Análisis de Command & Conquer 3: Tiberium Wars (Xbox 360)
Uno de los principales géneros de juegos distintivos de los ordenadores personales ha sido siempre el de la estrategia en tiempo real, con una amplia gama de títulos muy exitosos en plataformas como PC y Mac entre los que siempre se ha encontrado la saga de temática bélica futurístico-comteporánea Command & Conquer. El impacto de popularidad definitivo del género en sus ámbitos nativos hace una década también coincidió con varios amagos de acercamiento del mismo al mundillo consolero, con títulos como Dune II, WarCraft II, Z, StarCraft, Age of Empires II y varias de las primeras entregas de la saga que nos abarca, apareciendo en versiones para consola posteriormente de haberlo hecho en los compatibles. Westwood Studios, la desaparecida compañía desarrolladora que originó la licencia, realizó en su día conversiones para plataformas como PlayStation, Sega Saturn y Nintendo 64 de los dos primeros títulos de la saga (Command & Conquer y Command & Conquer Red Alert), pero esta iniciativa ya no tuvo continuidad a partir de 1999 con Command & Conquer Tiberian Sun, que quedó como título exclusivo para PC.
Este género no sólo ha pecado tradicionalmente de impopularidad en el ámbito consolero, sino también de una pobre adaptación del control del mismo. Lejos de la precisión que ofrecía el ratón a la hora de dirigir el puntero, muchos jugadores se sentían frustrados teniendo que hacer con el pad exactamente el mismo proceso de manejo que estaba destinado a hacerse con el ratón, lo que fue un factor decisivo en condenar a la estrategia en tiempo real al olvido en las consolas.
Sabedor de esto, Electronic Arts (propietaria de la saga desde 1998 y que hizo cerrar a sus creadores originales de Westwood Studios en 2003) ha decidido darle una nueva oportunidad a la saga lanzando nuevamente un título en formato consolero, no sin antes realizar algunas adaptaciones para asegurarse de no cometer los mismos errores que hicieron las antiguas adaptaciones.
El mundo se encuentra actualmente dividido, y el 50% de la extensión del mismo, conocido como la "zona amarilla" de la Tierra y que mantiene unos niveles de contaminación de grado medio, es fiel a los ideales de Nod. Estas zonas del denominado tercer mundo y de contrastada decadencia social, ven a la Hermandad como la verdadera vía de salvación de la humanidad ante la realidad amenazante que se avecina con el cataclismo del tiberio, lejos del evidente abandono sufrido por las naciones poderosas que se concentran en el 20% de la extensión mundial conocida como la "zona azul", donde se han intensificado más las medidas contra la propagación del tiberio y que cubre de manera activa la protección de las fuerzas del GDI. La "zona roja", o el 30% de extensión restante, conforman las áreas totalmente infectadas e insostenibles para toda forma de vida de la Tierra.
En el año 2047, la Hermandad de Nod rompe su silencio tras dos décadas de paz mundial destruyendo mediante un sorpresivo ataque la principal base de operaciones del GDI, la estación espacial Philadelphia, que fue un elemento estratégico clave en la anterior guerra del tiberio. Esta gran estratagema de Nod es obra nada más y nada menos que del infame Kane, que ha vuelto a resurgir de entre los muertos para alzarse nuevamente como figura principal de la Hermandad. Sin embargo, ni GDI ni Nod lo tendrán fácil esta vez, ya que la contienda no será tan directa como anteriormente, pues una nueva facción jamás vista anteriormente se ha auto-invitado a reclamar el tiberio como su propiedad, lo que conforma una de las principales novedades de esta secuela rompiendo el tradicional binomio con la presencia de los alienígenas conocidos como "visitantes" o "Scrins".
Un Command & Conquer es, ante todo, cosechar el tiberio repartido por el mapeado y gestionarlo para construir el ejército y la maquinaria que aplastará a tu enemigo, sin muchas complicaciones. El juego no impone demasiadas limitaciones en este sentido (a diferencia de los títulos de Ensemble o Blizzard), primando mucho más la acción masiva a la estrategia más minuciosa (aunque un mínimo de la misma sí que hay que tener), lo que tiene como consecuencia el ver desplegados verdaderos choques de batallones de combate al poco tiempo.
Por otra parte, edificaciones básicas como el taller de construcción, necesario para edificar (aunque se pueden realizar otros talleres nuevos e incluso pequeños talleres satélite), la refinería, utilizada para transformar el tiberio en dinero, y las plantas de energía, indispensables para suministrar de potencia a las edificaciones que vayamos construyendo, serán el núcleo vital de toda base y habrá que preocuparse por defenderlas a toda costa, tanto de ataques terrestres como de aéreos. Para ello se dispone de torretas defensivas de corte muy diferente según la facción. Desafortunadamente, para esta entrega se ha omitido la opción de fortificar la base con vallas protectoras (que paradójicamente, siguen estando presentes en algunos niveles como preconstruidas), lo que obligará al jugador a ser mucho más cuidadoso en este aspecto.
