Análisis Yooka-Laylee and the Impossible Lair, retorno con sabor a Donkey Kong (Xbox One, Switch, PS4, PC)
Algo relativamente habitual es que un grupo de desarrolladores se vuelvan independientes y se junten para hacer un juego que ya no pueden hacer. Quizás, bajo el mandato de Phil Spencer, las cosas han cambiado en Rare, pero hasta no hace mucho el mítico estudio inglés tenía que centrarse en Kinect. Varios de sus miembros abandonaron el equipo para fundar Playtonic Games y así poder recuperar uno de los géneros que los llevaron a la gloria. Hablamos, por supuesto, de los juegos de plataformas. Tras el debut de Yooka-Laylee, que tomaron el relevo de Banjo-Kazooie, ahora su retorno nos ofrece algo diferente pero igualmente propio de Rare: la fórmula de Donkey Kong Country.
Videoanálisis
Rodando voy, rodando vengo
Yooka-Laylee and the Impossible Lair es un juego de plataformas en dos dimensiones, como decimos, muy inspirado por la saga Donkey Kong Country. Es sorprendente lo bien que se adapta la fórmula a estos dos personajes, que parece que habían nacido para esto. Yooka tiene una serie de habilidades básicas como rodar y saltar, y Laylee lo complementa permitiéndonos planear durante un segundo en el aire o hacer un ataque juntos. Si sufrimos daño, Laylee volará a nuestro alrededor durante unos segundos; si la recuperamos a tiempo volverá con nosotros; si no, tendremos que recuperarla en una de las campanas que encontramos en cada nivel.
Con esta introducción, os podéis hacer una idea de lo que nos espera: recorrer niveles derrotando enemigos, consiguiendo plumas, encontrando monedas y zonas secretas, para así liberar a las abejas que han sido raptadas, lo que nos hará más fuertes y nos preparará para la mazmorra imposible que da nombre al juego.
Es un concepto que nos recuerda al de Breath of the Wild. La aventura comienza en esta mazmorra, prueba final que podemos completar cuando queramos... si tenemos la habilidad suficiente. Si preferimos un acercamiento más seguro, al igual que en el mencionado Zelda, podemos ir completando niveles tradicionales y rescatar a las abejas. Hay una al final de cada nivel, y nos dan un toque adicional en la mazmorra imposible. Cuantas más tengamos, más posibilidades de sobrevivir a ella.
La mazmorra está siempre disponible, por lo que podemos probar suerte tantas veces como queramos. Es un nivel muy, muy complicado, e incluso con un buen puñado de toques extra no va a ser fácil completarla. Además, es siempre interesante el desafío de ver cuán lejos podemos llegar con cierta cantidad de abejas.
Esto es posible gracias a un mapa muy elaborado en el que encontramos las fases principales, pero también una gran cantidad de objetivos secundarios y puzles, e incluso desafíos que nos ofrecen pruebas fuera de lo habitual. Es un nivel gigantesco en sí mismo, y recorrerlo es muy divertido y satisfactorio. No es un mero selector de fase, es un añadido que aporta variedad a la aventura, y sirve, además, para justificar el rediseño de cada fase. Sí, cada fase tiene un rediseño. Podemos congelarla, inundarla, ponerla marcha atrás, hacer que el viento sople... sólo tenemos que encontrar cómo conseguirlo en el mapa.
Este rediseño no es un pequeño retoque gráfico, sino que cambia por completo cómo jugamos. A efectos prácticos, cada rediseño es una fase nueva, con sus propios secretos, sus propias mecánicas y su propia abeja que rescatar. Son parte integral de la experiencia, y muestran el mimo y el esfuerzo que han puesto los chicos de Playtonic en diseñar los niveles.
Queremos mencionar también la introducción de los tónicos, unos coleccionables o desbloqueables que modifican el juego en diferentes maneras. Hay algunos cambios meramente estéticos, mientras que otros afectan a la jugabilidad, haciendo el juego más fácil o más difícil. Eso sí, hacerlo más difícil nos dará más plumas, y hacerlo más fácil nos las restará. Es un detalle que, sin revolucionar, le da un toque de personalización a la experiencia.
Una nueva dimensión
Aunque no es el único, el mayor cambio en esta entrega es el paso a las dos dimensiones. Yooka-Layle and the Impossible Lair mantiene un estilo artístico relativamente simple, con paletas de colores que hacen que los personajes sean siempre perfectamente visibles en pantalla. Hay algunos escenarios un poco más sosos, pero la mayoría está a muy buen nivel, y otros son sencillamente preciosos. A esto hay que añadirle las animaciones, muy cuidadas y con algunos detalles geniales. No está a la altura de Donkey Kong Country: Tropical Freeze, pero cumple con creces.
Como podéis imaginar, el control es uno de sus puntos fuertes. Yooka y Laylee responden a la perfección a nuestras acciones a 60 imágenes por segundo (en todas las plataformas, también en Switch); y menos mal, porque es un título que no tiene miedo de ponerte a prueba. Algunos saltos son bastante desafiantes, y si sois de los que ven un objeto y tienen que cogerlo, vais a morir muchas veces. Vuestro estilo de juego también condicionará la duración, pero ya os adelantamos que es un juego bastante largo, y hacerlo al 100% (y sin guías) nos puede llevar unas 20 horas.
Lo mismo podemos decir de la música. En general está muy bien, algunas melodías son fantásticas, y otras nos has parecido menos inspiradas, pero después de unas cuantas horas te ves tarareando algún que otro tema. Aun así, se nota la mano de David Wise, compositor de los Donkey Kong, y Grant Kirkhope, habitual de Rare. También tenemos a otros artistas como Dan Murdoch y Matt Griffin, que se quedan un paso por detrás.. Por último, mencionar una notable traducción al castellano, que nos ayuda a entender la disparatada historia en la que se ven envueltos nuestros héroes.
Yooka-Laylee Country
No parece que Retro Studios vaya a darnos un nuevo Donkey Kong Country esta generación, pero Playtonic ha tomado el relevo para ofrecernos una adaptación excelente de su jugabilidad que, lejos de quedarse en el homenaje, añade multitud de elementos propios que le sientan genial. Y es que, al fin y al cabo, algunos de los desarrolladores de este título firmaron los Donkey Kong Country originales.
Yooka-Laylee and the Impossible Lair es un título que hemos disfrutado muchísimo. No nos parece tan redondo como Tropical Freeze, pero sí bastante mejor que el Yooka-Laylee original. Creemos que es un título que cualquier fan de las plataformas en dos dimensiones tiene que probar. Está repleto de contenido, cuenta con algunas ideas geniales, buenos niveles y una estructura abierta que nos da libertad para descubrirlo.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por Team17. También hemos probado la versión de Nintendo Switch gracias a un código proporcionado por Badland Publishing, los distribuidores del juego en formato físico en España.