Análisis de Hitman Absolution (Xbox 360, PS3, PC)
Han tenido que pasar varios años desde que protagonizara su última aventura, pero por fin la espera ha terminado y el Agente 47 regresa para volver a deleitarnos con un título que mantiene toda la esencia que ha hecho famosa a esta saga. Si bien la fórmula sigue siendo la misma de siempre, esta se ha potenciado para ofrecernos una libertad de juego y unos valores rejugables altísimos que nos invitarán a volver a jugar una misma misión una y otra vez. Tan letal como efectivo, Hitman, el asesino perfecto, no decepciona.
Un contrato personal
La historia de esta nueva entrega nos narra cómo Diana Burnwood, la principal contacto de nuestro carismático y calvo protagonista, traiciona a la Agencia llevándose consigo a una misteriosa chica llamada Victoria, quien por algún extraño motivo parece tener un valor incalculable para la organización.
Dada la delicada naturaleza de este problema, la Agencia decide contratar a Hitman para acabar con Diana y así recuperar a la joven.
Este momento será el punto de partida de la aventura, donde tendremos que infiltrarnos en las instalaciones de Diana en una breve misión a modo de tutorial. Para evitar arruinaros sorpresas y detalles del argumento, solo diremos que el guion es bastante simple y predecible, pero está muy bien contado y cuenta con una puesta en escena realmente elegante y llamativa.
Eso sí, nos gustaría destacar que una de las cosas que más nos ha gustado de su apartado narrativo es la cantidad de pequeñas historias dinámicas que podremos descubrir a medida que jugamos. Si nos paramos a observar y a seguir a los distintos personajes con los que nos iremos encontrando en los escenarios, como pueden ser los guardias de un edificio o los trabajadores de una tienda (por citar un par de ejemplos), podremos enterarnos de sus vidas, motivaciones, miedos, relaciones con otros personajes e incluso conocer datos, detalles y pistas sobre nuestro próximo objetivo. Gracias a esto IO Interactive ha conseguido dotar de cierta personalidad a la gran mayoría de NPCs, ayudándonos a empatizar con ellos para que no nos sintamos como si estuviéramos en un escenario plagado de simples sicarios genéricos y autómatas, lo que resulta un detalle fresco y que le da un toque de realismo e inmersión al juego muy bien recibido y que le sienta estupendamente.
Entrando ya en lo que es su jugabilidad, decir que la historia principal está compuesta por 20 misiones, estando cada una de ellas a su vez divididas en varias secciones donde tendremos que cumplir determinados objetivos para pasar a la siguiente. Estos pueden ser cosas como asesinar a un blanco concreto, encontrar la salida de la zona, llegar a un lugar concreto, etcétera. La mayoría de los niveles destacan por su complejidad, ofreciendo múltiples vías alternativas, escondites, armas, disfraces y objetos que nos invitarán a explorar y a observar cuidadosamente cada detalle para idear nuestra propia forma de cumplir los objetivos, aunque también hay algunos escenarios bastante lineales donde solo tendremos que ir hacia adelante evitando que nos pillen.
No queremos que nadie se equivoque, Hitman Absolution es principalmente un juego de sigilo. La opción de ir a lo bestia y disparando a todo lo que se mueva está ahí, pero es poco recomendable, nos quitará puntos y probablemente acabaremos muertos rápidamente si jugamos en un nivel de dificultad medianamente alto. Aquí se premia nuestra paciencia y el actuar meticulosamente, como si fuéramos un auténtico asesino, mientras cumplimos las misiones con precisión quirúrgica, sin alertar a nadie y sin dejar rastro alguno de nuestra presencia. Y si podemos acabar con nuestros blancos de una manera rebuscada, original y que encima parezca un accidente, mejor que mejor.
