Análisis de Harvest Moon: Desfile de Animales (Wii)

Harvest Moon es una serie que hasta hace relativamente poco tiempo, ha sido considerada como un juego de segunda categoría por el mercado. Y tiene su lógica cuando pensamos que simular la vida de un granjero, criando vacas y cultivando hortalizas, no puede resultar tan divertido como pegar disparos, resolver puzzles o aplastando enemigos con nuestras botas con el loable fin de salvar la humanidad, rescatar princesas o batir algún récord imposible.

Sin embargo, los "no-juegos" que es como se suele conocer a estos géneros que optan por estilos en los que cualquier tipo de violencia brilla por su ausencia, como por ejemplo el archiconocido Animal Crossing o Los Sims, siempre han conquistado los corazones de un gran número de jugadores, y aunque muy pocas veces han conseguido números estratosféricos en ventas, saben que tienen sus ventas aseguradas entre un público que se mueve entre la curiosidad de experimentar algo diferente y el gusto por juegos que escapan de tendencias y modernidades. Así, Animal Parade es un Harvest Moon con todo lo que ello conlleva: con gráficos que no son la última revelación ni melodías orquestadas por alguna filarmónica de nombre rimbombante, pero que atesora decenas y decenas de horas de ese tipo de diversión que a muchos nos gusta.

Grandes novedades.

Por si acaso hay algún lector que no conoce Harvest Moon, diremos que básicamente es un juego social mezclado con un simulador de granja, en el que tendremos que ayudar a la Diosa Cosecha a reestablecer el equilibrio naturaleza-humanos en un pueblo. Para ello, deberemos dedicarnos en cuerpo y alma al cultivo de hortalizas y frutales, cuidado de animales de granja, y establecer relaciones que mejoren nuestra afectividad con los habitantes de la zona.

Existe una mina, un circo, festivales, candidatos y candidatas a pareja, concursos y en definitiva un buen montón de juegos que amenizan una experiencia que podríamos calificar como de moda vista la preocupación generalizada que existe hoy en día con el medio ambiente. Animal Parade, además, tiene la particularidad de que profundiza aún más que cualquier otro en las bases que lo caracterizan como "Harvest Moon", ampliando viejas rutinas y añadiendo otras nuevas, y aunque puede parecer que algunos sólo son pequeños detalles, sí suponen un gran paso hacia delante en la jugabilidad y diversión.

Al principio del juego deberemos elegir el sexo de nuestro personaje, algo que por suerte es algo común al inicio de los últimos juegos de la serie, ya que permite una mayor inmersión y atracción por parte del público femenino. Luego, a medida que vamos metiéndonos en el papel, tendremos la opción de poder elegir vestuario y cambiar la apariencia de nuestro particular héroe. Quizás al lector le suene extraño y carente de interés, pero es una opción que hasta este momento no existió en ningún Harvest Moon, y que los adeptos de la serie agradecerán.

Otra de las novedades es que podremos adoptar una buena cantidad de mascotas, al igual que sucedía en Harvest Moon: El Árbol de la Tranquilidad, sólo que se ha ampliado el número y ahora podremos enseñarles trucos, que luego utilizaremos para ganar concursos y sus correspondientes premios. Hemos comentado que también existe la posibilidad de casarse y crear una familia, pero la novedad radica en que ahora tendremos dos hijos en lugar de uno, que crecerán hasta la edad de adolescentes y nos ayudarán a realizar las tareas de la granja. Dependiendo de nuestra pareja tendrán diferentes personalidades y gustos, por lo que habrá que tener ese detalle a la hora de criarlos, y también tendrán su propio armario para modificarlos a nuestro antojo.

Estas tres novedades comentadas son sólo un ejemplo del esfuerzo que han hecho los desarrolladores para mejorar la experiencia, y todo ello está metido en un mundo que también han sabido expandir no sólo en superficie física, sino en cuanto a la trama, combinándolos de tal forma que han creado un mundo muy coherente. De juego en juego, hemos visto que Harvest Moon ha ido creciendo en cuanto a territorio, y desde luego éste no iba a ser la excepción.

Existen cuatro enormes áreas por las que podremos movernos, separadas a su vez por unas caminatas decentes, y el equipo artístico no ha escatimado recursos para hacernos más creíbles los cambios de decorado. No tendremos acceso total a todo el mapa desde el principio, sino que habrá que conocer y dominar lo que tenemos delante antes de poder atrevernos con lo que viene después. Pero más allá del mundo que vemos en nuestra televisión, hay una estructura mucho más profunda, que entrelaza nuestro destino y los de los demás personajes del pueblo. Todo nuestro trabajo, bien sea en la granja, en la mina, pescando o ganándonos la confianza de la gente del pueblo, es recompensado no sólo en la dirección que actuamos, sino que también vemos cómo el entorno va cambiando su aspecto.

