Análisis de Wii Fit U (Wii U)

El exergaming es ya un clásico de las consolas, y se desató un verdadero boom con Wii y Kinect en Xbox 360. Llevamos un par de años en que el género parece bastante abandonado (excepto los Zumba y Just Dance que tan leales seguidores tienen), pero Wii Fit U llega para resucitar un concepto que se mantiene fiel a sus principios, retoma todos los puntos positivos de su historia y sabe reciclarse y crecer.

Wii Fit, el primer título de la serie y uno de los juegos más vendidos y reconocidos de Wii, intentaba mejorar la forma física del jugador haciendo que fuera consciente de su cuerpo, de su peso y su sentido del equilibrio.

Su mayor logro era convencer al usuario de que se levantase del sofá y dedicase todos los días un rato a ejercitarse.

El siguiente juego, Wii Fit Plus, presentó la dualidad de potenciar la parte de ejercicio y mejorar el componente lúdico del título. Pero era menos fresco y atractivo que su predecesor. Ofrecía más pero daba demasiada importancia a las calorías consumidas, lo que lo hacía algo agobiante para quien quería simplemente ejercitarse un poco.

Para su entrada en Wii U el juego ha incorporado una serie de novedades interesantes. Las posibilidades se han ampliado muchísimo, de manera que siempre tienes una opción que se adapta a lo que quieres a largo plazo y en cada sesión.

Miiverse se organiza en clubes en los que puedes publicar tus hitos o animar a los compañeros, aunque lo habitual es recurrir a las frases hechas que indican tus progresos. Otros miis de tus compañeros de club deambulan por la plaza, y seleccionando uno de ellos puedes ver los últimos ejercicios que han realizado e indicar que te gusta. Pero una vez que lo has marcado no puedes volver a desmarcarlo. Este parte del juego no llega a ser satisfactoria, y Miiverse se concibe una vez más como un lugar de comunicación incomunicada.

Si quieres recuperar el Wii Fit original, está incluido, y también Wii Fit Plus, y hay muchos más juegos de equilibrio, y minijuegos y hasta un gimnasio virtual en el que defines rutinas o eliges las ya existentes.

No sólo están las opciones de juegos anteriores, también puedes recuperar algunos de los datos que tenías en ellos. Los miis que tuvieras registrados estarán ahí. Tu último peso quedará registrado. Y si tu hucha de horas era ya de color oro, el nuevo cerdito será dorado desde el principio, aunque las nuevas horas no se acumulen a las que ya tenías. Por alguna extraña razón, no todos los datos ni los récords se han pasado al nuevo juego.

Camina conmigo y, ahora también, trepa

Y no hay que olvidar un elemento que el juego recoge de un título de DS, Camina Conmigo. Con un podómetro llamado Fit Meter puedes contar los pasos que das cada día (y cuántos de ellos son subiendo o bajando cuestas o escaleras) y utilizarlos para recorrer distintos circuitos de todo el mundo o subir a montañas o monumentos conocidos. Es un incentivo curioso y efectivo. Como ya sucedía en Camina Conmigo, te anima a subir andando o bajarte una parada antes del autobús, aunque pueda llegar a agobiar la cantidad de esfuerzo necesaria para subir al Montblanc.

Es más, este podómetro se convirtió en especialmente interesante el primer mes del juego. Se podía descargar la demo gratis en la eShop y, comprando un Fit Meter por 20 euros y sincronizarlo en la consola, tener la versión completa del juego. Una opción excelente si ya tenías la Balance Board de los juegos de Wii.

El Fit Meter no es obligatorio, aunque sí recomendado. Eso sí, para lograr sincronizarlo hay que ser muy observador o buscar las instrucciones con ahínco o preguntar a quien sepa, porque ni el podómetro incluye ninguna indicación ni se encuentra en la interfaz del juego fácilmente. El multijugador se ha perfeccionado y expandido, de forma que en los minijuegos de equilibrio y aerobic puedes elegir un mii invitado directamente.