Para animarnos a jugar así, se ha incluido un sistema de puntuación en el cual se valorará la calidad de nuestra actuación durante las misiones. Por tanto, cosas como las bajas innecesarias y el ser detectados nos quitarán puntos, mientras que cometer asesinatos de una forma efectiva y creativa o esconder los cadáveres que vayamos dejando a nuestro paso nos reportarán una buena suma de puntos. Lejos de ser un mero añadido con el que presumir ante nuestros amigos y con el que compararnos con el resto del mundo, cada vez que lleguemos a una determinada cantidad de puntos obtendremos una mejora para 47, como mayor resistencia a los daños que recibamos o un menor retroceso a la hora de disparar.
Si queremos mejorar todavía más nuestra puntuación también podremos cumplir una serie de objetivos adicionales en cada uno de los niveles, como encontrar todos los disfraces, realizar ciertos asesinatos de una forma concreta, encontrar pruebas (son los objetos coleccionables del título), etcétera. La dificultad en la que juguemos también nos reportará un bonus de puntos mayor o menor. Como podéis ver, completar un nivel de forma perfecta no es una tarea para nada sencilla y nos llevará muchísimos intentos, por lo que el reto está más que servido. Lo bueno de todo este sistema es que el juego se adapta a las exigencias de cada jugador, ya que si queremos una experiencia realmente desafiante podemos tenerla, mientras que si lo único que queremos es pasarnos la historia sin importarnos mucho los errores que podamos cometer, también podremos disfrutarlo de esa manera (aunque seguro que querréis repetir).
Continuando con su jugabilidad, la novedad más destacada la encontramos sin duda en el modo Instinto. Cada vez que activemos este modo, podremos ver a nuestros objetivos y a los enemigos aunque estén detrás de una pared, comprobar la ruta que van a tomar los guardias, conseguir pistas, realizar disparos de precisión y disimular. Estas dos últimas funciones son probablemente las más importantes de todas. La primera funciona de una forma muy similar al "Dead Eye" de Red Dead Redemption, permitiéndonos ralentizar el tiempo y fijar varios disparos para ejecutarlos posteriormente a toda velocidad.
En cuanto a la posibilidad de disimular, conviene primero que os expliquemos cómo funciona el sistema de disfraces. Una de las señas de identidad de la saga, es la posibilidad que nos brinda su jugabilidad de noquear a un enemigo para ponernos su traje y así infiltrarnos sin levantar sospechas. El problema es que esto no funcionará con aquellos personajes que lleven la misma ropa que nosotros. Los policías conocen a sus compañeros, por lo que si nos acercamos a ellos no nos reconocerán, comenzarán a sospechar y podrán desenmascararnos, arruinando de esta forma nuestra tapadera. Si esto ocurre y vemos que alguien va a comenzar a sospechar de nosotros, podremos activar el modo instinto para que 47 disimule y confunda a quienes nos vigilen. Eso sí, una vez que nuestro disfraz es considerado sospechoso por alguien, el disimular ya no nos servirá de nada contra él y tendremos que improvisar de alguna otra forma.
Los más veteranos puede que os estéis llevando las manos a la cabeza al leer las "facilidades" que ofrece este añadido, pero podéis estar tranquilos, ya que dependiendo del nivel de dificultad escogido su uso quedará más o menos limitado (algo que también se puede configurar en Opciones) , especialmente en "Purista", donde jugaremos sin interfaz, por lo que no tendremos un minimapa con el que guiarnos ni veremos nuestras barras de vida e instinto.
Como podréis suponer, la duración de un título como este es muy variable, ya que dependiendo de cómo juguemos podemos completar la historia principal por primera vez en ocho horas o en quince, y eso sin contar con su alta rejugabilidad, ya que como os hemos ido comentando, se trata de un juego pensado para ser jugado varias veces. Además, una vez superemos un nivel podremos seleccionarlo libremente, así como la sección que queremos jugar, por lo que siempre podréis repetir la parte del juego que queráis.
