Análisis de Killer Instinct XBLA (Xbox One)
La generación que está concluyendo ha sido la de los shooters en primera persona, que se han convertido en las estrellas del catálogo de Xbox 360 y PS3, pero si habría que elegir un género que se ha revitalizado ese sería sin duda el de la lucha. La popularización del juego online en consola ha permitido que resurja un género que era estelar hace algo más de una década, y que había estado de capa caída unos años. Por eso sorprende que el único juego de lucha de nueva generación sea este Killer Instinct, el retorno de una saga olvidada de Rare que llega rodeado por la polémica de su modelo de negocio: descargarlo es gratuito, pero solo trae un personaje, y el resto tendremos que adquirirlo como contenido descargable.
Un modelo de negocio polémico
A los fans de los juegos de lucha no les gusta oír hablar de DLC. Si este resurgir del género ha tenido una parte negativa para los jugadores es la cantidad de contenido extra de pago y revisiones que se han lanzado, emulando Capcom a aquella época en la que cada poco tiempo lanzaba un Street Fighter II con nueva coletilla. Quizás por ello lo que en otro género habría sido relativamente bien recibido, un modelo que permite que todo el mundo pruebe el juego y luego lo adquiera al completo (o por personajes), ha tenido una respuesta muy negativa por parte de la comunidad.
Puede que las cuentas cuadren, que comprarse el juego entero (o, al menos, la primera temporada) como DLC sea lo mismo que hacerlo al modo tradicional, pero el horno no estaba para bollos y Microsoft ha tenido que estar unos meses "lavando" la imagen de este retorno de Killer Instinct, que hasta llegó a ser abucheado en la final del EVO 2013.
En resumidas cuentas, el juego puede descargarse gratuitamente incluyendo solo a un luchador, que irá rotando. Los ocho personajes de esta "primera temporada" (por ahora hay seis disponibles) cuestan 19,99 euros, la "ultra edition" que incluye además todos los accesorios y trajes y el primer Killer Instinct de recreativa (además de "acceso temprano" a nuevos personajes) sube hasta 39,99, y una edición especial de tienda con objetos de coleccionista, que aparentemente solo se venderá en los Estados Unidos, cuesta 59,99 dólares. Los ánimos parecen estar algo más calmados, hasta que se anuncie cómo será, qué traerá y cuánto costará la segunda temporada.
Una puesta al día del juego original
Dejando a un lado el modo de vender el juego, que no vamos a valorar, Killer Instinct supone el retorno de una saga olvidada de Rareware cuyo regreso llevaba años pidiéndose y rumoreándose. Pero no ha sido la compañía británica la encargada de resucitarla, sino Double Helix, un grupo sin experiencia en la lucha que ha creado un juego adaptado a los tiempos modernos pero manteniendo las señas de identidad de los originales. La nueva generación permite unos gráficos espectaculares y hay un montón de posibilidades online, pero que nadie espere un intento de revolucionar o evolucionar el género. Killer Instinct es un juego de lucha clásico, con algunas novedades respecto a los originales, y hasta sus por ahora seis personajes son casi los mismos de antaño, con un lavado de cara de cuatro generaciones y Sadira como única novedad.
Esto no es algo negativo, ni mucho menos. Los que todavía recuerden los originales se encontrarán con un sistema de juego fiel al ideado por Rare décadas atrás, con muchos de los mismos movimientos especiales, y algunas novedades como los ataques Shadow. La gran mayoría de jugadores, que o no los jugó o no se acuerda bien de ellos, se toparán con un juego de lucha fácil de jugar y difícil de dominar, en el que es fácil ganar los primeros combates machacando botones, pero que esconde una gran profundidad y un buen equilibrio entre los luchadores. La única contrapartida es obviamente la falta de contenido: esta primera temporada solo cuenta con ocho luchadores y por el momento solo hay seis disponibles.
