero lo más meritorio que consigue es recuperar el espíritu de aquellas aventuras de los 90 que tanto disfrutamos. La dificultad está muy bien medida, quizás tirando a fácil si eres un experimentado jugador de este tipo de títulos, aunque se ha tenido en cuenta a todo tipo de público, y se ha incluido un sistema de pistas que se puede obviar, el único atisbo de modernidad dentro del producto.
Lo extravagante de Broken Sword 5 y el motivo por el que no hemos realizado un análisis y no le hemos dado una nota, es que el juego llega inacabado, se ha lanzado solo su primera mitad, el 50%. El resto de la aventura llegará en el primer trimestre de 2014 como una actualización gratuita, por ello no estamos hablando del caso de las aventuras de Telltale Games, que se lanzan de manera episódica a propósito, capítulos que incluso se pueden comprar por separado. En el caso de Broken Sword 5 estamos ante un solo juego, que cuesta unos 20 €, y del que para no hacer esperar más a los fans que lo han financiado, han decidido lanzar ahora su primera mitad.
Esto hace que nos deje con la miel en los labios, ya que además se acaba cuando las cosas se empiezan a poner más interesantes. En esta primera mitad, que se puede tardar en superar unas 5 horas, recorreremos diversas localizaciones en París y Londres, en una investigación puramente policiaca, en la que todavía no tienen mucho peso algunos de los ingredientes habituales de la saga, como los cultos religiosos y ciertos hechos paranormales, algo que llegará en la segunda mitad de la historia. También nos deja con ganas de más el hecho de saber que recorreremos diversas localizaciones en Cataluña, que tenemos ganas de ver cómo se han recreado dado su bello apartado gráfico.
El aspecto técnico tiene dos caras casi opuestas, por un lado los escenarios dibujados a mano, preciosos, como en las dos primeras entregas, y por otra parte los personajes, poligonales bien integrados con los decorados gracias al cel shading, pero que fallan a la hora de moverse, con unas animaciones un tanto toscas, lentas y que en desplazamientos largos parece que van a tirones. Te acabas acostumbrando y disfrutando de sus gráficos, que volvemos a repetir recuerdan mucho al de los juegos de Pendulo Studios como la saga Runaway, aunque hay que pegar un pequeño –o gran- tirón de orejas por las cinemáticas, que menos mal que son pocas, pero que son bastante cutres, tanto en resolución –se ven muy borrosas- como en ejecución, uno de los pocos aspectos que denota que estamos ante un "kickstarter".
El sonido también demuestra un poco su origen de producción humilde, con un doblaje en inglés simplemente correcto aunque mejorable –llega con subtítulos en castellano-, que de manera un tanto perturbadora nos hace echar un poco de menos la discutida voz de Tomás Rubio, el actor de doblaje habitual en español de George Stobbart en las primeras entregas. La música sí nos ha gustado bastante, testimonial y con poca presencia, pero que recuerda muchísimo a la los dos primeros juegos de la saga, con pequeños y cálidos acordes que suenan cuando realizamos algún progreso en la aventura o nos dirigimos a una nueva localización.
Más que recomendable para los amantes del género
Broken Sword 5 no te va a sorprender ni por su historia ni por su jugabilidad, pero es que tampoco lo pretende, Revolution Software ha hecho exactamente lo que querían los fans, recuperar la propuesta de las dos primeras entregas, en tono y forma, y vaya si lo han conseguido. Han pasado más de 15 años desde Broken Sword: La leyenda de los templarios, lo que se dice pronto, pero jugar a esta quinta entrega ha sido como realizar un viaje al pasado, y volver a pasear e investigar por esas preciosas calles de París dibujadas a mano ha sido todo un placer, un reclamo al que es difícil resistirse, pura nostalgia. Solo nos han ofrecido la mitad de la aventura, y no sabemos si serán capaces de rematarlo con maestría, pero este 50% del juego nos ha gustado mucho, una vuelta a los mejores años de las aventuras gráficas, que están viviendo una bienvenida segunda o tercera juventud, pero que cuentan con un brillante pasado que somos incapaces de olvidar.