Pero si todo esto os sabe a poco, se ha incluido un curioso y original modo multijugador llamado Contratos. En él podremos crear nuestras propias misiones y compartirlas con el resto de usuarios para que intenten completarlas, aunque estas las crearemos jugando. Su funcionamiento es simple: Escogemos un nivel, marcamos de uno a tres blancos como objetivos, los asesinamos y escapamos por algunas de las salidas. Dependiendo de cómo lo hayamos hecho, el resto de jugadores tendrá que usar los mismos trajes que nosotros, las mismas armas de asesinato e incluso salir por el mismo sitio. Mientras más complicado y enrevesado sea, mayor recompensa recibirán quienes superen nuestro contrato, las cuales podrán invertir en comprar mejoras para este modo. Al mismo tiempo podremos enviar contratos a nuestros amigos, hacerlos públicos y votar los que nos han gustado y los que no. Un modo que encaja muy bien con la filosofía del juego y que seguro conseguirá aumentar su vida útil para muchos de vosotros.
El arte del asesinato
A nivel gráfico, Hitman Absolution es un juego realmente bueno, al menos en PC, que es la versión a la que hemos jugado para realizar este análisis, con momentos muy impactantes en los que veremos a cientos de personas simultáneamente en pantalla y con un nivel de detalle altísimo sin que el motor gráfico se resienta lo más mínimo (eso sí, las animaciones de la multitud cuando interactuamos con ella dejan algo que desear). El modelado de los personajes también está muy trabajado, aunque las caras y sus animaciones faciales son mejorables en muchos casos. La calidad de las texturas también es muy alta y los escenarios tienen una grandísima cantidad de elementos y son muy variados, algo que deja patente el mimo y cuidado con el que se ha tratado toda la producción.
Los efectos de iluminación y de sombras también están muy conseguidos, aunque a veces son demasiado exagerados y llegaremos a ver cosas como a los propios personajes reflejando luz, lo que da una sensación visual un tanto extraña. Por otro lado, a nivel artístico no podemos poner ningún tipo de pega, ya que todo ha sido recreado para encajar a la perfección con el tono oscuro y en ocasiones sórdido de la saga. Y todo eso sin olvidarnos de sus elegantes menús y su puesta en escena de lujo.
Hitman fue una saga que nació en PC, y como tal, esta versión del juego ha sido muy cuidada, por lo que sus controles responden a la perfección tanto con teclado y ratón como con mando y se incluye una buena cantidad de opciones de configuración gráfica, lo que nos permitirá tanto jugar en un equipo medianamente modesto como sacarle partido a las máquinas más potentes.
En cuanto al sonido, decir que cuenta con una banda sonora dinámica simplemente brillante. Es totalmente ambiental y dudamos que cuando acabéis de jugar recordéis la melodía de alguno de sus temas, pero cuando estéis en medio de una misión sentiréis que su acompañamiento es algo fundamental a la hora de engrandecer el juego. Por otra parte, el título se encuentra doblado al español, aunque por desgracia sus interpretaciones tienen bastantes altibajos. Algunas voces no están del todo bien escogidas, muchas de las interpretaciones están muy forzadas y la sincronización labial falla de vez en cuando. No llega a ser malo, pero sí muy mejorable, una pena considerando el excelente trabajo de doblaje con el que cuenta en su versión original, en el que han participado todo tipo de estrellas de Hollywood.
Conclusiones
El regreso de Hitman no ha podido ser mejor, con un título complejo, rejugable hasta la saciedad y lleno de opciones a la hora de encarar los niveles que hará las delicias de todos los fans del Agente 47. Eso sí, se echa en falta una mayor evolución frente a entregas previas y una historia más interesante, así como un mejor doblaje. Además, su ritmo lento y pausado no lo hacen un juego apto para todo el mundo. Pero la calidad general es tan alta que a la hora de meternos en la piel de este carismático asesino sus numerosas virtudes consiguen eclipsar totalmente a sus escasos y pequeños defectos. Sin duda, uno de los títulos más recomendables del año.