Análisis de Animal Crossing: Let's Go To The City (Wii)
Hace cuatro años se lanzó en España Animal Crossing para Gamecube, un juego totalmente desconocido en nuestro país pero que sin embargo en otras partes del mundo, especialmente en Japón, estaba cosechando un gran número de adeptos. Quizás dicho lanzamiento fue una jugada arriesgada, una prueba para ver qué tipo de ventas tendría un tipo de juego sin apenas precedentes en el mundo del videojuego en general y de las consolas en particular, ya que los simuladores de vida, por llamarlo de alguna manera, chocaba por aquel entonces con las ansias típicas de un jugador medio dedicado enteramente a plataformas, rol, shooters y juegos de lucha.
Además, el juego fue traducido completamente al castellano, lo cual además de afianzar la nueva política por parte de Nintendo de localizar los juegos que llegaban a Europa, fue todo un detalle dada la gran cantidad de texto que alberga el título y que probablemente echaría para atrás a un público que por aquel entonces estaba demasiado arraigado a la acción.
Y la jugada arriesgada debió funcionar, porque dos años más tarde, en marzo del 2006, se lanzó la versión para Nintendo DS, Animal Crossing: Wild World, título en el que los programadores pusieron todo su empeño para corregir pequeños defectos en la jugabilidad del título para GameCube, consiguiendo un mundo mucho más apetecible, con unos gráficos en 3D que sacaban un gran rendimiento del chip gráfico de una portátil todavía joven en el mercado, y poniendo la guinda gracias a la posibilidad de intercambiar objetos online con otros jugadores del resto del mundo.
Obviamente el juego consiguió unos resultados para Nintendo muy generosos, logrando incluso aguantar durante muchos meses seguidos en los puestos más altos de ventas de los tres mercados principales del mundo (Japón, USA y Europa) Ante tal éxito, no quedaba la menor duda de que la saga continuaría en Wii, aunque dado el secretismo con que Nintendo llevó la preparación de este juego, como suele ser habitual, había muchas dudas sobre qué novedades traería Let’s Go To The City sabiendo de antemano que la sobremesa de nueva generación de Nintendo tiene potencia y capacidad suficiente para un título de estas características.
El concepto Animal Crossing
Para aquellos que nunca han tenido la oportunidad de jugar a Animal Crossing, hay que decir que se trata de un simulador bastante particular. Nos emplaza en un pueblo en el que todos sus habitantes son animales de diferentes especies, con los que podremos interactuar de diferentes maneras.
Al inicio de la partida nos veremos en el interior de un autobús que nos lleva al pueblo con el nombre que nosotros hayamos puesto, y responderemos a unas sencillas preguntas para determinar el nombre y sexo de nuestro personaje, y también hacer pequeños comentarios que determinarán el aspecto físico.
Una vez en el pueblo se nos dará la bienvenida por parte del alcalde (la tortuga Tórtimer), y habrá que pasar por un minijuego que hará las veces de tutorial para que nos vayamos conociendo los vecinos que tengamos, y acostumbrando a algunas de las acciones más básicas como puede ser plantar una flor o escribir una carta. Una vez superadas esas sencillas pruebas, podemos decir que empieza el juego propiamente dicho, y nuestra misión será mejorar la calidad del pueblo y completar las diferentes colecciones que hay. Así, existe un museo donde al principio estará totalmente vacío, pero que con nuestro esfuerzo lograremos que sea todo un orgullo de exposición gracias a la obtención de todas las especies de insectos y peces que pueden existir a lo largo del año en el pueblo, completar la colección de cuadros y también la de fósiles.
En dicho museo también existe un planetarium donde crear constelaciones que luego veremos en el cielo nocturno, y un café donde además de saborear diferentes cafés, también asistiremos todos los sábados a un concierto de Totakeke, el cual no dudará en darnos una copia totalmente gratis de su arte con la guitarra. Otros lugares de interés son la tienda de las Hermanas Manitas, donde además de comprar distintos modelos de ropa, sombreros y accesorios con los que equipar nuestro personaje, podremos realizar nuestros propios diseños, sacando así a relucir toda nuestra vena artística. También hay un Ayuntamiento, donde podremos enviar cartas y hacer donaciones entre otras cosas, un portón por donde podremos invitar a otros jugadores online, una parada de autobús desde la cual podremos visitar la ciudad (hablaré de esto más adelante), y por último y quizás lo más importante del pueblo: la tienda de Tom Nook.
Tom Nook es un simpático mapache que regenta una tienda, en la cual habrá disponibles para la venta diferentes objetos que servirán para decorar nuestra casa, regalar a los vecinos o para intercambiar con otros amigos con los que establezcamos conexión online, y luego esos objetos estarán disponibles en forma de catálogo, de tal forma que podremos encargarlos más tarde si es que queremos. Tom Nook también es quién nos proporciona casa cuando llegamos al pueblo por primera vez, pero su ayuda no es gratuita, sino que habrá que ir pagándole con bayas (la moneda oficial) una hipoteca comercializando con él todo lo que podamos adquirir ya sea pescando, cazando, recolectando o vendiendo.
A medida que vayamos saldando la deuda, podremos ir ampliando nuestra casa, llegando incluso a poder tener un sótano, dos pisos y ático. También la tienda se irá modificando a medida que vayamos haciendo negocios con el mapache, de tal forma que al principio veremos un pequeño edificio cochambroso construido a base de tablas de madera, y que al final será como un gran centro comercial donde existirán una gran cantidad y variedad de artículos.
Pero, ¿y las novedades?
Hasta ahora se ha comentado los conceptos básicos en cuanto a jugabilidad que rigen un Animal Crossing, pero como es natural, una continuación de la saga implica cambios y/o nuevos elementos que sorprendan o al menos que justifiquen su compra por parte de alguien que ya haya disfrutado de sus versiones tanto en GameCube como en Nintendo DS.