Pero que incluya tantas opciones y te detecte tan bien el movimiento tiene un precio: la de cachivaches que acabas utilizando. El Fit Meter para cuando no estás jugando, el GamePad para algunos juegos y como segunda pantalla, la Balance Board para la mayoría de ejercicios y minjuegos, y dos Wiimote Plus para el movimiento de las manos. Con el consiguiente trajín de "coge el GamePad, suéltalo, coge los mandos de Wii y ponte el número uno en la mano derecha, deja el GamePad donde la cámara pueda verte o donde no lo pises, baja de la Balance Board, suelta los mandos…".

El test de equilibrio ahora se hace sujetando el GamePad con las manos extendidas, y después te realiza una foto. Es algo raro y bastante innecesario a no ser que te la hagas cada mucho tiempo y adelgazando, para que se note la comparación.

El GamePad tiene un papel aparte, no sólo por las fotos, ya que la cámara sirve para que veas tu imagen real junto a la del mii instructor (o la monitora o monitor de Tonificación y Yoga) en el modo espejo. Para moverte por los menús puedes usar la pantalla del GamePad o un Remote Plus, ya sea con el puntero o –más sencillo- con la cruceta. Pero lo más interesante del GamePad es cuando se convierte en un sustituto de la televisión para permitirte practicar boxeo o el step sin tener el juego en la pantalla grande.

Si te lo quieres tomar como un ejercicio diario, se puede entrar en calor con este test y los retos del Fit Meter, para después elegir una rutina que ya hayas. El juego te da muchísimas opciones, e incluso puedes decir simplemente si quieres mejorar tu circulación o la digestión o tonificarte un poco y ni siquiera tienes que elegir entre los distintos ejercicios; hay una tabla pensada para cada necesitad y el tiempo del que dispongas. Es tan sencillo como pasar el dedo por la pantalla del GamePad y elegir lo que te viene bien. Y será pura gimnasia si es lo que quieres o diversión a base de minijuegos. Pero, cualquiera que sea la opción, estará conseguido el objetivo de convencerte para que te muevas.

Los mismos ejercicios, y muchos más nuevos

Los ejercicios se dividen en Yoga, Tonificación, Aeróbicos, Equilibrio y Baile. Los dos primeros contienen los mismos ejercicios y retos que en el primer Wii Fit, aunque en el caso del Yoga se indica ahora si hay que ser un experto para realizar la postura o es accesible para los novatos también, y en Tonificación indica los MET del ejercicio (relacionado con la intensidad que tenga). Los otros apartados recogen los minijuegos más interesantes de Wii Fit Plus como Kung Fu Rítmico, Río Abajo, el ya clásico hula hoop o ciudad vaivén.

Baile especialmente es ahora una buena opción para gastar calorías y descargar tensiones ya que tienes distintos estilos (locking, flamenco, salsa, jazz, hiphop… hasta un baile quemacalorías), y te puntúa más por la improvisación en los movimientos. Para quien no desee hacer ejercicios puros y duros.

Las calorías no son tan visibles y omnipresentes ahora como en Wii Fit Plus. El dato está ahí, y si quieres lo tienes, pero no te salta a la vista. Es menos agobiante para quienes quieren mejorar el equilibrio, la relajación con el yoga o simplemente, ser menos sedentario, sin obsesionarse por lo que comes.

Ese inmenso gimnasio en que se ha convertido Wii Fit te sugiere ejercicios similares o complementarios cuando has terminado uno, te permite ver qué zonas del cuerpo has trabajado últimamente en Refuerzo Corporal y hasta te define, te guía si quieres mejorar un aspecto específico… el juego te da libertad total o te va guiando en la medida que tú quieras, todo está ahí y es muy sencillo e intuitivo.

Es poco probable que Wii Fit U te convierta en un atleta, o que pases de la obesidad mórbida al peso ideal, o que te hagas yogui, pero el juego tiene todos los elementos para que des el primer paso de una vida sedentaria a otra más activa. Si los juegos anteriores de la serie eran muy buenos, el de ahora logra superarlos haciéndose más jugable, ofreciendo más y más divertidas opciones.

Y ojalá los desarrolladores logren encontrar un uso lógico y divertido a la Balance Board para que se convierta en un complemento más aprovechado.

Wii Fit U está a la venta por 19’95 €; 99’95 € con la tabla de equilibrio Balance Board y el podómetro y 59’95 € el juego con el podómetro.