Análisis de Minecraft Xbox One Edition (Xbox One)
Enfrentarnos a un análisis como éste es difícil, ya que poco podemos decir de Minecraft que no sepáis. Uno de los juegos más vendidos de la historia, que ya ha alcanzado la categoría de fenómeno, sigue expandiendo su reinado por nuevas plataformas, llevando la supervivencia y la creación, ahora, a las consolas de nueva generación.
Tras su exitoso paso por PlayStation 3 y Xbox 360 –recordamos que lleva varios meses siendo lo más vendido de la consola de Sony–, ahora quiere repetir éxito en PlayStation 4 y Xbox One, y, la verdad, no nos extrañaría que repitiese ventas como las que viene recogiendo hasta el momento. Obviamente, en este análisis repasaremos las mecánicas básicas, pero si queréis un análisis más en profundidad del juego como tal, os recomendamos repasar nuestro análisis de la versión original de PC, ya que aquí nos enfocaremos más a la adaptación a consolas.
Libertad para sobrevivir, libertad para crear
Si por algo se distingue Minecraft de otros juegos del género, es por su libertad. Hoy en día, prácticamente cualquier "cosa" –objeto, ciudad, universo…– relevante de la cultura popular o de la cultura friki está recreado en Minecraft, aunque no todo es tan fácil como para muchos pueda parecer. Los verdaderos artistas hacen que parezca fácil lo difícil, e internet está lleno de artistas.
Lo cierto es que en Minecraft tendremos que sobrevivir, y no será tan fácil como parece. Como en otros muchos títulos que han llegado tras éste, la idea es prepararnos por la mañana para enfrentarnos a los peligros de la noche. ¿Y cómo nos preparamos para ello? Pues creando. Y así comienza nuestra aventura.
Lógicamente, uno de los puntos fuertes de la supervivencia es que comenzamos sin nada, y tendremos que ir avanzando poco a poco para poder conseguir más y mejores recursos. Desde montar nuestra primera mesa de creación con las maderas de un árbol hasta crear lo que se nos ocurra hay un largo camino, un camino que implica explorar, descubrir, combinar y, sobre todo, mantenernos con vida.
Adaptándose al mando
Tenemos la sensación de que, aun siendo el mismo juego, la versión de consolas de Minecraft busca a un público diferente. La versión de PC, quizás está más enfocada al jugador hardcore de Minecraft, el que es más ambicioso y está buscando constantemente cómo llevar un poco más allá su afición, ya sea con nuevos desafíos autoimpuestos, con mods o lo que se le ocurra.
La versión de consolas, por otra parte, nos parece más enfocada al usuario que escucha constantemente hablar de Minecraft, pero que por la razón que sea, no es el tipo de jugador que siquiera se plantea jugar en PC. Así, encontramos una interfaz mucho más accesible, permitiendo interactuar con total comodidad con el mando, gracias a una organización y unos accesos muy claros y efectivos.
A la hora de movernos por los escenarios y explorar los movimientos son también bastante naturales, y pocos son los movimientos que resultarán ajenos a un jugador experimentado con los juegos de aventura en primera persona. Es quizás a la hora de construir donde se eche más de menos el ratón, pero la verdad es que nos parece que dentro de las posibilidades de un pad, poco más se puede hacer.
…y hablando de crear
El modo creación llega esta vez desde el principio, permitiendo a esas almas creativas soltarse sin necesidad de "sobrevivir". Es decir, podemos crear por crear, volando por el entorno y utilizando los materiales que queramos sin preocuparnos de que llegue la noche y nos ataquen los enemigos. Se pierde así una parte de la esencia de Minecraft, pero se desata otra que quizá tiene incluso más fuerza.
Crear es muy divertido, y, sobre todo, muy satisfactorio, sobre todo cuando las muchas horas que acabaremos invirtiendo en el juego comienzan a dar sus frutos. Si no estáis familiarizados con Minecraft, pero habéis jugado a LittleBigPlanet o Project Spark seguro que os podéis ir haciendo una idea de lo que decimos. Además, en las versiones de PlayStation 4 y Xbox One el territorio para crear es bastante más grande, por lo que podréis dar incluso más rienda suelta a vuestra imaginación.
¿Un poco más de ambición?
Minecraft es el salto lógico a estas nuevas consolas, con mayor resolución, fluidez, y como decíamos antes, con mayor espacio para crear. De todos modos, no se ha ampliado el multijugador con respecto a las versiones de PS3 y 360, y pensamos que podría haberse potenciado un poco más las novedades, intentando aprovechar las posibilidades de ambas consolas, algo que, más allá de lo técnico, no vemos. En Xbox One, la versión que hemos podido probar, contamos con 20 paquetes de apariencias que eran descargables en Xbox 360, algo que se agradece, y que incluyen algunas bastante notables –como las de Halo–, pero nos quedamos con la sensación de que podríamos haber visto un poco más de ambición.
Minecraft, y sólo con ese nombre, no hay mucho más que decir
Minecraft es un juego que se está vendiendo solo, y lo cierto es que no nos extrañaría que lo siga haciendo en Xbox One y PlayStation 4. Con la balanza decantada más hacia los que lo aman que hacia los que lo odian, es indudable que el título de Mojang tiene algo difícil de explicar, pero que atrapa y que siempre te invita a jugar "un ratito más" si te gusta su propuesta. Sobre la adaptación, pues es sencillamente lo que esperábamos de su llegada a las nuevas consolas.
No negaremos que nos hubiese gustado ver algún detallito que aproveche las posibilidades de éstas, pero si queréis disfrutar de Minecraft en Xbox One o PlayStation 4, sin duda, tenéis diversión en potencia para divertiros durante horas, y si venís de las versiones de sus predecesoras, tenéis todo para dar el salto a precio reducido y manteniendo las creaciones.