Lo primero que llama la atención es la coletilla "Let’s Go To The City", bastante sugerente con uno de los pilares jugables que sustenta esta entrega. En el pueblo existe una parada de autobús desde la cual podremos acceder a una ciudad, en la cual encontraremos diversos y variopintos locales comerciales. Por ejemplo encontraremos una peluquería donde poder personalizar a nuestro personaje, ya sea cambiándole el aspecto y color del pelo, como "maquillándolo" de tal forma que adquiera la cara del mii que elijamos. También hay un teatro regido por el Doctor Sito en donde se podrán conseguir animaciones gracias a las cuales podremos mostrar emociones (alegría, tristeza, risa, etc.) a otros amigos.
En definitiva, la ciudad es un lugar cuya función no sólo se trata de ampliar lugares de visita, sino que agiliza la consecución de diversas tareas que en títulos anteriores se tardaba mucho más. Así, mientras en Animal Crossing: Wild World sólo te encontrabas con un personaje una vez cada semana, o incluso cada tres semanas, como puede ser el caso del Doctor Sito, ahora se tiene la posibilidad de encontrarse más a menudo con él. Desde luego esto no quiere decir que todos los personajes extra se encuentran disponibles en la ciudad, ya que existen un gran número de ellos que aparecerán bajo determinadas circunstancias. Tampoco desaparecen las visitas al pueblo de ciertos personajes que nos ayudarán a conseguir nuevos objetos exclusivos que sólo ellos regalan, como puede ser Copito (un hombre de nieve) en estas fechas.
La posibilidad de conectarse online con otros amigos que posean el juego, que tan buenos resultados obtuvo en NintendoDS, también estará presente, pero mejorando ciertas limitaciones antes existentes, y ahora habrá la posibilidad de entrar cuatro personajes al mismo tiempo en el interior de un edificio y disfrutar en compañía de eventos como puede ser el concierto de los sábados de Totakeke. Además, Nintendo ha aprovechado el lanzamiento de este Animal Crossing para sacar al mercado el Wii Speak, un pequeño micrófono que viene incluido en un pack junto con este título, o también puede comprarse por separado, y que permite comunicarse verbalmente con los amigos que nos visiten o que visitemos.
El aparato en cuestión está siempre encendido, de tal forma que cualquier sonido que capte podrá ser escuchado por las personas con la que estemos compartiendo pueblo en ese momento. Su funcionamiento no es todo lo fluido que desearíamos, pero cualquier conversación es llevada perfectamente y no cabe la menor duda de que aporta un ambiente especial al encuentro online entre amigos.
Nintendo ha querido hacer un hincapié especial en que el paso de días (recordemos que el tiempo dentro del juego de Animal Crossing es equivalente al tiempo real) no sea monótono, así, todos los días podremos encontrarnos con algún personaje extra que proporcione nueva información o simplemente proponga algún reto, y también se ha ampliado el número de fiestas de tal forma que además de las comunes y vistas en títulos anteriores como el torneo de pesca o el día de fin de año, habrá otras que sin duda sorprenderán gratamente al jugador, como por ejemplo el carnaval o el día de los enamorados. De todas formas es un juego pensado para dedicarle un poco de nuestro tiempo todos los días, permitiendo marcar nuestro propio ritmo, pero con la capacidad de sorprendernos con infinidad de detalles, la mayoría aún desconocidos.
En cuanto al apartado técnico, hay que decir que Let’s Go To The City no supone un gran avance en cuanto a las versiones aparecidas en GameCube y NintendoDS. A pesar de que los gráficos se muestran a la resolución más alta permitida por la Wii (480p) y no existe parón o tirón alguno en el paso de imágenes, hay que decir que tanto personajes como entornos no son un alarde de última generación de programación, de hecho, la gran mayoría elementos en todo el decorado dejan entrever claramente una baja carga poligonal y de efectos gráficos que cabrían esperar de la potencia de Wii, junto con un uso de texturas muy pobre; no obstante el apartado artístico está perfectamente conseguido y absolutamente todo lo que se muestra en pantalla, desde el mensaje de bienvenida hasta el viaje en autobús, desprende un aura inconfundible típico de la saga. El apartado sonoro también cojea del mismo pie que en el apartado gráfico: se reutilizan todos y cada uno de los efectos sonoros aparecidos, sin que haya nada que destaque o que en principio haga sentir al jugador que se encuentra ante un juego hecho en principio desde cero para una consola de nueva generación.
Conclusiones
Let’s Go To The City reune en un solo juego lo mejor de lo visto en las dos entregas anteriores, es decir, la gran cantidad de eventos, personajes, y diferente orografía vista en la versión Gamecube, junto con las opciones online y mejoras introducidas en la versión NintendoDS, y además se añaden más elementos para coleccionar junto con un nuevo espacio, la ciudad, donde pueden ocurrir varias sorpresas si uno suele visitarla a menudo.
Sin embargo, puede que para muchos que ya hayan disfrutado anteriormente de Animal Crossing dichas novedades sean insuficientes, y a pesar de que se pueden transferir los catálogos ya conseguidos en Wild World a este juego, facilitando mucho la tarea, el pobre apartado técnico con que han dotado a este título, puede dar al traste con las aspiraciones de los más sibaritas de la tecnología. No obstante, Let’s Go To The City es perfecto para aquellos que se inician en esta saga, y los seguidores de Animal Crossing a los que les importa más la diversión que los detalles técnicos, disfrutarán como nunca gracias a la nueva vuelta de tuerca de jugabilidad que mejora el mundo perfecto visto en Wild World.