Muy accesible y con buenos tutoriales
Cuando decimos que es fácil ganar los primeros combates machacando botones no podemos ser más literales: cogiendo a Yago y entrando en el modo Survival es fácil llegar hasta el décimo rival sin ni siquiera consultar la lista de movimientos. Los Killer Instinct originales apostaron por los combos, algo innovador en la época, con combinaciones interminables, y enlazarlas sigue siendo tan sencillo como antes. Moviendo la perfecta cruceta del mando de Xbox One como si jugásemos al Street Fighter haremos, casi sin darnos cuenta, todo tipo de movimientos especiales, shadow y ultra. Mientras tanto, la pantalla se irá llenando de notificaciones sobre desafíos completados, y hasta logros, todo ello sin que nos enteremos demasiado de lo que está pasando o qué estamos haciendo.
Esto no es una crítica, al contrario. El juego es muy accesible y nada frustrante para los que no sean muy expertos en la lucha. Sus diferentes niveles de dificultad y la forma que tiene de clasificar la habilidad o el estilo de juego (si hacemos lo del párrafo anterior nos endosarán un ‘button-masher’ como tarjeta de presentación) permiten que los jugadores de todas las habilidades puedan pasar un buen y satisfactorio rato. Cuenta además con tutoriales muy completos e intuitivos que familiarizarán a los novatos con el juego y también con los juegos de lucha en general, en un esfuerzo por acercar la jerga interna de los fans del género a todos los jugadores. Pero lo que hace que un juego de lucha sea realmente bueno es que los luchadores estén equilibrados, y los mejores jugadores ganen a los peores, independientemente del ritmo al que pulsen estos los botones, y en esto Killer Instinct también acierta.
Jugando online o en niveles de dificultad más avanzados vemos que no todo el monte es orégano y que hay que aprender bien cómo jugar con cada luchador y cómo combinar los combos eficientemente. El juego sigue siendo vibrante, las combinaciones de golpes se suceden a un ritmo imparable, pero también los combo breakers (y los counter breakers). Los combates son un toma y daca constante, rapidísimo, en el que conocer bien los movimientos de nuestro luchador y las debilidades del contrario le pueden dar la vuelta a una situación complicada.
Gráficamente impactante
A nivel visual Killer Instinct es muy espectacular, con un gran modelado de los personajes, y unos escenarios llenos de detalles. Más que fijarnos en un detalle u otro, lo que impacta es la velocidad a la que se mueve todo, 60 fotogramas por segundo con gran fluidez, con un escenario que no es interactivo pero sí muy vistoso, y unos luchadores con gran personalidad. A nivel sonoro, el título es también contundente. Los buenos FX de los golpes de los luchadores se combinan con una buena banda sonora y con las voces del comentarista, homenajeando al original, con sus gritos guturales cuando hagamos un breaker o un ataque ultra, y sus "SUPREME VICTORY" cuando ganemos sin perder la primera barra de vida.
Muy buen juego de lucha, pero falto de contenido
Killer Instinct es un muy bienvenido regreso de una saga clásica que ha disipado las dudas de los jugadores. Double Helix, sin apenas experiencia, ha recogido el testigo de Rare 17 años después y ha creado un gran juego de lucha, gráficamente muy espectacular y con una jugabilidad vibrante, equilibrada y profunda. Además, es muy accesible para todos los jugadores y cuenta con un completísimo tutorial para ayudarnos a dominar el juego. El gran problema de Killer Instinct es su terrible falta de contenido. Los seis luchadores que incluye (Glacius, Thunder, Jago, Sadira, Sabrewulf y Orchid) más los dos que sumará pronto (Fulgore y Spinal) son muy pocos, palideciendo contra cualquier otro juego de lucha actual. Además, le falta un modo historia que pueda aportar algo más a los que quieran jugar en solitario. Si Microsoft apuesta por el juego y lo llena de nuevo contenido a lo largo de los próximos meses puede lograr tener un nuevo pilar en su catálogo de juegos, una gran saga de lucha exclusiva. El tiempo dirá en qué queda este esperanzador retorno del clásico de Rare.