En general podemos decir que este juego está muy bien equilibrado, en el sentido de que todo funciona tal y como debería hacerlo. No aparece ese sentimiento de que estás dejando de lado una parte del juego, ni tampoco que es demasiado fácil o demasiado difícil, y menos aún que haya información que se te escapa. Para entenderlo mejor, si hacemos comparaciones con otros juegos de la serie Harvest Moon, vemos que en todos ellos siempre han existido puntos débiles que nos permitían ganar mucho dinero en poco espacio de tiempo, o aspectos que se complicaban demasiado y que provocaban que el jugador no se centrase en ellos todo lo que debería. Por ejemplo, en "El Árbol de la Tranquilidad" era muy difícil hacerse amigo de los animales para luego adoptarlos como mascotas, y en La Isla de la Alegría una vez que conseguías unas pocas maravillas naranjas, el juego se volvía demasiado fácil y casi no quedaban retos que pusiesen a prueba nuestras habilidades como jugador.

En Animal Parade se rompen estas tendencias, todas las actividades tienen una curva de dificultad perfectamente ajustada que no deja hueco alguno por el que podamos ganar dinero a manos llenas ni tampoco permite que abandonemos por ser demasiado difícil. El sistema empleado es similar a lo visto en Harvest Moon Islas del Sol, esto es, no se puede acceder a determinados niveles de juego sin antes haber completado los más básicos.

Por ejemplo, no podrás comprar determinadas hortalizas para plantar en verano si antes no has cultivado y enviado cierto número de las que están disponibles desde el principio; lo mismo podríamos aplicar para los animales, no se pueden criar cabras, avestruces ni gusanos de seda si antes no hemos demostrado nuestras habilidades con vacas, ovejas y gallinas. Por supuesto, con el resto de elementos, minería, cocina, pesca… sucede exactamente lo mismo.

Grandes decepciones.

Hasta ahora, el lector podría empezar a frotarse las manos por todo lo que Animal Parade ofrece, sin embargo hay una serie de aspectos negativos que estropean el juego. Uno de ellos es el paso del tiempo. En todos los Harvest Moon, esto ha sido uno de los factores clave en su desarrollo, y siempre se ha optado por reducirlo respecto a la vida real, de tal manera que un segundo es equivalente a cierta cantidad de minutos, y un día entero en la granja supone estar jugando unos 30 minutos más o menos. Hasta aquí todo perfecto, pero resulta que este juego adolece de unos bajones de fotogramas bastante acusado en algunas zonas, podríamos estar hablando de bajar de 30 fotogramas por segundo (fps) a unos 25 aproximadamente (o menos).

No es que resulte demasiado desagradable, pero que suceda en una consola como la Wii, que ha demostrado por activa y por pasiva que tiene potencia suficiente para manejar entornos tridimensionales bastante cargados a 60 fps sin despeinarse, denota dejadez en el trabajo de puesta a punto del juego por parte de los programadores. ¿Y qué tiene que ver todo esto con el paso del tiempo? Pues que también se ralentiza, lo cual influye en el tiempo de juego real que hay que dedicarle al juego para que pase un día, y estamos hablando de diferencias significativas: si por ejemplo, en una zona sin ralentizaciones un día nos lleva 30 minutos, en otra con este tipo de problemas podemos estar jugando incluso hasta el doble, y uno puede echarse las manos a la cabeza pensando en la cantidad de tiempo que hay que meter para llegar a jugar un año de juego.

Otro aspecto negativo es la cámara. En GameCube, con el Harvest Moon A Wonderful Live, teníamos la posibilidad de disfrutar como enanos moviendo la cámara alrededor de nuestro personaje, permitiéndonos así disfrutar de la belleza del pueblo y sus bosques. Sin embargo, ahora, una generación después y con un hardware claramente superior, se nos impide totalmente cambiar los ángulos de la cámara, ésta pasa a ser totalmente automática con todos los problemas que ello conlleva.

Por ejemplo mencionar una zona del juego en el que atravesamos un puente y donde existe una oportunidad espléndida para mostrarnos unas vistas espectaculares, pero nos sitúan justo encima de nuestro personaje de tal forma que sólo podemos ver su cabeza y poco más, simplemente ridículo. Existen otros detalles menores que tampoco agradan, como la capacidad de teletransportación que parecen tener algunos personajes en cuanto los pierdes de vista, la aparición de varias tormentas en una única estación que arruinan por completo nuestro trabajo en la huerta, y el sonido un tanto estruendoso que se produce cuando los demás aldeanos hablan.

Conclusiones

Es una pena que todo el trabajo que se ha hecho de fondo, tratando de equilibrar el juego para ofrecernos el que sería sin lugar a dudas si no el mejor, uno de los Harvest Moon más perfectos hasta la fecha, se haya echado a perder de una manera tan tonta con el detalle del paso del tiempo. Pase que el objetivo de este tipo de juegos no apunta a gráficos recién salidos de los estudios de ingeniería audiovisual más avanzados a nivel mundial, pero a estas alturas y con la experiencia de haber creado ya más de 20 títulos de la serie Harvest Moon para diferentes plataformas durante más de quince años, caer en esos fallos no tiene perdón. Pese a todo, tanto si uno quiere empezar a disfrutar de estos juegos de granja, como si ya se tiene experiencia de otros Harvest Moon, Animal Parade es la mejor opción para sobremesa, gracias a la gran cantidad de mejoras y ajustes que han introducido.