Las campañas que mueven la historia del juego también se han realizado a conciencia de lo que las antiguas entregas eran, alternando también con novedades en las mismas. Electronic Arts ha realizado una gran labor de inversión en recuperar para Command & Conquer toda la ambientación recreada con escenas de video grabado con actores reales. Esta técnica, muy común en el contexto en el que apareció la saga hace más de diez años cuando el formato CD-ROM hizo su aparición y permitió la capacidad en memoria necesaria para ello, fue utilizándose cada vez menos con el paso de los años cuando las escenas recreadas con el motor del propio juego suponían un menor coste para las desarrolladoras y además permitían una mayor conexión entre ellas y las secciones jugables en pos de mantener en todo momento el ritmo de juego.
Aún así, las plegarias de los fans han hecho posible que para esta nueva entrega tengamos un completo metraje de escenas en alta definición que mantienen un gran nivel en general, con un casting de actores de lujo que abarcan personalidades como Josh Holloway, Michael Ironside, Billy Dee Williams, Jennifer Morrison, y como mayor atractivo para los seguidores de la saga, Joseph D Kucan retomando su característico rol de Kane. Para la versión comercializada en España se han doblado íntegramente al castellano tanto el juego como estas escenas, con un doblaje correcto que emplea a los dobladores oficiales españoles de estos reconocidos actores y que rayan a un gran nivel, pero que sin embargo no tiene el mismo nivel de interpretación para otros personajes mucho más específicos como el de Kane, sobre todo si se compara al magnífico doblaje que se había empleado años atrás en Command & Conquer Tiberian Sun. Para los más puristas, también existe la opción de visualizarlas en inglés (sin subtítulos presentes en pantalla), que es sin duda de cuando más esplendor gozan estas escenas gracias a la fuerza de la interpretación original.
Puesto que las campañas son complementarias y no independientes, a medida que el jugador vaya avanzando misiones, contemplará la misma historia desde los puntos de vista de cada facción, en lugar de desarrollar argumentos alternativos en los mismos. Las campañas se dividen en episodios que abarcarán varias misiones dispuestas en un mapa (según la región del planeta que se está asaltando), obligando al jugador a realizar como mínimo unas misiones principales de carácter fundamental, aquellas que trascienden al argumento del juego, y también ofreciendo la posibilidad de realizar otras misiones opcionales y secundarias cuyo resultado normalmente facilitará la tarea a realizar en las obligatorias. Cada una de estas misiones también hará distinción entre objetivos primordiales y secundarios, evaluando el rango de batalla en función a todos los objetivos que se hayan cumplido, con una curva de dificultad bien medida y que a la vez resultará retante para los jugadores más exigentes. Estas misiones, además, están acompañadas en todo momento de composiciones musicales que tratan de ser fieles al estilo que el compositor Frank Klepacki otorgó a la saga cuando trabajó en ella, con acrecentados toques de Heavy Metal y Hip Hop, pero que desafortunadamente, no lo logran satisfactoriamente, siendo realmente la banda sonora de este juego muy discreta y de carácter puramente ambiental, lejos de los memorables temas musicales que Frank creaba específicamente para las anteriores entregas.
El aspecto técnico de esta versión luce exactamente igual que el de la versión PC en su configuración gráfica más elevada de polígonos y texturas, lo que le convierte en uno de los juegos del género más espectaculares en este sentido con sus detallistas recreaciones de mapeados (que abarcan ciudades metropolitanas, desiertos devastados, extensiones rocosas, junglas amazónicas, etc), sombreados en tiempo real, efectos de disparos y explosiones, y sobre todo, presencia de múltiples unidades en pantalla con un nivel de definición estándar (sobre todo cuando se hace zoom en ellas). Gracias al cómodo e intuitivo dominio de la cámara, más de una vez el jugador querrá sentirse espectador por algunos momentos de los combates que él mismo ha provocado, girando en torno a los mismos y situándose en ángulos completamente distintos, con unidades tan espectaculares como son los Juggernauts o los Avatars. Es algo que, a decir verdad, se hace de manera mucho más directa en esta versión que en la de PC, gracias al uso de los analógicos, en tanto que vendría a ser la labor puramente concerniente a la gestión y creación de unidades y edificios es la que agradece más el uso de un ratón.
Como no podía ser de otra forma, Command & Conquer 3 Tiberium Wars para Xbox 360 también cuenta con numerosos modos de juego monojugador y multijugador. La modalidad de juego conocida como escaramuza (o "skirmish" en inglés) es el complemento perfecto para el jugador que ha finalizado todas las campañas y aún desea seguir jugando de manera aleatoria e ilimitada, así como también una gran opción para encarar a múltiples rivales en las mismas condiciones. El multijugador por Xbox Live ofrece escaramuza online, uno contra uno, duelos por parejas, soporte para clanes oficiales, y todo ello con sus propias listas de rankings y clasificaciones. Por si fuera poco, hay hasta cuatro modalidades totalmente nuevas para esta versión, incluyendo Capturar la bandera, Mantener la posición, Asalto, y Rey de la Colina. Otra novedad para Xbox 360 es la compatibilidad con la Xbox Vision Camera, pudiendo contemplar los rostros de los rivales en cualquier momento de la contienda. Y como ya estaba presente en PC, también se incluye la opción de contemplar las batallas como espectador mediante el modo BattleCast , visualizándolas libremente, grabando las repeticiones, e incluso comentándolas mediante múltiples opciones.